domingo, enero 31, 2010

Solo para creyentes

(Publicado en la Estrella de Iquique el 3 de febrero de 2010)

Si usted no es creyente le recomendaría no leer este artículo. Su lectura necesita de mentes abiertas y no sesgadas por creencias erróneas. Si persiste será a su propio riesgo. Puede tener problemas de algún tipo, pero no se de cual. Créame.
Partiré contándole una vieja historia. Hace tres mil millones de años la vida animal de la Tierra estaba circunscrita al agua. Los primeros seres vivos fueron organismos unicelulares muy simples. Bacterias, protozoos, algas y otras cosas raras. Para no latear les diré que tras unos cuantos miles de millones de años de evolución, apareció el hombre. Esta es la creencia desde la vertiente científica. Otra es la que atribuye toda la creación a un ser supremo. En la Biblia se cuenta que Dios creó todo y en una sola semana y fue el día viernes tipín seis de la tarde cuando el creador se acordó que tenía que hacer al hombre. Y como vio que el modelito le salió bastante potable, pensó que debía darle una pareja e hizo a la mujer. Error divino dicen algunos, pero en fin.
¿Cuál versión cree usted? Yo cuando niño creí la versión bíblica hasta que tuve uso de la razón (como a los cinco años y medio) y deseché de plano esta creencia por anacrónica. En todas las pinturas de la antigüedad había visto imágenes de Adán y Eva rodeados de dóciles animales como vacas, caballos, chanchos, jirafas, elefantes, leones, pajaritos. Todo en un paisaje paradisíaco, cero smog, sin rayos ultravioleta, ni hoyos en la capa de ozono, lleno de arbustos, flores, mariposas y árboles frutales incluido el manzano aquel con la pérfida culebra incluida. Lo mismo en las escenas del diluvio y el Arca de Noé. Nunca vi embarcándose otros animales que no fueran los de cualquier zoológico o granja campestre de estos tiempos. Del Tiranosauro Rex u otro tipo Dino, la mascota de los Picapiedras, nada. Ni una huella que diera una pista sobre los animales prehistóricos del inicio de la creación. Creo que alguien me contó el cuento equivocado. Ahí me forme mi nueva creencia. Pero respeto las otras.
En un tiempo se creía que la Tierra era el centro del universo. Que el planeta era plano. Que existía el infierno y que el concesionario era el diablo. Juan Pablo II debió aclararle al mundo esta errónea creencia. Algo parecido fue el asunto del agua bendita. Hay quienes creen que tiene poderes especiales, mágicos y sanatorios. Fue inventada por el Papa San Alejandro (106 al 115 DC). Desde esa fecha solo unos pocos privilegiados conocen la fórmula (más secreta que la de la Coca Cola) que permite trasformarla en bendita para sus múltiples y buenos propósitos. En Fátima, Lourdes y otros lugares donde hay vírgenes (santas) se venden botellitas de agua bendita en envases no retornables a precios no muy santos. Hay gente que cree en estas cosas. Yo les creo que creen en aquello.
Pirámides, cuarzos, elefantes, búhos, velas, patas de conejo, herraduras, budas obesos, medallitas y hasta el escaso billete de 2 dólares, se usan como verdaderos amuletos para ayudar a la buena suerte. O para hacerle el quite a la mala. Jamás pase por debajo de una escalera, viaje o se case en martes trece, deje que se le cruce un gato negro. Son supersticiones, creencias erróneas, como que Colo Colo es Chile. ¡¡Bullshit!! como dicen los gringos. Paja como decimos en Chile.
A veces me confundo. Pienso que no debo creer en lo que creo y dejar de no creer en lo que no creo. Por ejemplo, creo que tan pronto Frei pactó con los comunistas, perdió la elección. Creo que se terminarán los parques inconclusos en Iquique y que se retirarán los autos abandonados. Quiero creer (deseo ferviente) que el pedestal que se puso al busto de Cristóbal Colón en Cavancha es bello, artístico y adecuado. Me gustaría creer que nunca volverá a reinstalarse esa cosa sin pies ni cabezas que hubo en la rotonda Chipana. Puedo pecar de ingenuo, iluso y hasta pasar por idiota, lo se, pero soy un creyente y qué. Es mi vida.

domingo, enero 24, 2010

El día de la invasión de América

(Publicado en Diario 21 de Iquique, el año 2003)
Quisiera en primer lugar, dejar en claro que no tengo nada contra los españoles. Esto lo digo anticipadamente porque al terminar de leer este artículo muchos de mis lectores podrían pensar que les tengo animadversión. Nada más lejano a la verdad. Soy veedor habitual de Antena Tres, regularmente leo en Internet el diario El País, me encantan Raphael y Nino Bravo (para las generaciones nuevas les cuento que eran cantantes), he leído con interés a sus principales autores clásicos, sigo con entusiasmo su fútbol, y tengo mi cuenta en el Banco Santander desde que era el Banco Español. Nada en particular me indispone contra los coños. Salvo que tengo una visión muy particular de su aterrizaje por estas tierras hace ya 500 años.
Partamos por el principio, lo que no es malo a la hora de iniciar algo. El 12 de octubre de 1492 llegó el italiano Cristóforo Colombo a una isla de las Bahamas. Posteriormente castellanizó el nombre porque su sponsor era precisamente el reino de Castilla, que financió la tournée. Ese día de octubre se ha dado en llamar el día del Descubrimiento de América y al capitán de las naves, Cristóbal Colón.
Así comienza todo, con un "descubrimiento", porque los españoles y los europeos no conocían antes estas tierras, que sí eran conocidas por los habitantes de ellas desde hacía 40 mil años. Eran las Indias, habitadas por indios (no hindúes). A sus habitantes de inmediato los españoles los consideraron bárbaros, pues ni siquiera eran católicos, parecían animales por la forma de vestir y no conocían las buenas costumbres ni la moral europea. . No puedo dejar de recordar aquí que tan solo en 1537 el Papa decretó que los indios estaban dotados de alma y razón.
Pero también se dieron cuenta que estos indios lucían collares y adornos con muchas figuritas de oro y plata. Como los españoles no venían por estos lados así como de vacaciones sino más bien con ganas de “hacerse la América”, descubrieron dos cosas más. Una, que había oro y plata y otra , que había infieles que era un gusto. Bastó llevarle el cuento a la reina de Castilla para que desde allá le dieran licencia para hacer lo que se les antojara en nombre de la corona. Así, en nombre del Rey y de Dios (o de Dios y el Rey, el burro al último) había que acometer el descubrimiento de América durante muchos años, hasta que no quedara ni una onza de oro ni tampoco infiel alguno.
En 1980 “descubrí” Taipei, en 1982 Milán y en 1990 New York, sin embargo fuera de unas postales y cartas que le envié a mi familia, no he encontrado jamás ningún otro texto en que se hable de mis interesantes descubrimientos. Supongo que ese silencio sepulcral ha sido porque cuando llegué por primera vez a esas ciudades ya había bastante gente en ellas. Un razonamiento similar me ha impedido siempre aceptar que la llegada, pronto serán cinco siglos, de unos cuantos europeos a este continente sea llamada pomposamente "descubrimiento de América." Aún más porque al ocurrir esa llegada accidental, las dos ciudades más pobladas en el planeta, eran Tenochtitlán (hoy México) y Pekín (hoy Beijín).
Según consta en el Archivo de Indias en pocos años llegaron a España 185.000 kilos de oro y 16.000.000 de kilos de plata provenientes de América.
Alguien podría especular diciendo que esto generó el capitalismo y que la actual civilización europea se debe a la inundación de metales preciosos. No lo veo así, estos envíos de metales preciosos deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América destinados al desarrollo de Europa. Esto no fue sino el inicio de una suerte de Plan Marshall prehispánico para la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del Álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros interesantes de la civilización.
¿Habrán hecho los europeos un uso racional, responsable, o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Sin duda que no. Han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, de cancelar el capital y sus intereses.
Siguiendo a Milton Friedman quien señala que una economía subsidiada, jamás puede funcionar, esto nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar. Pero no lo haremos a las viles tasas de hasta el 30 % de interés anual a las que nos tienen acostumbrados. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más un módico interés fijo del 5 %, acumulado solo durante los últimos 300 años. Les daremos 200 años de gracia. Raya para la suma los descubridores-invasores nos deben, como primer pago de su deuda por los 185.000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, una cantidad increíble de dinero, que para su expresión total, serían necesarias más de 300 cifras.
Para que nos vamos a engañar, posibilidades reales de que nos paguen son escasas. Además, en esta cuenta no se está involucrando para nada el cobro al socio principal del negocio, la iglesia católica que fue finalmente quien hizo los principales “retiros”, que no pasaron por la corona, para adornar la casa de Dios.
Pero lo que más me molesta en verdad, es que los españoles con su descubrimiento-invasión motivaron a los portugueses, a los ingleses, a los franceses…Todos los pueblos “civilizados” de esa época y posteriores se vinieron por estos lados a sacarnos hasta el raspado de la olla. En la actualidad ya no son conquistadores, piratas ni mercenarios, son empresas multinacionales, que pueden parecerse a los anteriores, pero son diferentes. No andan detrás del oro, pero, en el caso de Chile, si del cobre, del molibdeno, de las aguas, de las comunicaciones, de las administradoras de fondos de pensiones, de los bancos o de las obras concesionadas del MOP. Claro que ahora por lo menos pagan impuestos, dan harto empleo y algunos hasta practican aquello de la responsabilidad social empresarial. El retruque desde América lo han hecho los norteamericanos que en los últimos 50 años han salido al mundo a invadir todo con sus capitales y su poderío militar. ¡Hostias!, es el mismo proceso pero al revés. Digo yo.

La gran carrera gran

Chilenas y chilenos todos, porque ustedes así lo quisieron, Chile tomó la decisión de cambiar. El país entrará a un overhaul como dicen los gringos, cuando someten un avión a mantenimiento y revisión a fondo y lo dejan tiqui- taca. Eso es lo que se hará con Chile, y ya se está haciendo, un chequeo técnico, un diagnóstico de los daños, una limpieza profunda, sacando el óxido, las piezas viejas y gastadas, dejando las buenas, poniéndolo a punto, revisando motor, caja, amortiguadores, niveles de aceites y reparando lo necesario, partiendo por el acelerador que estaba trabado hace años. En fin, todo lo indispensable para el Grand Prix, que se larga el 12 de marzo y que dura cuatro años. Pasará por todo el país, sin exclusiones. Ciudad por ciudad, pueblo por pueblo, hasta por los lugares más apartados del territorio. No habrá lugar por donde no pase el nuevo Chile. La ruta del Dakar será como juego de niños comparado con esta gran carrera.
Dentro de las revisiones y reparaciones importantes, lo primero será corregir el grave defecto del tren delantero que cada vez se cargaba más y más a la izquierda. La idea es que se mantenga derechito y que no gaste los neumáticos disparejos. El enchulamiento no será cosmético. Es un cambio integral y profundo. Desde el agua del radiador (verde y ecológica) hasta el líquido limpia parabrisas que debe permitir la mejor visión y la transparencia. Nada opaco que impida ver desde fuera lo que pasa adentro y viceversa. Las luces serán nuevas y súper potentes, incluso para ver bajo el agua y con visión nocturna, porque Chile no parará de correr nunca. Por eso, la atención a los neumáticos y amortiguación será permanente, ya que se transitará por caminos duros, disparejos, escarpados y resbaladizos, a lo que deben sumarse las piedras que seguramente lanzarán los que no calificaron el domingo por ser malos conductores o los delincuentes de siempre que no quieren que esta carrera se corra.
También se reforzarán los parachoques, el chasis y la cabina del conductor. Una carrera tan larga en distancia, pero tan corta en tiempo, obligará a correr a altas velocidades lo que implica riesgos en todo momento. Lo peor sería un choque frontal o fundir el motor a medio camino.
Especial atención tendrá la protección y seguridad de los que miran desde fuera. Lo deseable es que todos la disfruten sin riesgos y vayan gozando lo hermoso y agradable que es ser ganadores, liderar la carrera, ser los primeros. Habrá por cierto algunos atropellados (ninguno con riesgo de muerte, ni siquiera política) que tendrán que aprender a comportarse evitando cruzarse en el camino, tapar la visibilidad, obstaculizar la pista o poner señales equívocas como, viraje a la izquierda o túnel sin salida.
Un cambio trascendental será, precisamente la caja de cambios. Se reemplazará la automática con veinte años de uso, por una moderna y potente caja mecánica. Así el piloto podrá aplicar a discreción las marchas en el momento justo y preciso. Como lo hacen los profesionales. Los frenos serán ajustados para “chantar” ante cualquier salida de la ruta trazada, obstáculos o riesgos. Se usará combustible para aviones. Y lo que no puede faltar en estos tiempos, tecnología de punta en todos los sistemas para alcanzar la mayor productividad.
Y lo más espectacular de todo es el cambio de piloto. Se ha elegido al que tiene experiencia de clase mundial. Un experto conductor de los más diversos medios: aviones, alas delta, parapentes, helicópteros, lanchas, caballos, bicicletas y hasta locomotoras. Está considerado el más hábil, rápido y competitivo piloto de todos los tiempos.
Finalmente en los pits estarán los chilenos más calificados formando los equipos de apoyo para ayudar al triunfo de Chile. Y en la meta, millones de chilenas y chilenos esperando con la champaña fría para celebrar. Digo yo.

sábado, enero 16, 2010

Los candidatos y el horóscopo chino

Publicado en La Estrella de Iquique enero 2010

Según el horóscopo chino, el año 2010 será fabuloso porque estará regido por el Tigre (salvo para Tiger Wood al que le irá como la Mona, por aquel asunto del hoyo 19, donde jugaba sin permiso de su mujer).
Lo que más me gusta del signo, es que el Tigre es un animal orientado al logro, al éxito, al resultado. Esto lo considero muy positivo porque en mi opinión, el éxito produce adicción. Cuando alguien se acostumbra a triunfar y a ser exitoso, nunca jamás querrá volver a la mediocridad. Avizoro entonces que tendremos un año fabuloso. El viento sopla a favor y parece que finalmente se alinearon los astros. No por nada hace menos de un mes fuimos incorporados como miembros titulares de la OCDE, el exclusivo club de los países que juegan en las ligas mayores.
Podríamos concluir entonces que el futuro que se nos viene, es favorable para el país. Pero…siempre hay un pero, no todo dependerá de las naturales habilidades del Tigre, por muy diestro, ágil y poderoso que sea. Lo fundamental, en mi opinión, podría depender de la muñeca del domador.
Esto obliga necesariamente a analizar - también bajo el mismo horóscopo - cuál es el animal que hay dentro de cada presidenciable y conforme a ello, visualizar el futuro que puedan construir para nosotros.
En este horóscopo, el signo regente varía según el año de nacimiento de cada presidenciable. Lo que no cambia, es que ambos son un par de animales (aclaro que los doce signos son bestias).
En nuestro caso, uno de los animales, es un Gallo el que responde al nombre de Tatán. El otro animal es un Perro y en casa le dicen Lalo. Hechas las presentaciones, surgen dos preguntas clave. ¿Cuál de estos dos animales podría hacerlo mejor gobernando el país? ¿Cuál de estas dos bestias podría influir más y mejor en nuestro futuro?
Algunas características de ambas especies y su comportamiento habitual podrían darnos pistas. Escaneemos a la primera bestia. Tatán es un gallo, pero no es un gallo cualquiera, sino uno de esos de pelea. Chiquitito pero peleador, de pico corto y fuerte, altivo, de colita parada y que no conoce la rendición. A un gallo como este no le sacan fácilmente la cresta. Se sabe ganador y luce con orgullo sus coloridas plumas. Siempre está aleteando y moviéndose en el centro del gallinero. Es apasionado, todo lo que acomete lo hace con cuerpo y alma. Protege a sus gallinas de cualquier peligro o amenaza. Cierra las puertas con tranca y le cargan las giratorias, donde pudieran entrar y salir los delincuentes. Es un gallo bueno para el canto y muy madrugador. Duerme poco y a las 6 de la mañana está despertando a medio mundo. Le encanta volar y cada vez que puede lo hace. Le gusta ver las cosas desde lo alto. Por la posición de los ojos, observa lo que pasa en la derecha e izquierda simultáneamente.
Por su parte el Perro Lalo, es una especie de raza casera, de clase media. No es para nada un quiltro pues tiene ascendencia Suiza. De pelaje rebelde, un poco “tieso de mechas”, es un animal pacífico, nada de rosquero y bueno para la pestaña. Es el típico perro de compañía, educadito. Se le puede llevar a cualquier parte y no molesta, incluso a misas (católicas y evangélicas). Lalo es una especie que con el tiempo ha cambiado, antes era mucho más tieso, fome, y pavo. Ahora es chascón, canchero, gracioso, baila, mueve la colita y perrea. Tiene buen olfato y mete la nariz donde puede. No es muy ágil corriendo pero le gusta ganar, aunque sea por nariz. Es muy querendón de su ama quien lo cuida y protege. Está siempre con todas sus vacunas al día.
Con estos datos, estimado lector, usted dispone de toda la información necesaria para decidir cuál de estos dos animales preferiría para que dirigiera los destinos de Chile. No quiero que me culpe a mí o a los chinos, si después de un tiempo se está haciendo la pregunta ¿cómo fui tan bestia para votar por el animal equivocado?

El mejor voto, el femenino

Publicado en La Estrella de Iquique diciembre 2009

Siempre me ha llamado la atención las razones que tienen los electores para decidir su voto. El razonamiento - cuando interviene la razón, lo que no es frecuente - tiene variadas e increíbles explicaciones. Los comandos, los centros de estudios, los expertos en campañas, los ingenieros y otros tantos, se pasan meses estudiando deseos, necesidades y expectativas de los ciudadanos con el fin de saber qué mierda realmente quieren, para incluir aquello (excepto la deposición) en los discursos y propuestas de los candidatos. El ojetivo, llegar a la mente, al corazón y al alma de los electores y conseguir que éstos los favorezcan con su voto. Los electores oyen, leen, ven, pero luego deciden votar como se les ocurre.
Y en este escenario hay una masa crítica de mayor incertidumbre aún. Las mujeres. Ellas votan por razones, digamos... no convencionales. Su voto es esencialmente emocional. Eso explica por ejemplo que una seria trabajadora de clase media, jefa de hogar , esforzada dueña de casa, con tres hijos, dos estudiando en la U con crédito del BancoEstado, que paga un alto dividendo en UF, haya votado por MEO porque le gustó “el mechón de su cabello y su forma de masajeárselo”. Confesó que esto lo encontraba coqueto y sexy. De solo mirarlo, se estremecía y sentía cosas extrañas en su organismo.
Se de otros casos, como el de aquella señora que quedó flechada con don Lalo, cuando lo vio bailando tango con la Martuchita. Desde ese día no duerme bien. Un sueño recurrente, la atormenta. En su sueño, se ve con el candidato bailando una apretada milonga arrabalera donde el presidenciable, así como haciéndose el de las chacras, se la mete (la pierna) más allá de lo que su condición de demócrata cristiano confeso se lo permitiría. Al más puro estilo de Al Pacino en la película Perfume de Mujer. Ella espera que este sueño se haga realidad. Volverá votar por Frei en segunda.
Otro caso. Hay cuatro mujeres mayorcitas ya, madre, hermana y dos hijas, que viven cerca de la cordillera en la novena región, que han jurado que votarán por el candidato que les cumpla un anhelado deseo. Debe llegar así como volando, descendiendo del cielo cual pájaro andino, saludarlas, abrazarlas y besarlas y luego volver a emprender vuelo. Un verdadero encuentro poético.
Con estas constancias, quise probar mi teoría del voto emocional de las féminas preguntándoles a varias amigas las razones del porqué si o del porqué no, votarían por uno u otro de los candidatos presidenciales. Estas fueron algunas respuestas:
“Lo encuentro muy requete fome. Debe ser muy ruidoso al sonarse. Cuando habla aletea. Le queda grande la ropa. Se nota que la mujer lo manda. Segundas partes nunca son buenas. Es muy…muy rico. Tiene cara de fresco. Se me imagina que ronca. Seguro que la mujer hasta le compra la ropa interior. Tiene pelos en la nariz. Se le pega el tirante del medio. Necesita una lipo. Se me ocurre infiel. Me carga la mujer. Muy churejón. Le gustan los postres de leche. Tiene muy buen lejos”.
A las mujeres, el lenguaje no verbal, les habla. Les dice todo. Les das pistas. Y desde allí construyen su decisión y quedan sin cargos de conciencia. También usan la tincada, el pálpito o simplemente su intuición electoral. Y si eventualmente todo aquello llegara a faltar, siguen el mismo padrón de conducta de todo elmundo. Es decir, si hay que elegir entre nuevo y viejo, se vota nuevo. Entre empresario muy exitoso y menos exitoso, se vota muy exitoso. Entre pasado y futuro, se vota futuro. Entre lo mismo y cambio, se vota cambio. Entre ganador y perdedor, siempre se vota ganador. Entre….. perdón…perdón…está sonando mi celular………….... (bla, bla, bla…)….Sorry…era Sebastián, no se escuchaba bien, por el ruido del helicóptero. Quería saber bien la dirección de las viejitas de la novena región que desean ver el pájaro… Cuatro votitos son cuatro votitos. Digo yo.

La bendita democracia

Publicado en La Estrella de Iquique diciembre 2009

Según su significado del griego, democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo. En tiempos modernos muchos le han agregado “y para el pueblo” o “con el pueblo”. Pero eso cayó en desuso por ser contrario a la realidad.
En otras palabras, la democracia es una forma de gobierno, un modo de organizar el poder político donde lo decisivo es que el pueblo no es sólo el objeto del gobierno, o sea lo que hay que gobernar, sino también el sujeto que gobierna. El principio constitutivo de la democracia es el de la soberanía popular, es decir, donde el único soberano legítimo es el pueblo.
Esto del pueblo soberano, lo encuentro muy poético, aún cuando a veces patético. Eso explica que a muchos no les guste la democracia, o la prefieran de una manera diferente, aún cuando hasta el momento pareciera ser el mejor de los sistemas de gobierno.
No obstante, a la democracia le pasa algo muy parecido a lo que le sucede a los chilenos católicos. Todos son católicos a su pinta, con los acomodos y arreglines necesarios para tolerarla. Por eso es que en casi todo el mundo hay democracia… pero al estilo de Frank Sinatra (A mi manera). Por lo tanto, habría democracia en Cuba, en Venezuela e incluso en China. Pero…no es precisamente lo que la mayoría entiende por democracia.
Pero hablemos del aquí y el ahora. Hemos ejercido y lo seguiremos haciendo en un mes más, nuestro derecho democrático de elegir a las autoridades. Aún con la tinta fresca en mi pulgar (no había suficiente agua ayer en mi casa) lo que me recuerda que ejercí un derecho soberano, me surgen dudas sobre la democracia.
No es tan cierto que los ciudadanos elijamos muy democráticamente. Lo que se percibe es que un grupito de políticos, ajenos a nosotros, sentados confortablemente en Santiago ya eligieron por nosotros. Ellos deciden desde las altas esferas del poder, con mapas, estadísticas, currículos, registros de militantes, bolas de cristal, cartas de recomendaciones, algoritmos de ingeniería política, cartas del Tarot, tincómetros, brújulas, horóscopos varios (se prefiere el chino por la influencia de China en el destino del mundo del siglo 21), la Biblia, monedas de dos caras (cuando el azar debe decidir), el reglamento del Cachipún , los tres tomos del Cateo de la Laucha y un largo arsenal más de artilugios, elementostodos necesarios para que ellos,antes que nosotros, decidan por quienes debemos votar de manera libre y democrática.
Desde el Olimpo, nos indican los nombres de los ganadores de ese democrático proceso previo. ¡The winner is! Fulano, Zutano y Merengano. Un grupo de conocidos, desconocidos, aparecidos, tránsfugas u otras categorías de personajes. Nos imponen nombres, sensibilidades (eufemismo de ideologías políticas) acuerdos, pactos, sub pactos, inclusiones, exclusiones, contubernios y cuanta ocurrencia tengan con tal de que la democracia sea bien ejercida, que no nos equivoquemos y que elijamos a los más aptos (¿?) y que la soberanía del pueblo sea expresada en las votaciones.
Ahí es cuando me sumo a los miles de personas que tienen la sensación que les están viendo las peras. Da la impresión que los dirigentes políticos (y los operadores consultados zonalmente) creen que los electores somos idiotas. Y la verdad es que – respetuosamente lo digo- en verdad lo somos.
Muchos piensan que la democracia es un conjunto de malas prácticas que aparentan permitir que el pueblo se exprese libremente eligiendo al gobierno y sus autoridades. Por eso no votan, no se inscriben o anulan su voto.
En fin, como alguien dijo y no fue Voltaire, la democracia lejos de ser perfecta tiene tantas flaquezas como corruptos la representen.

El hermanito de James Bond

Publicado en La Estrella de Iquique, noviembre 2009

Ian Fleming, autor del personaje de ficción James Bond, agente secreto del imperio británico, nunca se refirió en sus libros a que el intrépido espía de la corona, tenía un hermano nacido y criado en un país sudamericano. El padre de ambos, mister Bond, según se supo, tuvo un desliz durante un viaje que hiciera a este lado del charco y de esa relación con una nativa nació un niño que sacó los rasgos incásicos de su madre, nada de su flemático padre, ni menos del old english style de su famoso hermano.
Aún cuando no fue reconocido por su progenitor, su madre insistió en que llevara el apellido Bond y así lo inscribió. Y también, para rendir un sincero tributo a su abuelo Edelberto, dueño del puesto de venta de fertilizantes “El guano de Edelberto”, bautizó con el nombre de Elguedelberto a su chiquillo. Con ese extraño y largo apelativo derivado del nombre del negocio -literalmente de mierda- que tenía su bisabuelo, para facilidad de todos, prefirieron llamarlo simplemente Elgue. Una vez adulto, se presentaba, imitando a su hermano igual que en las películas que veía y reveía eternamente, diciendo: “mi nombre es Bond…Elgue Bond”.
Durante muchos años nada se supo de Elgue Bond este. Pero hace muy pocas semanas hubo noticias de él. Se supo que al hermanito de James también gustaba de la profesión de su pariente y se había metido en cahuines de espionaje… pero de cuarta categoría. Había logrado alistarse a una rama armada de su país y a pesar de que su CI estaba a nivel con la cota cero, trabajaba en una unidad de “inteligencia”, lo que parecía un contrasentido. Por otro lado, el rango militar solo de suboficial que había logrado con muchas cuñas, lo transformaban en un espía del último quintil. Casi para espionaje a los Boys Scouts de los países vecinos. Al parecer solo el apellido Bond le habría ayudado a suplir las carencias evidentes que mostraba su currículo y su experiencia de vida.
Por cierto que cuando salió a la luz pública su trabajo de inteligencia, ya en el país para el cual supuestamente espiaba, lo tenían listo para despedirlo sin aviso previo siendo la causal “incumplimiento grave a los términos del contrato”. Claro, porque se le pedía información dura, trascendente, estratégica, clasificada y él entregaba pura paja molida. Ni al Ejército de Salvación le servía lo que le enviaba a sus mandantes.
Pero eso el país empleador lo sabía y a pesar de ello, lo mantenía por cariño y razones humanitarias. Solo para ayudarlo. Porque además Elgue Bond era muy enamoradizo y tenía tres familias que mantener. Se le pagaban desvalorizados US$ 3.000 mensuales, lo que desde ya definía el nivel de los “secretos” que proporcionaba. La información que pasaba con tanto riesgo se podía encontrar en cualquier revista especializada en armas, estrategia militar, proveedores de tecnología de defensa, etc. Es más, con suerte y una solvente tarjeta de crédito hasta se podrían haber comprado por catálogo online.
Por todas estas circunstancias y otras que aún están caratuladas como top secret, el país que pagaba este outsourcing de espionaje, había decidido poner término al contrato porque en realidad Elgue Bond no daba el ancho ni menos el largo. Justo en eso se estaba pensando, cuando se filtro el asunto. La contrainteligencia del país del espía lo andaba espiando a su vez y rápidamente lo puso entre rejas y empezaron a pedirle diplomáticamente que contara lo que hacía. Después de no más de tres apretones en zonas sensibles de su anatomía, Elgue Bond contó lo que hacía, para quien lo hacía, desde cuando lo hacía y por cuanto lo hacía. Bueno, el resto es historia.Ha salido en todoa la prensa.
Sin duda una historia poco digna para la familia Bond y particularmente para el agente 007. Eso explicaría por qué Ian Fleming no le dedicó ni una línea en sus libros a Elgue Bond este. Qué bochorno,digo yo.

¿Alo Patricio? Te habla Sebastián

Publicado en La Estrella de Iquique, diciembre 2009
El martes pasado recibí un llamado inesperado y sorprendente. Sebastián Piñera irrumpió en mi celular y antes que pudiera reponerme de tamaña sorpresa, me dijo: ¡Patricio, necesito pedirte un gran favor! ¿Qué podría querer de mí el mismísimo Piñera? Casi por instinto descarté que fuera a pedirme plata.
Lo que tú quieras, le contesté. Ni loco negarle un favor a alguien que puede ser, en 30 días más, presidente de Chile. Tan leso no soy.
Como tu sabes, continuó, nuestro slogan “una nueva forma de gobierno” no es una frase más de la campaña. Refleja cómo será mi gobierno. Un gobierno donde estarán los más capaces, los más responsables y los más honestos.
¡Chuata! Pensé, parece que me está sondeando para ofrecerme un cargo. Me imaginé (confieso que tengo una imaginación muy insubordinada) llegando a ser una suerte de asesor del tipo 2° piso de la Moneda pero en versión local. No obstante, la frase siguiente que dijo me volvió a la realidad. “Quiero que en el grupo ejecutivo haya gente joven, rostros nuevos, rostros frescos, rostros de juventud, de alegría, de optimismo, de empuje, de creatividad (supuse que estarían excluidos los frescos de raj…)
El favor, me dijo, es que me ayudes a buscar a los futuros líderes de esa región. A los chilenos y chilenas de Tarapacá capaces de poner a la región en el podium de los ganadores. Como en el fútbol, hay que formar una “selección”, un equipo para ganarle a la pobreza, a la delincuencia, al subdesarrollo, a la mediocridad, al desencanto, etc., etc. y mirar con optimismo el futuro. Qué honor, me llamaba a formar la roja regional de todos. Esa noche me miré al espejo y me encontré parecido a Bielsa.
Te entiendo perfectamente Sebastián, le precisé. Ahora dame las pistas, los requisitos mínimos y los perfiles. Me los explicó uno a uno con pelos y señales.
Ayer terminé de armar el colador de malla finita. A modo de resumen entrego tres filtros para el proceso de búsqueda y selección:
a) Carerajismo. Aquellos sujetos que pertenezcan a RN y a partidos de la Coalición, que hayan sido eficientes, colaboradores, trabajadores, hábiles entregando volantes, buenos haciendo los puerta a puerta, o facilitando vehículos, plata y tiempo en la campaña, no tendrán por ningún motivo asegurado un cargo en el nuevo gobierno, No hay que confundir trabajo de campaña con competencias directivas. Los que piensen que hay que “premiarlos” por lo que hicieron, se van a quedar chupando el loly (el caramelo). Si insisten en creer que por lo que hicieron se les debe algo, por favor enviar boleta de honorarios o factura y se le pagarán sus servicios.
b) Competencias. Respecto de los postulantes que manifiesten que son polifuncionales y multipropósito y pueden servir con eficiencia cualquier cargo (ej: Fulano se postula a Seremi de Educación, de Hacienda, de Obras Públicas, de Minería, a director de Zofrisa, etc. ) Sebastián estima que es imposible ser bueno en la defensa, en el medio campo, en el arco y en la presidencia del club. Se les mostrará tarjeta roja.
c) Inteligencia Emocional. Los candidatos cuyo coeficiente de IE sea más malo que puntaje Simce de colegio municipal de comuna pobre, no serán llamados a esta selección. Para estos cargos se necesitan seres humanos sensibles, con mente, corazón y alma puesta en la gente. Si no son sinceros, si son cuenteros y orejeros (eufemismo de operadores políticos) si son o han sido “jefes vacas”, si no valoran las emociones, mejor que ni lo intenten.
Finalmente me pide que valorice las habilidades en carpintería de los postulantes. Habrá mucha pega poniendo fijas las puertas giratorias. Quienes envíen sus antecedentes sin cumplir los requisitos básicos, se les informa desde ya que serán incinerados (los antecedentes). Insistir será más inútil que la capa de Superman.

El lado bueno de Pinochet

Publicado en La Estrella de Iquique, diciembre de 2009

Es probable que nunca vaya a haber consenso sobre Pinochet. Pasarán miles de metros cúbicos de agua bajo los puentes y todo seguirá igual. Los que vivimos su época estaremos divididos entre los que le amaron y los que le odiaron.
Sin embargo, creo que para tener una opinión objetiva de cualquier sujeto, es indispensable considerar el punto de vista según sea la vereda desde la cual se mire. Y para tenerlo en la mira sin distorsiones, hay que haber estado en su tiempo, en su espacio y en sus circunstancias.
Este relato no es una apología a Pinochet. Sólo quiero hacer justicia a su memoria. En esta perspectiva, puedo asegurar que a pesar de lo que se diga, Pinochet tenía su lado bueno.
Me siento calificado para decirlo y es la primera vez que lo confieso. Pasé varios años de mi vida muy vinculado a él y por cierto afectado por sus decisiones, muchas veces injustas. Fue una persona muy decisiva e influyente durante parte importante de mi existencia.
Cuando con amigos de la época nos juntamos, la mayoría revive las imágenes que muestran al Pinochet autoritario, abusivo, sarcástico, indolente, dictador y cruel. Y esa imagen es la que predomina. Sin embargo, les aseguro que tenía su lado bueno.
Reconozco que era autoritario, mesiánico y dictatorial. Un emperador romano de la época dorada del imperio. Un semi dios al yo le tenía mucho miedo y cuando me preguntaba algo, me tiritaba la pera, me transpiraban las manos, me saltaba la guata, quedaba mudo, tartamudo y sin ninguna reserva de neuronas que vinieran en mi auxilio para hilvanar una respuesta sensata. No podía contestarle y un par de veces confieso que se me corrieron los meados. Y el se reía. Lo disfrutaba cruelmente. Te metía el dedo en la herida hasta el fondo. Una respuesta equivocada y ¡cagaste te mandó saludos! Caías en la lista de los rojos (el rojo sangre le apasionaba). Te transformabas en su enemigo y te declaraba la guerra. A partir de ese momento eras un “comunacho” y quedabas plenamente identificado. En verdad era un gallo perverso y muy re vaca. Pero tenía su lado bueno.
Muchos -si hubieran podido - habrían asesinado a Pinochet. Ganas no les faltaban y los voluntarios sobraban. Algunos sugerían un atentado o algo así. Pero las posibilidades eran mínimas. En el territorio de su dominio, no se movía ni una hoja sin que él lo supiera. Una legión de esbirros le cuenteaba en la oreja (siempre en la derecha) todo lo que quería saber. Era siniestro para sus cosas. Pero tenía su lado bueno.
El perfil de Pinochet también incluía una personalidad muy exigente. No aceptaba errores. Y tolerancia cero a la desobediencia. Permanentemente te estaba calificando, evaluando, midiendo, poniendo nota por lo que hacías. Y sus decisiones eran invariables. Jamás las cambiaba. Ni medio punto, ni una milésima. ¡Viejo jodido este Pinochet. Lo odiábamos. Pero tenía su lado bueno.
Y lo bueno de Pinochet era precisamente la exigencia. No aceptaba la mediocridad. Nos obligaba a luchar por lo mejor. A mirar el futuro nuestro y el de la Patria con mentalidad ganadora. Nos amaba a su manera y lo demostraba exigiéndonos al máximo. Quería que fuéramos chilenos de primera.
Venía seguido a Iquique.Yo lo acompañaba a Zofri. Compraba montones de cosas. La mayoría eran regalos “para sus chiquillos”. En el fondo nos quería mucho a su manera.
Después de cumplir 30 años de profesor en el liceo, alcanzó el cargo de director y una lapicera de oro. Se lo merecía don Pedro Pinochet Ramírez, mi viejo y querido profesor de Historia, Geografía y Educación Cívica.
Cuando Pinochet murió, varios de sus alumnos fuimos a su despedida. Pero también llegó un lote grande a proferirle los últimos merecidos garabatos porque según ellos, les amargó parte de sus vidas. Es entendible, ellos nunca conocieron ni comprendieron su lado bueno. Pinochet, descansa en Paz.