miércoles, julio 22, 2015

EL TEATRO DEL ABSURDO

Publicado por El Longino en mayo 2015
El Teatro del Absurdo es una expresión cultural inspirada en obras de dramaturgos  norteamericanos y europeos de los años 1940 al 1960. Se caracteriza por tramas que parecen carecer de significado. Diálogos repetitivos y sin secuencia lógica. Atmósfera onírica con fuertes rasgos existencialistas, cuestionando la sociedad, al hombre y sus constructos. Mucho humor especialmente el humor negro. Incoherencia, coprolalia y exaltación de lo ilógico, son parte de sus peculiaridades.
Este arte estaba “discontinuado” y  dormía tranquilo en el mundo del olvido. Pero  Chile,  el otrora Jaguar de Sudamérica,  lo puso en cartelera, con una alianza estratégica público-privada. El Estado y los privados han invitando a la Nación toda a ver en  salas, teatros, tribunas, alamedas anchas y angostas, una “joyita ”  del teatro del absurdo, con un libreto (Programa) que permite la libre expresión de los  actores y actrices que salen, entran, dicen y se desdicen, declaran o no declaran,  desaparecen, deambulan  o quedan atrapados (en cárceles o domicilios) y  que pueden en cualquier momento reaparecer por los pasillos de Tribunales, Fiscalía  o  la Casa de Toesca. Esto se replica también en escenarios como la gran Torre de Badel  de Valparaíso (donde en un diálogo de sordos pero no de mudos, se confunden y se enredan los idiomas, los acuerdos, pero básicamente las ideas) con una pléyade de actores novicios, sénior o trainee que dan vida a un libreto kasfkiano, que ni  Ionesco en unión con nuestro psico-mago Alejandro  Jodorosky  podrían superar. Y todo esto, bajo el atento liderazgo de una calificada directora, traída directamente de New York,  tras muchas visitas de dos miembros (Peña y Lillo) del G90 para conseguir sus servicios.    
En este Teatro del Absurdo chileno, suceden cosas sin explicaciones lógicas. Hay  incongruencia entre el pensamiento y los hechos. Incoherencia entre las ideologías y los actos humanos - de dudosa calificación como tales-. Los personajes tienen un gran obstáculo para expresarse y comunicarse bien incluso entre ellos. Los de un mismo conglomerado, con el mismo libreto expresan diferencias, son ideológicamente parecidos pero piensan diferente y actúan a su amaño. En esta alianza espuria el  libreto, para muchos es un dogma de fe  y para otros, es como la Biblia para los protestantes, cada cual la interpreta a su conveniencia. Por eso el Programa a veces sirve y otras molesta. A causa de este caos, la calle se expresa cada día más en los escenarios abiertos, principalmente en las calles del angustiante Santiago como también en las anchas Alamedas reclamando por la mala calidad de los actores, lo absurdo del libreto y por lo poco que se les paga al elenco que les obliga a pitutear . Así, la falta de recursos para mantener la obra en cartelera y el libreto incólume, obliga a buscar platas “turbias”.  Por otro lado la audiencia “rica” o sea  los que tienen dinero, que son dueños de las grande empresas y que  invierten, generan trabajo y aportan al PIB cerca del 70  %, se ponen perversos y pasan platas a diestra (derecha ) y siniestra (izquierda) tratando de ser equitativos.  Y ahí caen en las redes de la corrupción, al financiar de paso la política para sacar leyes favorables para todos los chilenos pero principalmente para ellos.
No se puede saber con este teatro del absurdo, cómo o cuál  será el desenlace. Trasparentar todo o tapar todo. Muchos optan por lo primero, so riesgo de crear un desequilibrio total que afectaría fuertemente la economía y el país se va a la mierda. O aplicar la sabia política de don Pato  Aylwin, hacer todo, “en la medida de lo posible”. Los actores están desorientados, la audiencia  está perpleja, la calle está indignada, el mundo mira asombrado nuestra declinación, el Papa nos ayuda poco con sus truchos nombramientos de obispos, etc. Creo que la directora se recrimina por haber dejado la Gran Manzana. O por no haber revisado bien  el libreto y testear  al elenco. La loca del Patio de los Naranjos por ejemplo, debió haberla  dejado en Relaciones Públicas, al ministro de Defensa de Cónsul en La Paz y  Martelli en Impuestos Internos (por su habilidad recaudadora).
En este tipo de teatro todo es posible,  hasta lo absurdo. Me parece entretenido, tanto o más que el absurdo Rinoceronte de Ionesco. Digo yo.


domingo, junio 21, 2015

La triste historia del Rey Arturo

Había una vez,  en una parcela de agrado de propiedad de Sir Pitbull,  cita al sur de  la capital del reino de Chile, se encontraba el legendario Rey Arturo,  reunido con algunos de los Caballeros de la mesa Redonda  y sus doncellas, que venían a estas tierras hispanas a un torneo deportivo con el propósito de tomarse la Copa América . La mayoría de ellos, eran respetados caballeros que vivían en centenarias ciudades de Europa. 
Y allí estaban, libando  exquisitos y onerosos vinos de cepas también europeas, de muy buena estirpe,  que les ayudaban a digerir y facilitar el paso por el tracto alimentario de las carnes a las brazas de sabrosas carnes de Wuayu,  al que ellos lo identificaban como el “asao de guallú”. Por su vida viajera y mundana, los caballeros no tenían ya el hábito de comer vacuno. Y como eran todos ricos o muy ricos, gastar unas cuantas monedas  de más en carne fina, no les salía ni por curados.
Como parte del jolgorio y la tradición,  también entonaban cánticos y gritos guerreros, como el  CHI, CHI, CHI, …LE, LE, LE…a la vez que exhibían sus tatuajes de guerra, que mostraban saludos, promesas, honras y creencias graficadas en frases bíblicas y en letra gótica, como asimismo, variada iconografía religiosa.
Y allí estaban, libando caballerosamente los brebajes espirituosos provenientes de oscuras botellas de “poto profundo” y  disfrutando frente a la mesa redonda (la forma circular era para expresar el sentido de equipo e igualdad ) sin una posición privilegiada. Sin embargo no cabía duda que el líder natural era el Rey Arturo,  reconocible de inmediato pues  era el que blandía la espada Excalibur y que tenía el corcel más caro y veloz. Un potro de color rojo italiano, del stud de la Ferrari uno de los mejores del mundo. Brioso, picador, desafiante, digno de un rey.  
En aquella aciaga tarde y tras el bendito asado, Arturo y su reina salieron hacia la capital, pero al Rey se le ocurrió pasar por el Casino Monticello a botar unas pocas monedas profanas y servirse algunos copetes para no llegar con olor a carne a la concentración. Allí perdió varios miles de pesos, pero mucho más perdería (casi $200 millones) en pocos kilómetros más adelante. El resto es historia. Todos los medios nacionales e internacionales difundieron este affaire deportivo-lúdico- etílico.
Nunca pensó el Rey Arturo que podría confundirse tanto con el mandato de la hinchada nacional  cuando le pidió que “levantara la copa”. Lo que casi lo mató, fue levantarla en exceso, dejando malherida su imagen.   
Al amanecer,  tras una noche entre rejas y quejas por dolores varios, pero no graves  y una vez oreado y ya sin ganas de pegarle a ningún funcionario del orden público, optó por disculparse ante sus súbditos. Fue impactante ver lloriquear y hacer pucheritos a un Rey. Uno se hace la idea de que los monarcas son todo poder, autoridad, fuerza, valentía y audacia. Nunca afectados por las banales emociones propias de los siervos de la leva.  Yo soy de la época (mi mamá me lo enseñó)  en que los hombres no lloraban, por eso creo que el Rey Arturo debió ser más machito. Le faltó algo, posiblemente la asesoría de un consejero como el mago Merlín o de su ayudanta la hada Morgana.    
El que le prestó ropa al día siguiente de la noche trágica donde murió su potro italiano,  fue Sir Alexis Sanchelot  un atlético mancebo de Londres de origen humilde pero con Corazón de León. Así, se reanimaron los espíritus, volvió la fuerza, la confianza y todos los Caballeros de la Mesa Redonda volvieron a cabalgar con su Rey. Y fueron felices hasta la próxima Copa. Salud, digo yo.   

sábado, junio 06, 2015

NO MENTIR, PERO EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE

Publicado en diario El Longino de Iquique, edición del 7 de junio de 2015
 La corruptela nacional se desató cuando se hizo público el llamado caso Penta y luego se sumaron  Soquimich y Caval, solo por mencionar los más simbólicos. Esto, tiene con tiritones de pera, colitis, taquicardias, ticks,  y otras manifestaciones visibles de mal estado de salud, a conocidas figuras del  mundo político y empresarial. Sujetos no precisamente de baja estofa, sino muchos  de primerísimo  corte.      
Pero lo que me interesa descatar de todo esto, es cómo los chilenos nos hemos llegado a convertir en lo que hoy somos. Socios del club mundial de los corruptos. Sin duda que esto de la globalización nos agarró también con otro de sus largos tentáculos y nos trajo este presente griego. Un regalito tipo El Padrino, imposible de rechazar. O te sumas  o te …sumas.
Y la mentira o mejor dicho,  la no verdad, es parte de la globalización. Si fuéramos ingenuos y no mintiéramos, se nos asegura,  las cosas definitivamente no funcionarían. Hay que aceitar las maquinarias. Para ser parte del sistema es fundamental mentir, aunque sea un poquitito, para que las cosas marchen para el lado que nos beneficie.  
De mis tiempos infantiles cuando aún estaba en plena gracia divina, aprendí  que  mentir era pecado, no recuerdo si mortal o venial, pero era muy malo hacerlo.  Incluso peligroso intentarlo. Mi madre decía  que para mentir y comer pescado había que tener mucho cuidado. Y también, que era más fácil pillar a un mentiroso que a un ladrón. Y eso me parece que se valida al escuchar las primeras declaraciones ( después las cambian) de los incumbentes corruptos que hoy están con tiritones de pera, colitis, taquicardias, etc. 
Mi conclusión es la misma que tenía el 2011 cuando escribí una  crónica a partir de un silogismo del cual soy autor (y no estoy mintiendo) cuando dije: “Los hombres son humanos. Mentir es humano. Ergo, el hombre miente. Yo creo que mentir es inherente al sapiens y que ese rasgo está grabado en sus genes. Si nos remitimos a los  orígenes,  basados en el relato bíblico, verificaríamos que en el Paraíso el detonante del desastre fue una mentira. La pérfida serpiente le mintió a Eva; la coqueta Eva le mintió a Adán; el impúdico Adán le mintió a Dios. El resto es historia. Mentira tras mentira se edificó el mundo. Este mismo relato de los primeros padres en el Edén, dicen que es una reverenda mentira. Otros, una verdad revelada.
“Mi conclusión es dramática y categórica: todos mienten. Mienten los políticos, mienten los médicos, los abogados, los bomberos y los alcaldes. Mienten los árbitros, los jueces, los obispos, los vendedores de AFPs y los tarotistas. Mienten los periodistas, los testigos de Notarías, los conserjes, los contratistas, los profesores, los maridos, las esposas, los Rotarios, los Leones, los agnósticos, los artistas, los senadores, los colectiveros y los ejecutivos de cuentas. Mienten las gitanas, las secretarias, las tías, los católicos, los protestantes, los testigos de Jehová, los dentistas, los tasadores, los entrenadores y los mecánicos. Mienten los farmacéuticos, los sociólogos, los obispos, los miembros de los directorios, los jugadores de póker, de dudo y de brisca, los locutores, los empresarios, los gerentes, los hombres y las mujeres…todo el mundo miente y el que diga que no lo hace, es un mentiroso”.
No quiero hacer una apología a la mentira pero le reconozco que a veces es a causa de un exceso de imaginación y creatividad. Creo también que mentir o no mentir, es como la ambigüedad del “To be or not  to be” . Por eso, me declaro categóricamente incorrupto. Pero  en la medida de lo posible como decía Aylwin. Digo yo   


EL CUENTO CONSTITUCIONAL

Publicado en diario El Longino, edición del 24 de mayo 2015
Me sumo a los que piensan que ya es hora de  cambiar la Constitución. Los problemas que nos está provocando una Carta Fundamental inadecuada nos tiene en un estado de confusión, desorden y violencia.  
Yo he estado preocupado de esto por años y he escrito crónicas poniendo esta situación en el tapete, pero sin duda no he logrado influir suficientemente como para mover las masas.   
Tengo dos explicaciones de mi fracaso. La primera es porque la cantidad de lectores que he logrado fidelizar son insuficientes y la segunda, porque no ha sido clara mi propuesta. Pero como soy porfiado y adicto a que las cosas siempre me resulten, haré un nuevo intento, especialmente ahora que siento que soplan nuevos  aires, proclives a cambios de rango  Constitucional.
Señalaré en primer lugar los fundamentos que abalan mis cambios y que justamente se notaron una vez más durante la cuenta presidencial ante el Congreso Pleno. La ciudadanía siempre desea con mucha esperanza, que los anuncios presidenciales ofrezcan beneficios nuevos, platas por aquí, regalos por allá, lo que pocas veces ocurre ya que el mensaje del 21 de mayo, nunca, deja a todos contentos.  Estoy convencido que esto se debe a una mala interpretación del texto Constitucional, debido a un artículo de la ley que se presta a confusión aún cuando yo lo veo claro. Considero que cuando el sentido de la ley es claro, no se debe desatender su tenor literal, a pretexto de consultar su espíritu. Esto lo aprendí en mis ya lejanos estudios de ramos de Derecho.
Y el espíritu – valga la conexión - es que el Presidente hable de lo que hizo, “que de cuenta” de lo realizado en el período recién pasado. Jamás podría pedírsele rendir cuenta del estado de algo   que recién programe hacer. La Constitución establece en el último párrafo del art. 24 del capítulo IV, lo siguiente: El 21 de mayo de cada año, el Presidente de la República dará cuenta al país del estado administrativo y político de la Nación ante el Congreso Pleno”.
Está claro que se trata de un  “dar cuenta”,  de informar lo que se ha hecho en un período anterior. Sin embargo, lo que esperan, quieren y entienden los políticos y la ciudadanía - a mi juicio equivocadamente - es que el Presidente de cuenta de lo que va a hacer en el futuro inmediato. De ser así, no sería dar cuenta del estado administrativo y político de la Nación , sino más bien contar un cuento, hacer un relato de lo que va a ocurrir, algo muy con cara de promesas de un mundo mejor. En esas circunstancias el cuento debiera terminar con un…“y se casaron y fueron felices para toda la vida”.
Por otra parte, está la celebración ese mismo día y en el mismo lugar, el homenaje a las Glorias Navales  y a nuestro héroe Arturo Prat, acto que cada vez más,  se realiza en ambientes de gran desorden y violencia. El acto se transforma así en un drama público que daña totalmente la celebración. ¿Por qué se realizan las dos actividades el mismo día?  Porque la Constitución consigna una fecha que hoy es muy mala.
Por eso propongo se hagan dos cambios  al artículo 24 de la Constitución. El primero para aclarar el sentido y  espíritu de la expresión “rendir cuenta del estado administrativo y político”. Y el segundo, cambiar la fecha para esta rendición de cuenta.    

Con estos cambios Iquique  podría recuperar su posición de liderazgo como epicentro del combate Naval más glorioso de la Historia de Chile y solicitar que la celebración nacional de las glorias  navales sea donde los hechos heroicos ocurrieron.  También podría pedirse que el municipio declare el 21 de mayo el día de Iquique. Pero ese es otro cuento, digo yo.   

sábado, mayo 16, 2015

ERRORES Y HORRORES

Todo el proceso del cambio de Gabinete y el nombramiento del nuevo, estuvo pleno de errores y horrores. Estos sucesos quedarán escritos en la Historia, como episodios atípicos de nuestra vida republicana.  O tal vez, sirva de modelo de un nuevo estilo de  gobernar y hacer política. Más mediática, más farandulera, menos republicana.  Los historiadores y los sociólogos deberán calificar estos sucesos e interpretarlos.   
Todo lo que ocurrió después de los anuncios del cambio fue sorprendente, kafkiano y surrealista. Especialmente durante las 72 horas transcurridas desde la salida al aire del programa de Don Francisco, donde la Presidenta hizo un anuncio oficial, diciendo “le pedí la renuncia a todos mis ministros”.  Desde ese momento se desató el caos. La tradición  republicana se fue a las pailas. Un anuncio de este tipo difundido en un programa de televisión aunque haya sido con un animador de fama mundial sin duda fue algo bastante insólito. Mucha gente enganchó con el sentido farandulero y hasta pensó que posiblemente el nuevo Gabinete sería dado a conocer en el programa del Quique Morandé.  Demasiados errores y horrores. Poco clásico.  
Afortunadamente alguien reparó a tiempo que a nuestro defensor en La Haya, el ministro de Relaciones Exteriores no se le podía pedir la renuncia pues era como desautorizarlo en plena misión. Por suerte no todos se habían ido y alguien quedaba en las oficinas del gobierno que llamó para soplarle a la Presidenta que había que corregir el error. Así ipso facto lo recontrató. Probablemente el ministro no alcanzó ni a darse cuenta que había quedado cesante por un rato.    
Durante las horas que pasaron de 72 a más de 100,  la imaginación, la creatividad, el ingenio, las suposiciones, los cálculos, las sospechas, las tincadas, las adivinaciones  y todo tipo de especulaciones de los chilenos sobre el nuevo Gabinete fueron in crescendo. Que volvía el Panzer, que llamaban de vuelta a Vidal, a la Tohá y otras horrorosas como también honrosas  proposiciones. Finalmente tras ese centenar de horas que parecía eterno para los ciudadanos, literalmente sin gobierno, salió humo blanco.  Y aquí empezó de nuevo la especulación.  ¡Se acabó la Nueva Mayoría. Es el retorno de la Concertación. Primero está la Patria y después los idealismos! Y aparecieron las preguntas del millón de dólares ¿Por qué no echaron a Eyzaguirre también ¿ ¿Cómo se les ocurre poner a José Antonio Gómez en Defensa si había propuesto darle salida soberana al mar a Bolivia? ¿Por qué pusieron a otro comunista? Errores y horrores que solo el tiempo podrá aquilatar a la luz de los efectos futuros. Suele decirse que no hay más verdad que la realidad,  así es que solo nos queda rezar y esperar confiados.

Todo este asunto de génesis tan poco clásica y ortodoxa está lejos aún de normalizarse y llegar a su fin. Ya empiezan a aparecer nuevas aristas y también  “artistas”, como un personaje insólito, que ya fue apelada como “La Loca del Patio de Los Naranjos”. Resultó ser la ex sub jefa de gabinete de Sebastián Dávalos. Una loca que a pito de nada empieza a hablar leseras. Una desconocida que tuvo línea directa con Caburga. La que en la medianoche  deambulaba por los salones solitarios de la Moneda y se sentaba en el sillón de Allende  para empaparse de socialismo mientras se declaraba bachelletista del dedo chico del pié hasta la punta del pelo. En verdad, sus competencias eran precarias pues le confundía el nombre a Peñailillo y hasta creía que eran dos personas Peña y Lillo. Y para peor se creía vidente y vaticinó que “Sebastián”  Peñailillo, sería presidente de Chile en 15 años más. Y lo dijo a la prensa, para evitar que “elugubren” diciendo que esto era un tema de ética socialista. Oh my God, qué errores  y horrores en  todo esto, digo yo.  

LA GEOMETRIA POLITICA


Publicado en El Longino de Iquique, el 10 de mayo 2015. 
“Nadie que no sepa Geometría entra en mi casa”, es una  frase que se le atribuye a Platón, el filósofo griego. Esto expresa la importancia de esta disciplina para entender el funcionamiento de las cosas.  En general los griegos contribuyeron mucho al estudio y desarrollo de la Geometría y también de la Política, las que consideraron ciencias fundamentales.
Coincido con los griegos –modestamente- pues en mi opinión Geometría y Política son Ciencias  fundamentales para el buen funcionamiento de las naciones. Y esto se ha evidenciado mucho en el Chile presente  con graves   problemas  y  no me estoy refiriendo a los incendios,  aluviones ni a las erupciones volcánicas, sino a la explosión múltiple  en Santiago con epicentro en el cuadrante Moneda, Morandé, Estado, Teatinos, Alameda.  
Lo que pretende esta crónica, es demostrar que la Geometría, genera efectos y altera la Política, pudiendo ser la causante primaria de muchos de  nuestros padecimientos no naturales. Relataré los últimos acontecimientos  poniendo el término incumbente  “entre comillas”, para su mejor identificación. Sostengo la tesis que mucho de lo que nos pasa  es por culpa de la Geometría.
Hace algunos meses, este pequeño y “vertical” país del subcontinente sudamericano,  se vio repentinamente afectado por muchas  situaciones que lamentablemente se presentaron  en forma “paralela”. Una de ellas, parecía “meridianamente” clara y habría parecido ingenuo y hasta “obtuso” no darse cuenta que algo no caminaba bien.  No obstante  la primera dama de la República que en este caso era la que tenía el cargo que la pone en la “cima  de la “pirámide” del poder, dijo no saberlo por estar en otra “área” del territorio nacional, disfrutando sus vacaciones.  Esto lo creyó muy poca gente, pues verdaderamente no tenía mucha “base” de  sustento. Aparentemente era un “ángulo”, una “arista” que aparecía  en “paralelo”  que se sumaba al embrollo que se había  armado con Penta y que se empezó a mover en “círculos”, en forma muy poco “ordenada”, lo que permitió abrir nuevas aristas que no siendo iguales a las otras, presentaba mucha “simetría”. La líder del gobierno desde la cúspide del poder, quiso cerrar el “cuadro” pero fue como salir al “cuadrilátero”, a recibir golpes que venían  por todos “lados”. Ante esta “figura” desordenada y caótica y sin querer irse por la “tangente” quiso dar el golpe de gracia para terminar tantos hechos que crecían y avanzaban en “paralelo”. Para colmo, no tenía mucho “radio” de acción y además se sentía sola y abandonada  pues el apoyo de sus pares, era como  “línea” discontinua.  Tenía la sensación de estar subida en un “trapecio”,  e intentando no caerse tiró sus “líneas”, dejó de hacerle caso a un colaborador muy “cuadrado” y enfrentó el asunto con decisión y coraje. Sacó pecho y se fue al programa de don Francisco  para dar a conocer su arma mortal. Un nuevo gabinete. Un “cuadro” nuevo de colaboradores para enfrentar  los urgentes compromisos gubernamentales.  Se olvidó del “pentagrama” o “pentáculo” e hizo foco en las  “bisectrices” que habían dejado los problemas y se propuso cuadrar el “círculo”.   Aparentemente se fue por la tangente, avanzó en “zigzag,  caminó por la “línea discontinua” y  llegó tarde a todo porque olvidó que la distancia más corta entre dos puntos es la línea “recta”. Y a propósito, descubrió que los no “rectos” no solo estaban fuera del gobierno, sino que cohabitaban en su “círculo” íntimo.
Con el cambio ministerial, ojalá no se de una vuelta de 360° porque conforme a las leyes de la  Geometría va a quedar donde mismo. Ni que cuando enfrente otras dificultades y quiera llegar más rápido, no se vaya por los catetos, sino por la hipotenusa. Eso es geometría básica. Y si desea trascender que estudie Geometría Sagrada. Pero eso ya sería la arista esotérica. Digo yo.

LAS LEYES DEL PODER

Hace un tiempo,  leí el extracto de un libro sorprendente. Me dio buenas pistas para entender algunas de las razones que explican el comportamiento moral y ético del hombre en la sociedad  actual. Lo encontré atinente con lo que hoy se vive  en el mundo y en Chile en particular, por lo que decidí compartirlo, para que de alguna manera  se pueda entender la crisis de valores, de confianza y fundamentalmente de  la lucha por el poder político, económico o ideológico.      
El libro recopila tres mil años de historia del poder en 48 leyes concisas y aplicables, que sintetizan la filosofía de Maquiavelo, Sun-Tzu, Gracián y Von Clausewitz, entre otros. Algunas de estas leyes enseñan la necesidad de la prudencia, las virtudes de la cautela y hasta la necesidad de carecer de misericordia. Gusten o no,  todas son aplicables a la vida real.
Esta crónica no es una invitación a aplicarlas, sino a reflexionar sobre ellas, especialmente hoy cuando la Etica y la Moral,  son valores que hoy en Chile,  han parecido estar en estado de muerte, aún cuando se ve una luz al final del túnel. Este estado de la situación, obliga a un overhaul,  a un aseo a fondo. Desde  luego, manteniendo dos premisas criollas básicas: el “caiga quien caiga”  y  el “hasta las últimas consecuencias”.
Lo que plantean los autores del libro me parece finalmente, algo así como el manual  de consulta del perverso y con un objetivo claro, llegar al poder. Son por lo tanto sugerencias Premium que todo mal político, pésimo jefe o inmoral orientador espiritual, debe saber y aplicar, para ascender por la ególatra pirámide del poder.
Cito a modo de ejemplo algunas de estas 48 leyes del poder. Ojala los lectores puedan encontrar aquí alguna explicación del por qué y para qué - los que detentan el poder- hacen lo hacen y dicen lo que dicen.   

Y para muestra un botón, aquí les incluyo como ejemplo, 3 leyes del poder:
Nunca eclipses al amo. Haz siempre que tus superiores se sientan cómodamente superiores. En tu deseo de complacerlos, no vayas demasiado lejos mostrando tus talentos, ya que podrías lograr el efecto contrario, inspirar temor e inseguridad. Si haces que tus jefes parezcan más brillantes de lo que son, llegarás a las alturas del poder.
Disimula tus intenciones.  Mantén a la gente fuera de equilibrio y en la oscuridad, al no revelar el propósito detrás de tus acciones. Si no tienen idea de lo que estás haciendo, no pueden preparar la defensa. Guíalos lo suficientemente lejos por el camino equivocado, envuélvelos  en suficiente humo  y para el momento en que se den cuenta de tus intenciones, será demasiado tarde.
Haz que la gente dependa de ti. Para mantener tu independencia, siempre debes hacerte necesario y deseado. Mientras más dependan de ti, más independiente serás. Haz que los demás dependan de ti para tener felicidad y prosperidad, y no tendrás nada a qué temer. Nunca les enseñes tanto como para que puedan existir sin ti.
Reconozco y a la vez advierto que la obra es definitivamente amoral, implacable, pero astuta e instructiva a la vez. Al leer estas leyes se entenderá el porqué de los abusos del poderoso, el por qué su jefe es tan “mala persona”, por qué no le da espacio y oportunidades y  cuáles son las mejores malas prácticas para ascender.  
Es posible que algunos o muchos de los que hoy ya están sentados en los sitiales del poder político, económico o religioso, lo hayan leído o que sea su libro de consulta y libro de cabecera, para repasar sus páginas cada noche.

 Inspirado en el libro,  hoy abusé del poder que me da tener una columna en este diario, para decir lo que pienso. Aunque finalmente el director, si lo estima, me deja fuera. Digo yo.   

viernes, mayo 01, 2015

EL RETORNO DE LOS BRUJOS

En 1960, se publicó un libro que en poco tiempo vendió  millones de ejemplares. Los autores, Louis Pauwels y  Jacques Bergier trataron temas muy novedosos: supuestos fenómenos parasicológicos, civilizaciones desaparecidas,  esoterismo y sus conexiones con el nazismo y otros asuntos, que supuestamente podían dar comienzo a nueva revolución capaz de cambiar los modelos imperantes. Una suerte de revolución cultural que generó gran expectación y que fue objeto de críticas muy elogiosas y también demoledoras.  
En el libro, titulado El Retorno de los Brujos, los autores planteaban que había una suerte de “sabiduría”  que era patrimonio exclusivo de un grupo de personas especiales, que tenían, de alguna manera, el monopolio de la verdad. Esto suena igual o parecido a lo que se ve en los momentos actuales. El gobierno y la nueva camada de dirigentes, que se aprecian en serias dificultades,  empiezan a escuchar  voces  venidas así como de ultratumba que dicen: Hay que cambiar el gabinete, Peñailillo no da el ancho, hay que adelantar las elecciones, etc. etc.
Vivimos el retorno de los brujos y sus voces están plenamente identificadas. Son los viejos estandartes, aquellos históricos de los partidos de la antigua Concertación. De la tienda política multipartidista de la época de Allende, post Allende y un poco del  primer período de Bachellet. De los brujos que retornan los más visibles que recuerdo son  Sergio Bitar, Edmundo Pérez Yoma, José Miguel Inzulsa, Camilo Escalona y Carlos  Ominami.  Son los que se las saben todas. Por eso se autorizan así mismo para opinar y pedir lo que se les pase por sus cabecitas. Pero, lo que este grupo de magos parece no haberse dado cuenta, es que estamos en el 2015,  y que las cosas han cambiado radicalmente y que el peso específico de los políticos en general, incluidos los brujos, es menos que el de un paquete de cabritas. Ya no pesan.  Por respeto a la trayectoria, quedan fuera de esta selección los brujos Premium: Patricio Aylwin, Ricardo Lagos, Eduardo Frei y el aprendiz de brujo,  Sebastián Piñera.   
Dentro de las fórmulas (pócimas) que ofrecen estos brujos, no pueden  faltar: adelantar las elecciones; llamar a asamblea constituyente; cambiar el gabinete, adelantar las elecciones y otras. Todo esto, para evitar que  Chile muera (institucionalmente).  Y que todo cambie para que siga igual.
Tal como en el libro, hay una “realidad fantástica”, una forma de leer el momento y el contexto, que siempre es mucho más complejo de lo que suponemos. La percepción de los hechos y nuestro juicio acerca de lo verdadero y lo falso podrían estar sesgados por los nuevos estándares. La corrupción por ejemplo, aceptarla como algo que siempre ha existido y que todo el mundo  la acepta. Por eso lo de ahora parecería malo, anormal o ideológicamente falso, pero podría no serlo, pues todo depende cómo se mire, cuándo se mire y para qué se mire. O que no se mire. Y siendo así,  un borrón y cuenta nueva  podría terminar siendo excelente y  el categórico caiga quien caiga, un desastre.  Sin considerar la fórmula salvadora –cuando ya se está en las perdidas- echarle tierra a todo,  “por razones de Estado”, para lo cual podrían servir las otrora famosas retroexcavadoras.   
Lo positivo sería que el ciudadano libre de prejuicios, teorías y concepciones caducas  vuelva a mirar directa y valerosamente los hechos cara a cara, antes de decidir.  No creer a raja tabla lo que dicen los brujos, ni menos las brujas y sus asesores.  

Leí el libro siendo muy joven sin entenderlo mucho. Pero igual me produjo retortijones. Por eso que cuando me entero del retorno de los brujos nuevos, formados “en la vieja política”, me da miedo.  A pesar de que yo no creo en brujos Garay, pero yo se que de haberlos, los hay. Digo yo.       

martes, abril 21, 2015

LA INCUMBENTE CORRUPCION

Publicado en el Longino de Iquique. edición domingo 12 de abril

Nadie debiera mantenerse indiferente a la luz de los hechos que conocemos diariamente sobre actos corruptos, gente corrupta, intenciones corruptas y otros eventos  de dudosa  transparencia. Ante esto, me pregunto si  el ministro Peñailillo todavía seguirá creyendo que Chile no es un país corrupto.  Creo que a  estas alturas, muchos coinciden con lo que dijo el Contralor General de la República antes de dejar el cargo (no porque haya hecho algo indebido, sino por cumplimiento de su período) en el sentido que la corrupción ya había llegado a Chile.
Es posible que la fatídica corrupción ya haya estado desde antes sembrada-  parafraseando a don Alonso de Ercilla- en esta fértil provincia señalada donde la gente que produce es tan granada, y que solo en las últimas primaveras haya germinado. Es probable también,  que nos estuviéramos haciéndonos los lesos, los sordos o los cortos de vista.
Ahora en cuanto a la magnitud de esta corrupción y los topes de la misma, me pregunto cuál será ese límite, el punto de inflexión, el lugar desde donde se camina por la cornisa. Aquí,  no puedo dejar de mencionar las palabras de un amigo que era fiscalizador de la Contraloría.  El estimaba que recibir de sus fiscalizados ciertas “atenciones” no tenía nada de malo y decía que  “comida y  trago no era coima”. Comió y tomó como rey con cargo al Erario Nacional durante los 35 años que duró su lúcida y exitosa carrera pública. Se retiró con cero cargos de conciencia. Su jefe lo calificó siempre en lista 1 de mérito con el máximo puntaje. Por cierto que muchas veces lo acompañó a sus comidas. 
Frecuentemente pienso que esto de la corrupción generalizada dice relación con los límites. La border line que divide lo ético de lo no ético, lo correcto de lo incorrecto. Un asunto que excede el ámbito de una sola área del quehacer humano. Está en todas las unidades económicas (públicas o privadas), traspasa toda la actividad del hombre en la sociedad. Está de alguna manera instalada en el ADN personal. 
Para chequear de alguna manera si eso es válido, elaboré un test proyectivo que permitiría  detectar precozmente como estamos con la corrupción. Invito a contestarlo y hacerse un autoanálisis. Las preguntas son las siguientes: 1. Estando Ud. en Kinder, recuerda si su mamá le envió por su intermedio un regalito a la tía. 2. Copió o usó torpedo en las pruebas de la Enseñanza Media. 3 Pide siempre la boleta de compraventa. 4. Le ha pedido a algún médico amigo una licencia “ideológicamente falsa”. 5. Compra CD´s pirateados. 6. Ha copiado de Internet algo que luego exhibe como de su autoría. 7. Cuando niño, se quedó alguna vez con el vuelto de la compra del pan. 9. Presentó en el colegio un “falsificativo”. 10. Le tiene firmado a su Nana el nuevo contrato de  trabajo  11. Acepta pequeños regalitos (dulces, chocolates, lápices, etc.) de las personas que atiende.  12. Recibe regalos de sus proveedores para Navidad. 13. Si le dan vuelto en exceso, lo devuelve.   14. Le paga todas las horas extraordinarias trabajadas a sus empleados. 15. Fingió alguna vez un orgasmo.
No hay que asustarse con sus SI o NO , Las respuestas solo marcan tendencias. Determinan el  potencial de corrupción subyacente, algo que cualquier ciudadano éticamente sano lo presenta. Hay que aceptar que todos tenemos techo de vidrio. Cada cual tiene en su vida un cadáver en el armario (o en closet). Algo escondido que se siente avergonzado a exhibir. 

Las preguntas pueden parecer irrelevantes, frente a los pastelitos que se ven en estos días. Pero no es un asunto de cantidad, sino lo que hay detrás. Descubrir si somos corruptos, corruptibles o incorruptos. Yo categóricamente me declaro incorruptible, pero por cierto todo es conversable. Digo yo. 

PANDORA, EVA Y LA NUERA

Publicado en el Longino edición domingo 19 de abril
En la mitología griega, Pandora fue la primera mujer creada por orden de Zeus para introducir los males en la vida de los hombres. La dejó a cargo de una caja pidiéndole que no la abriera pues si lo hacía se escaparían  las desgracias de la humanidad. En la Biblia, también se puede advertir el rol de otra mujer, la pecadora y pizpireta  Eva y su truco de la manzana, a quien se le cargan todos los males hasta nuestros días.
Y a propósito de esto,  en Chile se puede hacer una relación de aquella Pandora y la señora Compagnone, la que sin quererlo, destapó “ingenuamente”   la Caja y permitió la fuga masiva de múltiples males, como la corrupción, el fraude al fisco, el tráfico de influencias, las ganancias especulativas, etc.      
Sin tener predisposición contra las mujeres, desde hace algún tiempo vengo advirtiendo que por estos lados del continente, las damas que dirigen las naciones  ABC (Argentina, Brasil y Chile) han sido  golpeadas por la inefable corrupción en sus gobiernos. Una palabra que rima con corrosión, irrupción y  erosión. Una cacofonía de naturaleza perversa que rompe procesos, sistemas y procedimientos construidos para servir dentro de la sociedad. Yo  reconozco que suelo darme cuenta cuando algo huele mal sea esto en Dinamarca, en un Municipio o en un partido político. Hacía tiempo que veía señales poco claras. Fue muy sospechoso por ejemplo, gastar tanta plata en campañas políticas y tan extensas y que después no votara más de un tercio del electorado.     
Pero volviendo al ABC latino, gastar tanto tiempo en atender la situación de corrupción instalada, distrae a las chicas de su labor gubernamental.  No pueden hacerlo con tranquilidad. No pueden dedicarse a tantas cosas que exigen su atención y decisión. Tan pronto cierran parcialmente la puerta de un caso “raro”, al día siguiente aparecen boletas ideológicamente falsas emitidas por personajes recién confesados en la misa dominical. Ya no hay en quien confiar, ni menos en los parientes.   
Por eso, creo que Michelle, Cristina y Dilma no deben estar durmiendo bien en  estos corruptos tiempos. Al menor descuido, alguno de sus más cercanos colaboradores sale con su domingo siete y le quiebra todo el andamiaje. Por cierto que hay una gran diferencia en este ABC. De las tres presidentas, la nuestra  no aparece directamente vinculada a episodios corruptos.  Solo ha tenido problemas con un miembro indirecto, posiblemente una persona,  que “nuera” lo que hubiere querido para su querubín. Doña K en cambio, tiene un quilombo grande con su enriquecimiento personal y denuncias por centenas. Y qué decir de Dilma, la garota que dicen que estando en el directorio de Petrobras, metió más goles que Pelé en los tiempos que era el rey del fútbol.    
Claro que la situación de cada país del ABC es diferente. El nivel de corrupción en Chile es irrelevante. Y esto se explica porque los empresarios que engañan, se coluden o defraudan al Fisco son muchísimo menos que en Argentina y Brasil,  y por montos infinitamente menores. Y la razón es obvia, tenemos poca población (proporcionalmente menos gente metida) y porque nuestra Economía es muy pequeña comparativamente con la de ellos. Si fuéramos  80 millones de habitantes y la Economía alcanzara a solo un 20% de la de Brasil, podríamos ser muchísimo más eficaces en esto de la corrupción. Por eso lo nuestro es destacable. Robar mucho en un país chico y pobre no es fácil. Hay que tener muchos contactos, ser amigo de políticos, de empresarios y especialmente tener parientes en cargos relevantes.
Pero ya nos recuperaremos de estos males, porque tal como ocurrió con la caja de Pandora, al fondo quedó la esperanza y la esperanza es lo que nunca se pierde. Que así sea.  Digo yo.




CHILE PAIS DESASTROSO

Publicado en El Longino de Iquique, edición domingo 5 abril 2015

¿Será Chile un país desastroso o un desastre como país? 
Cualquiera sea la respuesta lo concreto es que ya estamos acostumbrados a que  desastres y calamidades graves nos ocurran con inusitada  frecuencia. Y también a que sigamos aprendiendo cómo enfrentarlas,  aún cuando no siempre logremos el éxito que quisiéramos.     
En la región de Atacama de hoy, se aprecia la catástrofe ocasionada  por la naturaleza , como también,  la falta de prevención de la obra humana tal como la confusión y falta de un plan concreto de contingencia para las horas críticas post desastre. Da la impresión que fuéramos primerizos en esto y que no están las personas o las organizaciones que debieran estar o que sin embargo están algunos que no debieran. Así, se pueden observar servicios públicos colaborando  en misiones que no les son propias y más aún,  para las cuales no están  preparados. Un sistema público  con instituciones para atender solo situaciones “normales”, o a lo más especiales, pero jamás para crisis severas y de contingencia. Por eso, en estado de catástrofe, no sirve mucho la Onemi con su rol principalmente de   coordinación.  Creo que los post desastres deben ser enfrentados con los que saben, que pueden  y que tienen la experticia.   
Teniendo Chile un copioso currículo de país desastroso, yo tengo una propuesta cuya lógica me parece aceptable. ¡Habría que llamar a la caballería! Esto es, entregar a las Fuerzas Armadas, todo el manejo de la fase crítica de los  post terremotos-inundaciones - catástrofes. 
Esta propuesta que a muchos les puede erizar los cabellos, tiene asidero en la experiencia vivida en las últimas catástrofes, donde no aprecio que hayamos sido eficientes por cuanto seguimos pegados al modelito centralizado público. Con tantos casos en nuestra historia catastrófica, ya debiéramos ser  expertos en enfrentar con éxito y eficacia las horas inmediatamente siguientes a terremotos, incendios, inundaciones, aluviones, avalanchas, erupciones volcánicas, tsunamis, marejadas y otras expresiones de similar calificación.
Las Fuerzas Armadas están preparadas para situaciones de defensa, de guerra y de post guerra. Por ello, estarían calificadas para hacerse cargo del operativo de los momentos siguientes al de la catástrofe.  Disponen  de la capacidad para poner de pié lo básico y a brevísimo plazo, usando la misma lógica que emplearían para atender una situación de postguerra real. Atender y resolver de inmediato la situación de heridos, fallecidos, los suministros básicos, montaje de hospitales de campaña,  puentes aéreos, habilitación de albergues, traslados de población crítica , uso de maquinara pesada, operatividad de caminos y puentes, mantención de sistemas comunicacionales y otras acciones y servicios críticos.  Para eso están muy preparados    
Considerando que nos ocurren frecuentemente calamidades de clase mundial (terremotos, tsunamis, incendios de bosques y de zonas urbanas, erupciones volcánicas,  inundaciones, etc.) no es una mala idea usar la organización militar. Por cierto que se trata de las acciones inmediatamente posteriores al evento catastrófico, para actuar con rapidez y eficacia en la horas críticas.  No para quedarse más allá de la crisis inicial. En esos momentos, las acciones de un cuerpo disciplinado y preparado para el rigor, puede cumplir una labor extraordinaria en términos del control de la situación y el funcionamiento dentro de la normalidad.

Por eso, yo no dudaría mucho en poner a cargo de estas crisis a los militares. Son lo que saben actuar en estados de “post guerra”.  Lo estudian en sus academias, saben qué hacer, tienen la  organización, la gente, la ingeniería, el equipamiento y la disciplina. Y también, en sus mentes está presente el juramento de servir a la Patria hasta la muerte si fuera necesario.
Finalmente una precisión técnica. A mi juicio es indispensable que la incorporación de este contingente sea dejando las armas a reguardo. Lo que más se necesita en estos momentos son organización, inteligencia y manos y brazos disponibles. Necesitamos a los hombres de armas, pero en ropa de trabajo. Digo yo.
                                                                                                                                                    


lunes, marzo 30, 2015

El que esté libre de aristas...



Diario El Longino de Iquique, 29 de abril de 2015


El que esté libre de pecados que lance la primera piedra. Esta frase la escuché en mi ingenua y tierna niñez,  pero confieso que nunca la entendí muy bien. Con el correr del tiempo la interpreté  como que solo los “limpios y píos” pueden juzgar y castigar.
Cuando el hombre se organiza socialmente, crea  muchas instituciones y entre ellas,  las que imparten justicia. Para juzgar si las cosas se hacen bien o mal y para perdonar o castigar.  Pero con los avances - caídas  y recaídas del mundo moderno incluidas- las cosas se dificultan pues en todos los ámbitos del quehacer humano surgen aristas.  Así,  la sociedad cual teatro de operaciones, es el lugar y el tiempo donde se juntan y mezclan personas, instituciones, intereses, egos, poderes, expectativas,  doctrinas, creencias, valores y tentaciones,  siendo muy difícil no caerse y cometer un desaguisado.    
A causa de estos errores y horrores humanos e institucionales, las sociedades se enferman y como toda enfermedad con causas y efectos. Y  las principales son las que genera el hombre, factor crítico de la ecuación, un macho alfa bastante  ególatra y autoritario. ¿Hay cura para esto? Habría que ir a su génesis interior. El hombre es dual, tiene la capacidad,  para hacer cosas buenas  y  malas.  Es capaz de  descubrir una cura para enfermedades que salve a millones de personas y también para construir armas de destrucción planetaria. Y este es  el quid  del asunto. El homo sapiens puede desdoblarse, ser bueno y malo según las circunstancias y sin cargos de conciencia.
En los orígenes, a este raro omnívoro de la  zoología planetaria, se le grabó en su cerebro reptil (fase primitiva) algo que luego transfirió al cerebro mamífero (fase intermedia) y finalmente al evolucionado cerebro actual, mandatos que pueden reaparecer “sin querer queriendo”. Son  aristas y una de ellas, es “el sentido del mal”.  Una manifestación que todos los humanos tenemos. No es por lo  tanto un atributo exclusivo de delincuentes, asesinos o terroristas, sino también de sujetos que hacen maldades ingenuas como por ejemplo, emitir boletas ideológicamente falsas. 



La duda es si el omnívoro actual puede diferenciar racionalmente lo bueno de lo malo y saber de qué lado de la vereda está en todo momento. Cuando como simples observadores miramos desde nuestra trinchera a los “malos”, los juzgamos, criticamos y denostamos. Pero cuando estamos entre los “imputados”, creemos, queremos creer y que se nos crea de buena fe, que somos blancas palomas.   
¿Es malo el hombre por naturaleza? ¿Será el sino bíblico del pecado original? Tal vez  venimos así desde el Big Bang  o del Este del Paraíso?  Podría ser una falla de fábrica.  
El periodista John Muller dijo en Icare “La corrupción no solo está en las cúpulas de los gobiernos, las grandes empresas, las instituciones políticas, sino que reside  también en la base de la sociedad, la familia”. Citó dos  datos oficiales: un 27%  de los pasajeros elude el pago en el Transantiago; un 30% de las licencias médicas presentadas el año pasado eran falsas. También se calcula que un  50% de los comerciantes pequeños de ferias libres, locales de barrio, etc. no daría la boleta. Así, le roba al Fisco- en complicidad con el comprador – millones de pesos diarios. Y ambos, sin sentir que hacen algo malo. 


¿Aseguraría Ud. que nunca en su vida ha comprado o visto una película pirata o que compró algo en la calle eligiéndolo con la punta del zapato?  ¿Sabe el Estado y su brazo armado el gobierno de turno, que infringe las leyes teniendo a miles de funcionarios contratados a honorarios, sin derecho a previsión, salud y otros beneficios básicos? Cuando Peñailillo dijo que Chile no era corrupto, me sonó a una afirmación ideológicamente falsa.  Digo yo.      

Mis mejores 60´s



Con motivo del reciente espectáculo Lollapalooza en Santiago, donde asistieron más de 100.000 jóvenes  y otros no tanto,  para deleitarse escuchando la música de bandas y cantantes extranjeras y nacionales antiguas y emergentes, no puedo evitar una odiosa comparación entre lo que escuchó esa multitud y los que nosotros, la juventud de otra época oíamos, en la muy  querida y añorada década de los 60´s.
Pero qué duda cabe, la juventud de cualquier época como la actual tiene percepciones, sensaciones, gustos y preferencias especiales. Y la música es una de las áreas diferenciadoras y  sensibles. Y a  medida que van pasando los maravillosos años jóvenes, comienza el proceso de estabilización, que es la antesala del paso a la adultez. Se aquietan mucho las pasiones, se deja el romanticismo  revolucionario y se aterriza de a poco en la insulsa, anodina y pueril  estabilización. A los de mi generación nos ocurría aquello tan pronto dejábamos la enseñanza media (llamada Humanidades) época cuando solo una ínfima minoría tenía la oportunidad de estudiar en las poquísimas universidades existentes. La  mayoría debía ponerse rápidamente a trabajar, salir a ganarse los porotos  en lo fue fuera. La opción de quedarse en casa sin hacer nada era impracticable. Nuestros padres nos habrían sacado “de un ala” de la cama si estábamos acostados   pasadas las 9 de la mañana. Había que salir a ganarle a la vida desde temprano. Ahora,  esta  juventud Lollapalooza (quiero llamarla así para mantener la conexión con el tema) o generación X como la identifican otros, puede quedarse en la casa, casi sin restricción. Hasta que pase algo. Algo como un milagro. Que algún amigo o pariente le ofrezca una peguita. Muchos de esta generación  Ni Ni (ni estudian ni trabajan)  les gusta quedarse con los papás “hasta que duela”. Incluso volver  si se hubieren ido tempranamente. Muchos van y vienen varias veces.  Y mientras se desplazan (aquí viene la conexión al tema) siempre lo hacen enchufados, conectados con el mundo a través de los oídos. El audífono ya es parte de la cabeza.  Y la música es el motivo de sus preferencias y los conjuntos de Lollapalooza que estuvieron en Santiago, los héroes preferidos a los cuales les rinden culto cientos de horas al mes.
Tantas y horas y tan “mal gastadas”, concluyen unos estudios de por ahí. Si todo este tiempo fuera ocupado en algún “aprendizaje útil” (un segundo idioma, meditación, poesía, una técnica, cultura en general) el crecimiento intelectual y la preparación en los jóvenes actuales, pasaría a otro nivel, ya que están  “enchufados” en promedio 5 horas diarias. Así, podrían,  sin moverse de la cama, ni del baño, del transporte público, las salas de espera, los paraderos, o las filas para un trámite, aprender algo, por ejemplo un idioma que es lo más práctico. Sería fácil, regalado y eficaz. Pero esta generación prefiere regalarle su  tiempo a los Lollapalooza.

En este contexto, los entiendo, pues en música yo también  rendí  tributo a la música de los 60´s. Creo que musicalmente fueron trascendentales, lo mejor de parte del siglo pasado. Mencionaré de los gringos a mis favoritos: The Beatles, The Doors, The Rolling Stone, Pink Floyd, Jimi Hendrix, The Who, Bee Gee,  The Beach Boys, The Mamas and the Papas, Simon and Garfunkel, The Supreme. También muchos músicos chilenos y argentinos del 60 al 70 fueron grandes. Una época musical que merece reconocimiento. Lo mejor era que estos temas se podían cantar, bailar y especialmente escuchar. Lo actual,  claro que es bueno, solo que cuando intento escucharlo,  el ruido no me deja oír la música. Qué pena no poder o no saber cómo disfrutarla. Me debo estar perdiendo algo excepcional. Digo yo. 


Chilenos y chilenas, niños y niñas


Esta crónica va dirigida con mucho cariño a los y las personas que me leen en papel u on line, agradeciéndoles a todos y todas,  chilenos y chilenas, extranjeros y extranjeras por su fidelidad como lectores y lectoras ya por tantos años.
Comienzo  contándoles a todos y todas, que una razón  y a veces la única por la cual  un cronista o articulista escribe en un medio,  es porque  siempre cree tener un buen motivo,  un pensamiento, una idea o  una inquietud y desea comunicarlo. Parodiando al  Principito y su encuentro con el  Zorro,  es para “crear lazos” y, establecer alianzas, con todos y todas.   
Y en esta oportunidad  me referiré a esa rara práctica lingüística que se ha ido instalando en nuestro lenguaje cotidiano y que  bajó desde las altas esferas del poder,  instalándose en las bases de la sociedad. Me refiero a esa costumbre de diferenciar, a mi juicio innecesaria   y forzada el género masculino del femenino cuando se hace referencia a las personas.  Ahora no basta decir “niños”, Hay que decir “niños y niñas” pues al decir solo niños, se  estaría excluyendo a las niñas.  Y esto de la inclusión o exclusión son mundos  con dos  ideas implícitas y  contrapuestas: acoger y rechazar.
Decir por ejemplo en una fiesta de cumpleaños “Niños… vengan a comer torta”  Esto es, aquí y ahora,  muy mal visto (o escuchado). Lo correcto para respetar el sagrado principio de la inclusión, o si se quiere, para evitar el pecado de la exclusión,   sería decir  “Niños y niñas, vengan a comer torta”.  Otras expresiones en el mismo contexto serian: siéntense todos y todas a la mesa, canten todos y todas el feliz cumpleaños.  Extraño, pero cumple con el principio de la inclusión.   
No sé el nombre técnico que dentro de la gramática española tenga esta forma de expresarse, ni si es válidamente aceptable, pero cuando se utiliza, me parece en rigor, innecesaria y redundante. Creo que los idiomas deben ser funcionales y prácticos. Y muchas veces en razón de ello, utilizar caminos más breves  para llegar al mismo lugar, sin alterar su esencia. Los humanos somos aunque no se crea, bastante racionales, no obstante, predominan en nuestras decisiones las emociones. De tal forma que decir “niños y niñas ”  para no excluir a las niñas deliberadamente, sino por el contrario incluirlas conscientemente, es una costumbre que empezó a utilizarse en el primer gobierno de la presidenta Bachellet y que en este segundo mandato, definitivamente es viral. El problema será cómo llamarles cuando dejen de ser niños y niñas y cómo seguir usando la fórmula de la inclusión. ¿Adolescentes y adolescentas? ¿Muchachos y muchachas?  
Cada país y su idioma han resuelto el tema para diferenciar y a la vez incluir. En los países de habla inglesa niño se dice boy y niña girl. Para construir el plural se agrega una “ese”. Y como son muy prácticos,  también inventaron el plural con la palabra children, dejando zanjado el asunto.


Pero en Chile, no lo hicimos para expresarnos mejor sino para demostrar más  “sentido de género  e inclusión”.  Si este criterio lo lleváramos a los extremos, incluyendo las especies animales, tendríamos que ser muy cautos para diferenciar bien entre  caballos y yeguas, potrancas y potrillos, vacas y  toros (eventualmente  bueyes).   A mí me molestaría que me dijeran  Pata, Pito, Poto o Puto, en vez de Pato.  Digo yo, amigos y amigas, chilenos y chilenas, lectores y lectoras.     

A los hijos hay que quererlos


El asunto en el cual está involucrado Sebastián Dávalos, el hijo de la Presidenta, no es un asunto cualquiera. Para todos  quedó clarísimo que  pedir un préstamo bancario y solicitar una reunión pidiendo que estuviera el mismísimo dueño del banco, era, fue y siempre lo será - especialmente en este caso - una pésima idea.  Se desconoce su génesis (no se sabe quien fue el de la brillante idea, aún cuando muchos presuman que fue la nuera). Los mal pensados insisten en que fue un constructo colectivo. 
La noticia del préstamo, del monto, de la reunión con el top one del banco, de la identidad de los peticionarios y su vínculo con las más altas esferas del gobierno corrió como reguero de pólvora como se decía antes  y se hizo viral, como se dice ahora. Las redes sociales se hicieron un picnick,  dominando los espacios noticiosos, en un asunto que sigue abierto y que se presume seguirá, no solo porque se continuará tirando el hilito,  hasta ver si al final caen presas mayores.  En estos casos, se aplica  la vieja fórmula de mantener la noticia arriba con la sana práctica de no cortar la cola de un solo golpe, sino de a poquito.  Es decir, aún cuando se tenga toda la información al público se le va entregando un poco cada día.  Para no matarla de un solo guaracazo. Así es posible mantener al público expectante. Al final se busca el efecto teleserie turca, es decir, quedar enganchados con ver un solo capítulo.   
Y por otro lado están los coletazos políticos que provengan del  caso Dávalos, pues no hay que ser muy pillos para no darse cuenta que en este tipo de operaciones de compraventa de terrenos con un simple trámite burocrático se cambia el destino de uso del suelo y a la pasada  se gana mucha plata sin hacer absolutamente nada. Y todos parecen saber que es una práctica habitual y que son muchas empresas y personas que se han hecho y se seguirán  haciendo muy ricas con esta martingala. Lo corrupto no está en hacer  la compra y venta de los terrenos y cobrar el delta, sino en hacerlo aprovechando información privilegiada. Y en este caso quien hace la operación no es un hijo de vecino y el asunto no es del ámbito de la Economía sino de la Etica.  
Esto que hizo Caval,  es un tipo de operación habitual y los Notarios y Conservadores de Bienes Raíces de todo el país podrán testimoniar de cientos de casos  similares donde pudo haber enriquecimiento excesivo por el cambio del uso del terreno. Ahora lo que queda es aguantar los coletazos de los  políticos que alimentarán sus bajas pasiones, puesto que al pianista al cual hay que dispararle no es un hijo de vecino, sino el hijo de la Presidenta de Chile y hasta hace unos días un importante ejecutivo del gobierno a cargo de relevantes proyectos  de gran beneficio social. 

Ojala los políticos mediten y no saquen ventajas fáciles en circunstancias adversas para quien dirige la Nación. Me imagino que para la Presidenta este debe ser un momento no de rabia sino de dolor. A cualquier padre le puede ocurrir que uno de sus hijos, cometa un error. Los errores enseñan a crecer. Lo importante es ayudarlos a vivir y desarrollarse bien.  Y para eso hay que quererlos  siempre. En las duras y en las maduras.  Digo yo. 

Notables e incorruptos asesores

Notables e incorruptos asesores
Si quieres que algo no funcione, forma una comisión. Expresión  habitual que a modo de broma  se dice en las empresas, pero que en el sector público a veces ocurre y puede alcanzar niveles épicos.  Consecuente con ello, no puedo dejar de opinar sobre la súper  comisión que creó  la Presidenta  para el asunto de la galopante corrupción. Ya había hecho algo similar para resolver el problema educacional en la primera pasada. Ahora reincide formando una comisión asesora de 15 notables. Las mentes supuestamente más preclaras del mundo  intelectual del país con formación en las mejores Universidades de Chile y del planeta.   
La tarea de este grupo de notables es preparar un proyecto de ley con las mejores ideas para desterrar de por vida la corrupción. Romper el vínculo entre la política y los negocios, los conflictos de intereses y el tráfico de influencias. Buscará también regular el financiamiento de las campañas electorales. Mi duda sobre la eficacia de estas comisiones de tan alto rango académico  es que suelen desarrollar modelos  muy alejados de la realidad.  No logran  llegar a la casuística, a la martingala precisa y a los lugares y circunstancias donde tienen su génesis las prácticas corruptas. Para saberlo,  tendrían que ser o haber sido agentes corruptos. Algo que no aparece en sus abultados currículos.
Como los más corruptos y desprestigiados - según las encuestas – son los políticos, éstos quedaron fuera de la comisión, por lo cual le reclamaron de inmediato a doña Michelle.  La opinión pareciera ser que deben estar, ya que sin ellos allí, quién va a contar cómo se hacen las cosas “feas”.  Creo, aun a riesgo de ser malinterpretado,  que habría que incluir algunos corruptos calificados (aunque no tengan títulos profesionales)   para que cuenten cómo se hace el montaje de un delito de corrupción, cómo se articula, cómo se establecen los contactos, cuál son los códigos verbales,  etc. En el fondo, hacer lo que hace la policía,  infiltra a uno de los suyos en las organizaciones delictivas. Es la versión bizarra del mismo procedimiento.      
Seguramente usted esté familiarizado con términos como arreglarse los bigotes, hacer la vista gorda, irse a la cochiguagua, cortar la cola, hacer cantar la rana y muchas otras expresiones que son parte del léxico que usan quienes se manejan en el mundo de la corrupción.  Y esto es lo primero que los asesores presidenciales deben aprender,  el lenguaje correcto para reconocer una propuesta sana de una propuesta corrupta.  Para que la labor de la comisión sea eficaz, insisto, debe familiarizarse con el mundo, con el lenguaje y con la filosofía de la corrupción. Por eso es que propongo  la infiltración u/o espionaje.  
Si los señores de la comisión, nunca en su vida presentaron un “falsificado” por inasistencia al colegio, ni le llevaron de regalo una manzana a su profesora de Kinder, ni nunca han comprado en la calle, si siempre le piden la boleta al caserito de la feria, si las palabras pitutos, arreglines, ir mojado, les son extrañas o desconocidas, no debieran estar en la comisión de la Presidenta. Serían funcionalmente incompetentes y lo más probable es que terminen proponiendo ideas  ingenuas o inaplicables.
Pero en verdad la mayoría no estamos libres para tirar la primera piedra. ¿Quién en su vida acaso no cometió un acto corrupto? ¿Quién no hizo alguna vez una cuchufleta en el dominó o no acusó su “renuncio” en la brisca. No tiró una licencia médica trucha?   No es acaso sintomático que en la misa dominical haya largas filas de feligreses pidiendo la expiación de sus pecadillos. Y a propósito de confesiones, a mí me encantan las transparencias. Especialmente en lencería. Digo yo


Socialmente virgen

Publicado en el diario El Longino de Iquique



A muchos amigos que trabajan en empresas les oigo quejarse de los amaneceres nublados.  Metafóricamente hablando, quieren expresar que los días se ven grises con  cientos de mails sin leer. Deben leerlos y luego decidir qué hacer. Desde presionar “delete”  o citar a una reunión  de emergencia. Les pasa a miles de gerentes, jefes de áreas, administrativos  y a decir verdad, hoy a medio mundo.  Quien tenga un equipo electrónico y comunicacional a menos de dos metros a la redonda es víctima activa o pasiva de este “mal” de los tiempos. Estamos todo el día (aún dormidos) conectados de entrada o de salida. Seamos receptores o emisores.  
Cuando la comunicación es escrita,  no es difícil que cientos de mails se acumulen sin que podamos leerlos. Esta cantidad podría ser un promedio no exagerado de los correos que cualquier profesional, ejecutivo medio o superior podría acumular cada día. Y esto desde luego que no representa un supuesto “status” de poder o importancia relativa dentro de la organización. Si esto fuera así, hasta se podría concluir que hay una relación directa entre el volumen de mails recibidos y la importancia del cargo.   
Un amigo decidió desconectarse.  En situaciones muy especiales usa el correo. Prefiere el contacto directo. Los correos que le llegan no los lee.  Y esto le jugó una mala pasada. Alguien le aconsejó que los leyera porque hacía una semana lo habían despedido. Pero todo depende del tipo de persona, lo que haga y en qué momento de su vida se encuentren. Si está en su casa ya jubilado, por  cesantía, es de la generación Ni Ni, (jóvenes que Ni estudian Ni trabajan), etc., la posibilidad de recibir correos va en declinación diaria. Hasta llegar al olvido. Ahí comienza un drama diferente, pero eso es otro cuento.  Algunos optan por meterse en cuanta lesera nueva haya en las redes sociales. Los peores son los correos con dramones en cadena, cuyo    único propósito es copiar las direcciones adjuntas de cientos de incautos, para luego pasárselos a los verdaderos interesados, cuyo domicilio conocido es una celda de alguna cárcel nacional o extranjera. Pero este es otro cuento que me llegó por correo
Pero mi tema es otro. Quiero averiguar por qué, en plena época de las comunicaciones instantáneas, muchas veces me siento más incomunicado. Hace meses que envié correos cuyos temas y contenidos califiqué de importantes o pedí respuesta urgente. Mi conclusión es que no importa cuán importante sea para el emisor el correo enviado, sino cómo lo califique el receptor. Ergo,  mis correos valen hongo para los destinatarios. Les interesa una bola  el contenido y la urgencia mía.  Y lo entiendo, el receptor tiene todo el derecho a discriminar.
Esto me hace reflexionar sobre cuán conectados estamos en la vida actual.  Y no solo vía los correos sino del mundo cibernético en general  (twitter,  facebook, instagram,  blogs, juegos como Carta Blanca, Sudoko, Candy Crush,  Póker etc. ). 
Consecuente con esto, me permití crear categorías de los humanos según el número de contactos electrónicos diarios en los cuales se ven involucrados:  

                          Categoría A: No existo. Hasta 50 contactos. 
Categoría B: Socialmente  virgen, entre 51 y 100 contactos. 
Categoría C: Me Comunico Luego Existo entre 101  y  200. 
Categoría D. Ligas Mayores, más de 200 contactos diarios. 

Reconozco estar en la categoría “socialmente virgen” pues mi  nivel de contactos con el mundo electrónico es muy bajo, aún cuando estaría dispuesto a perder mi virginidad si hubiera una buena causa. Digo yo.