martes, mayo 31, 2016



Para el bronce               noviembre 2013
Recuerdo que cuando alguien decía palabras,  frases o ideas con elocuencia, bien expresadas  y además inteligentes - del tipo  radical de viejo cuño-  solía decirse que eran “para el bronce”. Merecían quedar grabadas en el metal,  para ser  recordadas y perdurar en el tiempo.
Con similar intención salí a  buscar en el variopinto escenario de la campaña electoral, palabras inteligentes,  frases ingeniosas o ideas potentes “para el bronce”. Confieso que no me fue como lo esperaba. Le tenía mucha fe a la creatividad criolla y al talento regional.  Me decepcioné.
Una causa probable, es la falta de fondos y la segunda, porque muchos se creen expertos en publicidad política y con ideas brillantes. Aún los con plata muchas veces prescinden de los especialistas. El resultado es lo que hay.   Particularmente los sin plata recurren al talento interno (familia y amigos).  Desde esta fuente primigenia están construidas la mayoría de las frases, slogans o ideas,  que acompañan la foto enchulada del candidato(a). Todo comienza post almuerzo dominical en familia y amigos donde opina hasta la nana. En estos brainstorming  de sobremesa  puede  pasar de todo. Y pasa. Eso explicaría muchas cosas. La mayoría cree que basta una cara, un nombre y dos palabras. Y como no hay espacio para una propuesta de nada, ni siquiera para decir de qué partido son, hay que parir una frase que sugiera algo potente e innovador.
Solo a modo de ejemplo citaré algunas expresiones y anticipadamente me disculpo. No hay nada personal Esto solo podría tener mérito como análisis  sociológico. Después del 17 nadie se acordará de ninguna cosa torpe  que se haya difundido.    
Comienzo con un conocido mío de hace años, el candidato Saavedra. Sugiere “más obras y menos palabras”, frase que no le cuadra ya que  los que lo conocemos sabemos que si hay algo en lo que se excede siempre,  es en hablar. Por su parte un conocido doctor   prescribe “remedios”.  Nada de original para un médico y menos si hay situaciones que ya ameritan cirugía. Otro candidato dice que “hace la pega”. Pero si es obvio que hay que hacer la pega. O creerá que las lucas se las va a ganar sin hacer nada.  Por su parte, mi amigo Luis Emilio,  nos dice que… realmente no sé lo que dice,  pero es mi amigo así que debe estar bien.   Otro evoca la frase “se la juega por Tarapacá”. Lo que es obvio si se presenta por esta región.  Una candidata incluye  a  Dios y a Jesús en la campaña. Me suena a sacrilegio.    
A esta campaña le faltó creatividad. Si yo hubiera sido candidato creo habría dicho: “Mi signo es Geminis, conmigo su voto vale el doble”. Dos por el sueldo de uno.  Un candidato que vale por dos”. Siempre hay que dar un plus.
No… si la idea no es mala, créame, solo hay que perfeccionarla, digo yo. 



Democracia a toda costa            
diciembre 2013

Según un estudio que publicó hace algún tiempo el diario The Economist, Chile cayó mucho en el ranking  de reconocimiento como país democrático. Esto se conoce como “el descontento del progreso”. Una especie de movimiento de indignados pero dentro de un país de buen pasar.  
Esta situación es preocupante y quisiera que la comunidad también lo advirtiera. Me agradaría poder crear conciencia colectiva y ojalá con suficiente fuerza, hasta como para organizar una marcha.  Como hoy se ve a diario que se marcha por tantas razones, creo que cuidar la democracia es una muy buena causa. Cómo no vamos a ser capaces de manifestarnos públicamente por algo tan necesario como este valor,  definido básicamente como un derecho de los ciudadanos de un país libre a expresarse sin restricciones,  elegir a sus autoridades, decidir la religión o creencia que le parezca, vivir o desplazarse libremente por todo el territorio,  iniciar cualquier emprendimiento de su ocurrencia, desarrollar cualquier profesión lícita,  estar protegido por los sistemas públicos, etc. Larga sería la lista de las ventajas de un sistema democrático.
Y hoy me parece que hay mucha más conciencia de la democracia. Sin embargo  me parece también que es a un nivel más académico, más filosófico o más electoral (aunque solo un tercio de los ciudadanos con derecho a votar lo hizo la última vez).  Si ya tuvimos un quiebre a la democracia cuya recuperación tomó  casi 20 años, no es para nada despreciable poner más atención a las motivaciones  extremas de justicia social, defensa de derechos en su máxima expansión de buscar todo lo que el “pueblo” quiere y reclama, participación directa en las decisiones, justicia de verdad, libertades con alcance pleno, trato igualitario, educación para todos y ojalá en el modo: “papá Fisco pay”.   
Lo que me preocupa como ciudadano político (en el sentido griego)  es si hay garantías.  No puedo olvidar el famoso “estatuto de garantías “que firmó el candidato Salvador  Allende el año 70 para asegurarle al Congreso que no haría cosas indebidas (política y republicanamente hablando).  El resto es historia, don Chicho usó la estrategia del alcalde de la Pérgola de las Flores. A todos les decía que sí,  pero al final “hacía lo que le convenía más.”
Espero que excesos democráticos no ocurran en un eventual gobierno de la Michelle a causa de tantos temas súper discutibles del programa elaborado por la nueva concertación que la apoya. Me preocupa el momento de la verdad  de un gobierno que ofrece hacer tantos y tan profundos cambios en tan poco tiempo. La recomendación y la experiencia política indica que en democracia los cambios deben ser los adecuados, seguros y necesarios.  Si el cambio es brusco,  innecesario y acelerado,  el riesgo es alto y puede generar incidentes y accidentes, especialmente si se gira siempre o mucho hacia la izquierda. Yo le recomendaría a la eventual candidata,  usar la misma estrategia del alcalde. Me refiero al de La Pérgola de las Flores desde luego. Digo yo.                 



Apostar a futuro            marzo 2014
Todo está consumado (Lucas 12:49-51) Ya está hecho, el recambio gubernamental y el de los principales estamentos del poder del Estado político se han establecido para los próximos cuatro años. Por cierto que para contabilizar los  sucesos que ocurran de aquí en adelante, este lapso es y será insuficiente. Se me ocurre que la lectura histórica de las naciones  debe ser medida en  “tiempo países”, un conteo que para cualquier análisis completo y honesto  debería abarcar a lo menos 30 años o más.
Las reformas estructurales que plantea realizar el nuevo gobierno muy difícilmente verán la luz legislativa en el período de la nueva presidenta y su congreso. Y aunque se lograra, la implementación y su necesaria gradualidad solo pueden dar señales en un mediano plazo. Ver en régimen los proyectos  emblemáticos como salud y educación, probablemente se logre en las tres décadas siguientes.
Mi visión es que el efecto de los cambios de las ofertas de campaña yo solo podría verlas reflejadas en la sociedad chilena para mi centenario. Y probablemente una fracción pequeña de los chilenos que hoy peinan las canas de los 50, estará vivo para contarlo.
Pero hay que hacerlo, lo prometido es deuda, aunque en política se puede borrar con el codo… bueno, Ud. sabe como sigue el cuento. Además, si la ciudadanía votó mayoritariamente esta propuesta electoral - sin perjuicio de que haya sido una minoría de los chilenos los que se manifestaron - o aunque la Nueva Mayoría sea en verdad una pequeña mayoría.   
¿Qué posibilidades habrá de concretar todo prometido? En la construcción de las propuestas, los técnicos y en particular los economistas, se basan en los resultados económicos de los últimos 23 años. Este me parece que es un muy autocomplaciente resultado pues Chile creció a más del 5% anual, se redujo la pobreza en dos tercios y el consumo aumentó 300%. Pero la pregunta es si hoy podrá sostenerse esa buena tendencia en los próximos 5, 10 ó 15 años. Lograrlo implicará dar un gran salto hacia una economía avanzada, pero también la consolidación de una sociedad madura y una democracia muy estable.
¿Qué podría impedirlo? Uno de los impedimentos podría ser caer en lo que los técnicos llaman “la trampa de los países de ingreso medio". Otra razón, el comportamiento de la calle. Hay una tendencia muy proclive a escuchar  a los llamados “movimientos sociales” una suerte de bolsillo de payaso ciudadano en el cual caben todas las reclamaciones imaginables y algo más. En estas circunstancias, solo un prestidigitador podría sacar de su sombrero algunos conejos a modo de sorprendentes soluciones. Pero ya a esas alturas del partido tendríamos a Chile convertido en un circo y a todos los chilenos trabajando como en uno pobre. No hay salud que aguante, digo yo.



  
A falta de pan…                       Diciembre 2013
Dicen que escribir no es tan difícil si se usan algunos trucos sencillos. Uno de ellos es apelar a las “frases hechas”. Aquellas que la costumbre y tradición las han universalizado. Para probar esto, haré en esta crónica un uso abusivo del idioma envasado.  Dios me pille confesado.  
Pero la verdad de la milanesa es que estaba  falto de tema para mi columna dominical, así es que pensé que a falta de pan, buenas son las tortas. Y si no resultaba…bueno, a otra cosa mariposa. Deseo que los lectores sean los jueces de esta experiencia. Me arriesgo por cierto a que alguno salga con su domingo siete y me haga pebre.  Pero a lo hecho pecho, ya estoy lanzado en picada y  no voy a tirar el poto para las moras, ni ahogarme en un vaso de agua.  Soy optimista, siempre lo veo medio lleno, nunca bajo la guardia y como además soy asertivo, digo las cosas por su nombre, llamo al pan,  pan y al  vino, vino.  Deseo que me conozcan bien y ser como un libro abierto, no dorarle la píldora a nadie y  claro como el agua. Cruzo los dedos para que esta experiencia resulte.  
Manos a la obra. Les quiero contar sobre mi preocupación por el bolsillo de los chilenos. Estamos gastando mucho, casi como país rico. Vamos para allá, pero aún no lo somos. Espero que el nuevo gobierno no frustre las expectativas. Pero en fin,  como es previsible, en las próximas fiestas de fin de año se generará una  desenfrenada locura consumista que nos va a costar un ojo de la cara. El tema de los gastos por los regalos es espeluznante. Además, no es solo el tema platas, sino que pocas veces damos en el blanco. No damos en el clavo, pues en gustos no hay nada escrito. Hay que tener  ojo de águila.  Y esto pasa hasta en las mejores familias. En todas partes se cuecen habas sin duda.
Entre pitos y flautas,  en diciembre uno se desangra financieramente. Las tres cuotas precio contado es una trampa mortal. El remedio resulta peor que la enfermedad y el Pascuero nos pasa la cuenta todo el verano. Salimos del calor de diciembre para caer en las brazas del fatídico marzo.
Luego, ya en modo reflexión, concluimos que parece que nos falta un tornillo, que hacemos las cosas a troche moche  y por eso, nos salen los tiros por la culata. Debimos haber hecho vista gorda a los cantos de sirena del retail.  
Y viene lo peor, escuchar como pulga en la oreja los reclamos  de la  media naranja (que lleva la voz cantante en la casa). La estrategia es pasar piolita, poner cara de póker, no decir ni chus ni mus y hacer oídos sordos. Luego, jurar de guata que no volveremos a meter la pata y que pondremos más ojo al charqui para el 2014. Por favor, póngase las pilas y no se golpee dos veces con la misma piedra, digo yo.     



El pobre pollo
(06 de dic. 2011)
Hasta antes que el asunto de los productores de pollos saltara a la  parrilla noticiosa, nadie había dicho ni pío. Los empresarios se estaban haciendo un festín con los pobres consumidores, pero nadie lo sabía hasta que abrieron el pico –los investigadores, no los pollos – por lo que ahora todo el mundo cacarea por el suceso, más que gallina poniendo un huevo.  Y precisamente fue lo que pensó la Fiscalía Nacional Económica hace más de un año, cuando se convenció que este tema no le podía importar un huevo, ni dos y decidió intervenir. El resto es noticia fresca  y uno la puede seguir en los medios de comunicación.   
Lo que nos quedó claro -hablo como cliente habitual de la carne avícola-  es que los señores productores de aves nos estaban viendo las ovas  desde hacía una década y nosotros muy bien gracias. Pero ahora que la autoridad ya sacó el asunto del closet lo más probable es que vayan a volar plumas y se altere el gallinero. Se supone que la directiva de la APA (Asociación de Productores  Avícolas) y muchos gallos (los socios),  van a cacarear y patalear como si les estuvieran estirando el cogote.  
Los pollos son parte importante de la dieta alimenticia de los chilenos  y aún cuando a pesar de la colusión que se investiga,  su precio sigue siendo más bajo que el de la carne de vacuno y el cerdo, la incidencia en el presupuesto de los más pobres siempre será muy alta. Por eso creo que, independiente de las sanciones que tengan los productores y la APA, lo que hay que hacer es compensar los diez años de desplumado que nos hicieron estos señores. Yo propondría que los obliguen a pagar en carne. En carne de pollo se entiende. Unos 2 kilos de pollo per cápita. Medio kilo por nuca a la semana (salvo en semana santa), durante los próximos diez años.  Yo pediría (porque debiera permitirse escoger) puras pechuguitas, tutritos y rabadillas. Yo sugeriría también que las compensaciones permitieran comer en restoranes adheridos por convenios. Así cuando uno quisiera podría pagar con los boucher que se entregarían para canjearlos por pollitos. En la forma en que más le guste, A lo spiedo, milanesa, al canasto, incluso al lujurioso pollito al velador. Digo yo.