miércoles, agosto 31, 2005

EL AMARILLO ES NEUTRO


Me cuesta creerlo. Pero para donde mire veo todo boyante, lindo, positivo. A veces creo que no estoy en Chile. Más parece el País de Alicia, el de las Maravillas. ¿Se nos habrá infiltrado desde la mente fantástica de Lewis Carroll el mundo de Bilz y Pap sin darnos cuenta? Todo está tan estupendo que ni la pobreza se ve. Esto por lo menos es lo que el gobierno, las autoridades y los políticos tratan de mostrarnos para rebatir la permanente monserga de que estamos mal, de que somos pobres, que somos cochinos, que hablamos mal, que hay puros delincuentes, que hay corrupción en todas sus variantes, etc. etc.
El propio Piñera anda con el discurso de que basta ya de encontrar todo malo. Dice que hay que ser positivos y no solo ver las cosas malas.
Me puse a pensar sobre el tema y decidí cambiar de actitud. Así es que yo hace unos días me saqué los anteojos oscuros que me hacían ver por ejemplo esta ciudad sucia, con las veredas del centro hechas una mierda (por y a causa de los perros y los servicios públicos a cargo) en fin toda suerte de visión tenebrosa de la realidad urbana y me puse los de cristal color de rosa para ver todo maravilloso.
Pero lamentablemente no he visto todo color de rosa, extrañamente he comenzado a ver todo amarillo.
Inicialmente creí que estaba soñando, que me había cambiado de país o que era una epidemia de hepatitis pues veía a todo el mundo amarillo. Fui al oftalmólogo para que me examinara. Me encontró bien, pero me dijo que lo mío podía ser tensional y que posiblemente estaría “haciendo” un stress. Me derivó a un psicólogo. No quiero seguir contándoles me peregrinaje por diversas especialidades, ni mi paseo voluntario que me llevó desde la acupuntura al yoga sin dejar de probar varias formas de alimentación, incluidas la medicina ayurveda.
Algo que me dijo un loquero amigo es que podría tratarse de una suerte de “percepción”, nada físico sino una apreciación del mundo y situación actual, en el sentido que el amarillo es como un color neutro. Eso significaría que frente a lo que está pasando, a lo me ofrece este mundo actual, me he declarado neutral. A lo menos esto me permitiría ser transversal al momento de manifestarme en todos los aspectos en los cuales hay que tomar una opción. En lo político, en lo económico en lo sexual, en lo moral. ¡Oh! Parece que Ratzinger tenía razón, aparentemente estaría cayendo en el peligroso relativismo. Esto significa que las posturas radicales (no me refiero al partido) ya no vienen. La moda ahora es el cambio permanente y pasar de una postura a la otra sin mayor esfuerzo y sin nada de vergüenza. O lo que es mejor “declararse neutral” como el color amarillo. Ni chicha ni limonada. Entre Tongoy y Los Vilos. Es lo que mejor nos acomoda a los chilenos, la ambigüedad. “Anda un día pa´la casa”, nada preciso como: “te espero el sábado a comer a las 9”. Eso ya sería de una precisión contra natura y una inadecuada práctica social.
Mi primaria e inexperta conclusión es que mi sintomatología de ver todo amarillo neutro, es algo común en el comportamiento de mis compatriotas chilenos, lo que me produce una tranquilidad increíble. Y además una comodidad incomparable y sana pues nadie pelea con quien no quiere pelear. Es más, todo el mundo lo pololea para sus causas. En esta pelea me declaro neutral.

Pero sin embargo, debo declarar con hidalguía que no me gusta el amarillo. Me refiero a lo que representa, la neutralidad. Pero esa neutralidad condescendiente. La neutralidad que se expresa en no involucrarse. La neutralidad con cara de indolencia. Esa indolencia que tenemos por ejemplo los ciudadanos iquiqueños (los que vivimos en Iquique) que se traduce en no interesarse por nada. De no reclamar por nada. Puros amarillos. Puros neutros.
Finalmente, tras filosofar un poco y darle vueltas al asunto, descubrí el problema de la visión amarilla. Casi sin darme cuenta descubrí que en la actualidad estamos rodeados, invadidos atosigados de productos chinos, de restaurantes chinos, de inversionistas chinos y de proyectos chinos. En el corto plazo solo veremos chinos por todos lados y como se sabe, esa es una raza amarilla. Esta creo que es la madre del cordero. Digo yo.

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