(Publicado en la Estrella de Iquique el 3 de abril de 2011)
Como se sabe, desde hace poco más de un año somos miembros de la OCDE, el selecto Club de los países más desarrollados del mundo. Después de diez años haciendo la previa, al final nos dieron la membrecía. Pero esto a mí no me huele bien. Me baso, no en el olfato, sino en los datos duros de la calidad de nuestra educación.
Las mediciones oficiales dicen que estamos entre los países más porros del mundo, peleándonos los últimos lugares de la tabla con unos países africanos. No damos el ancho ni el largo. Los dos últimos botones de muestra: los Simce de Gimnasia e Inglés que resultaron un desastre. Esto se sumó a lo malo que somos en Lenguaje, Matemáticas y Ciencias. Ahora resultamos pencas para la Gimnasia y estamos off side en Inglés. Y “pa´ pior” los English teachers salieron la mayoría reprobados en la última evaluación. Sospecho que hicimos alguna cuchufleta para entrar a la OCDE.
Lo de la Gimnasia se veía venir porque - seamos honestos - los chilenos desde hace años estamos en engorda y en estado de reposo. Comemos mucho y excepcionalmente o por obligación, no caminamos más de cinco cuadras diarias. Por otro lado está la maldita comida chatarra, que también se metió a los colegios a través de esos kioscos que en los recreos venden pura grasa y colesterol con disfraz de “alimentos sanos”, en atractivos envoltorios y con engañadores mensajes de propiedades nutricionales, energéticas, light, colesterol bueno, vitaminas de la A a la Z , con Omega del número que le pidan, etc. Mentiras, puras mentiras (usted sabe que todo el mundo miente, incluso los sostenedores de colegios y los concesionarios de los kioscos). Si a esto le sumamos los hábitos sedentarios en la casa, donde niños y jóvenes se pasan días enteros en cama viendo tele o jugando videos -y de paso comiendo chatarra- el resultado del Simce en Gimnasia, no podía sino dejarnos en la banca.
Pero donde nos fuimos al pork fue en el inglés. Con la invasión gringa actual, nunca pensé este desastre idiomático. Porque jamás antes nuestros jóvenes habían escuchado tanto inglés. Nunca habían pasado días enteros conectados a los audífonos escuchando a cantantes en inglés, ni llenado los estadios para escuchar a sus ídolos cantar en inglés. Ni viendo tantas películas subtituladas pero habladas en inglés. O estando en las redes y en el mundo de las comunicaciones y la tecnología donde todo es en inglés. Aún así, no saben un carajo de ese idioma.
Hoy el inglés es una necesidad y es indispensable para emplearse y ejercer profesionalmente. Hay que saberlo yes or yes. Por eso sugiero a todo el mundo a meterse en un instituto, estudiar por Internet o como sea. No importa que al comienzo lo hable como Tarzán. Muy pronto pasará al nivel de Lucho Jara y terminará con la fluidez de Cristián de Fuente. O hágalo como yo, contraté a una profesora de lenguas y me dio clases privadas. Aprendí harto y lo pasé bien. It´s a good idea. Digo yo.
En esta Zona encontrarán mis apreciaciones sobre la vida diaria, la cotidianidad, con visión crítica, pero contructiva (así espero), con un humor a veces muy serio, centrado en el mundo pequeño de la ciudad donde vivo, pero con mirada global y sintiéndome parte del universo humano apreciando lo que ocurre. Me doy licencia para opinar de todo y especialmente de lo que no se. Si hay opiniones, las leeré con detención e interés, pero no puedo asegurar que las voy a considerar.
viernes, abril 22, 2011
El Aprendiz (II)
(Publicado en la Estrella de Iquique el 17 de abril de 2011)
Para entender esta segunda parte, es necesario haber leído la columna anterior. Consígase el diario del pasado domingo, léalo en la versión electrónica o visite mi blog.
Para aclarar lo de los tics del Aprendiz SPE 11249, diré que los científicos suizos amigos de mi tía Fide creen que son causa de una falla en el proceso de transfusión neuronal del potente lado izquierdo del cerebro de mi parienta. Ella lo vio desvanecerse unos 10 segundos y luego que empezó con las movidas típicas que hasta hoy lo acompañan parecidas a una picazón. Sin embargo mi tía piensa que podría ser una secuela que algunos aprendices mantienen de por vida por la vacuna experimental contra el dengue aplicada cuando los inscribió como voluntarios en Fiji.
La relación del aprendiz y mi tía es similar a la de Aristóteles con Alejandro Magno. Ella le traspasó todo su conocimiento, sabiduría, habilidades, destrezas y filosofía de vida durante 8 meses continuos (el más rápido proceso de aprendizaje en la historia de la Academia). Y esto ocurría las 24 horas del día los 7 días de la semana. Fuera entre las ruinas de la ciudad amurallada de Kaowloom haciendo salvataje indómito, en las prácticas de sobrevivencia extrema en el pantano maldito de Bagunyá o lanzándose en parapente desde la torre Eiffel.
El resultado fue similar al del personaje Kal- El, aquel niño que al llegar del planeta Kripton a la Tierra se convirtió en un superhombre. Un terrícola que cuando se pone la capa roja (también puede ser una casaca roja) se convierte en un SPE (Súper Poderoso Ejemplar). Esta sigla la acuñó mi tía desde ese momento para nominar a los egresados, tal como lo fue el modelo 11249, que hoy podría ser quien está en Chile haciendo un postgrado como CEO nacional.
La Academia le desarrolló todo su potencial. Eso explica memoria extraordinaria, imaginación sin límites y rapidez mental y física (súper velocidad) visión de largo plazo (súper visión), habilidad para descubrir los buenos negocios (súper olfato) capacidad para volar alto, resistencia a los golpes duros y destrezas para enfrentar con éxito terremotos, tsunamis, rescates de mineros, fusiones, saltos al vacío, aterrizajes forzosos y muchas otras situaciones. Un sujeto de mucha acción y muchas acciones (tanto benéficas como bursátiles).
En la Academia le llamaban Cabydam, que representa dos piezas del ajedrez que juntas tienen todo el poder. Así, de la mano de mi tía Fide, lo aprendió todo, desde domesticar al antílope tibetano, montar Yak, tocar el ceníbalo, la ikebana rusa, resolver el cubo de Rubik en 12 movidas, lucha greco romana, poesía filosófica, mil citas y biografías célebres y mucho, mucho más. Algo especial fueron los tips sobre Economía que luego difundió en Harvard. Uno de ellos fue “Cómo ganarse los segundos 100 millones de dólares antes de los 50 años”. Pero por cierto el aprendiz tenía mucho potencial. De hecho, a los 9 años, cambió las reglas del famoso juego de esos años, el Metrópoli. Reemplazó los billetes por tarjetas. El resto es historia.
Mi tía Fide y el Aprendiz, ¡qué parcito! Digo yo.
Para entender esta segunda parte, es necesario haber leído la columna anterior. Consígase el diario del pasado domingo, léalo en la versión electrónica o visite mi blog.
Para aclarar lo de los tics del Aprendiz SPE 11249, diré que los científicos suizos amigos de mi tía Fide creen que son causa de una falla en el proceso de transfusión neuronal del potente lado izquierdo del cerebro de mi parienta. Ella lo vio desvanecerse unos 10 segundos y luego que empezó con las movidas típicas que hasta hoy lo acompañan parecidas a una picazón. Sin embargo mi tía piensa que podría ser una secuela que algunos aprendices mantienen de por vida por la vacuna experimental contra el dengue aplicada cuando los inscribió como voluntarios en Fiji.
La relación del aprendiz y mi tía es similar a la de Aristóteles con Alejandro Magno. Ella le traspasó todo su conocimiento, sabiduría, habilidades, destrezas y filosofía de vida durante 8 meses continuos (el más rápido proceso de aprendizaje en la historia de la Academia). Y esto ocurría las 24 horas del día los 7 días de la semana. Fuera entre las ruinas de la ciudad amurallada de Kaowloom haciendo salvataje indómito, en las prácticas de sobrevivencia extrema en el pantano maldito de Bagunyá o lanzándose en parapente desde la torre Eiffel.
El resultado fue similar al del personaje Kal- El, aquel niño que al llegar del planeta Kripton a la Tierra se convirtió en un superhombre. Un terrícola que cuando se pone la capa roja (también puede ser una casaca roja) se convierte en un SPE (Súper Poderoso Ejemplar). Esta sigla la acuñó mi tía desde ese momento para nominar a los egresados, tal como lo fue el modelo 11249, que hoy podría ser quien está en Chile haciendo un postgrado como CEO nacional.
La Academia le desarrolló todo su potencial. Eso explica memoria extraordinaria, imaginación sin límites y rapidez mental y física (súper velocidad) visión de largo plazo (súper visión), habilidad para descubrir los buenos negocios (súper olfato) capacidad para volar alto, resistencia a los golpes duros y destrezas para enfrentar con éxito terremotos, tsunamis, rescates de mineros, fusiones, saltos al vacío, aterrizajes forzosos y muchas otras situaciones. Un sujeto de mucha acción y muchas acciones (tanto benéficas como bursátiles).
En la Academia le llamaban Cabydam, que representa dos piezas del ajedrez que juntas tienen todo el poder. Así, de la mano de mi tía Fide, lo aprendió todo, desde domesticar al antílope tibetano, montar Yak, tocar el ceníbalo, la ikebana rusa, resolver el cubo de Rubik en 12 movidas, lucha greco romana, poesía filosófica, mil citas y biografías célebres y mucho, mucho más. Algo especial fueron los tips sobre Economía que luego difundió en Harvard. Uno de ellos fue “Cómo ganarse los segundos 100 millones de dólares antes de los 50 años”. Pero por cierto el aprendiz tenía mucho potencial. De hecho, a los 9 años, cambió las reglas del famoso juego de esos años, el Metrópoli. Reemplazó los billetes por tarjetas. El resto es historia.
Mi tía Fide y el Aprendiz, ¡qué parcito! Digo yo.
El Aprendiz ( I )
(Publicado en la Estrella de Iquique el 10 de abril de 2011)
Este artículo solo podrán entenderlo bien quienes conozcan la sorprendente vida de mi tía Fide. Es un requisito previo fundamental. Lamentablemente el libro en que conté su verdadera historia está agotado. Pero los interesados podrían conseguirlo con algún amigo, o solicitarle una versión digital al suscrito y en pocos minutos tenerla en su computador. Pero esto por supuesto, no es gratis.
No obstante ello, contaré ciertos hechos ocurridos en el pasado, porque están estrechamente relacionados con el único chileno graduado de la prestigiosa FIDE´s Academy, entidad donde mi tía, preparó, a los principales políticos, empresarios, líderes y gurús del mundo actual.
Todo comenzó cuando un amigo, en esos años embajador de Chile en Francia, le solicitó que aceptara en la Academia a su joven hijo, un destacado estudiante que perfilaba según él, para “cosas grandes”. Mi tía accedió, incluso becó al muchacho (porque su familia era de la esforzada clase media de esos años) y lo sometió al examen de ingreso que pasó con nota máxima. Cuento corto, un día de primavera en la época del monzón, llegó a la Academia de mi tía Fide ubicada en la provincia de Yangtsé en el Tíbet, un muchacho no muy alto, de mirada profunda, ceño fruncido y escrutador. El registro consigna solo lo siguiente: Aprendiz SPE-11249.
La Academia de mi tía Fide, fue lo más top del mundo y su método de enseñanza - más secreto que la fórmula de la Coca Cola- es en rigor un algoritmo holístico de estudios, prácticas, experimentaciones científicas, viajes (ninguno de placer), lectura y preparación física intensiva, solo por dar ejemplos. Los participantes deben superar un programa de aprendizaje que suele durar tres años y más. Las secretas estadísticas son dramáticas. Un 45% no pasa las pruebas de admisión. El 85% no se gradúa. Y un 2% de los reprobados en el examen final, se suicida. En cuanto al método de enseñanza, es de su propia invención y lo diseño a partir de estudios que hizo sobre los niños índigos, la resiliencia, el súper hombre de Nietzche, las escuelas de misterios, el coaching ontológico para la gobernanza, la búsqueda de Dios con el Eneagrama y otros tópicos de similar calibre.
Pero antes de todo, le pido a mi tía que me de algunas pistas para saber quién es y que hace hoy este soberbio personaje graduado en su templo del saber. Me sopló algunas : tiene más de 60 años, perfecto estado de salud, hiperkinético, duerme solo 6 horas, es poli funcional, competitivo, políglota, calificado orador, buzo profesional y amante de volar alto, entre tantas otras competencias. Un rasgo visible son sus tics, que no son la picazón a causa del roce con la ropa, lo que le obliga a usar dos tallas más grandes sino que, es por una leve presencia del síndrome de Tourette. Ella me contará la "firme" y cientos de detalles de este SPE (Súper Poderoso Ejemplar). Y a mí, seguro que se me caerá el pendrive. Digo yo.
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