miércoles, mayo 26, 2010

Lo bueno y lo malo de ser rico

(Publicado en La Estrella de Iquique el 9 de mayo de 2010)

¿Le han dicho alguna vez…rico o rica? Si así hubiera sido, estoy seguro que se habrá sentido muy bien, porque no podría haber nada malo en ser rico. Por el contrario, pienso que debe ser muy bueno. A mi me encantaría serlo. Un día a lo menos. Solo para salir de la curiosidad. Me imagino que debe producirse una sensación placentera, tranquilizadora, de optimismo, de seguridad. Se debe ver el mundo de otro tono, posiblemente color de rosa.
Pero en fin, como se que trabajando nunca llegaré a estar en el ranking de la revista Forbes, seguiré intentando con los juegos de azar cada semana. A lo mejor algún día la diosa fortuna golpea mi puerta. Por eso estoy saliendo poco. No quiero no estar si es que llega.
Curiosamente mucha gente es contraria a los ricos y mira mal la riqueza. Yo considero bueno que haya muchos ricos en el mundo y ojala la mayoría estuviera en Chile. Encuentro excelente que cada día pueda haber más gente rica o que sean cada vez más ricas. Y en un sentido más amplio, me encanta comer rico, beber rico, tener amigos ricos y especialmente, amigas ricas.
Lo que me molesta es la pobreza, que haya gente pobre. La riqueza no tiene nada de malo. Y aquí es cuando la gente se confunde y al sentirse pobre, esto abomina de los ricos.
Pero el quid del asunto no está en la riqueza propiamente tal, sino en el comportamiento de los ricos. La riqueza empobrece, suele decirse, pues cuando el ser humano la alcanza, comienza a cambiar… “para peor”. Se pone abusivo, indulgente, despreciativo, orgulloso, poco solidario y esa conducta, como no puede manifestarla con sus pares (otros ricos como él) las emprende con los más humildes. Y esa es la imagen que de los ricos tienen los pobres.
Al parecer el rico, al igual que Jano el dios de la mitología romana, tiene dos caras. La fea, truculenta y deshumanizada ya descrita y la buena, aquella que muestra cuando crea empresas, invierte, da trabajo y practica la caridad sin ostentación ni publicidad.
Un aspecto complicado de la riqueza es determinar su límite inferior (el superior no existiría) ¿Cuánto hay que tener o ganar para ser considerado rico? ¿Habrá que tener un patrimonio mínimo de un palo verde? ¿Ingresos mensuales de 30, 50, 80 millones de pesos?
Pienso que la odiosidad contra el rico es cuando es demasiado rico. Si es un rico “normal” no habría problema. Pero si es muy rico, es imperdonable. Es lo que le pasa a Piñera. Sus detractores (especialmente los políticos) le pueden soportar muchas cosas, menos que sea Tatán rico. Si tuviera solo un 10% de su fortuna, se quedarían tranquilos y no le darían bola. El drama del presidente es entonces ser muy rico, demasiado rico, casi exquisito.
Así las cosas, hay que hacerse rico pero moderadamente. Cuando vea que le está yendo muy bien y está ganado mercado, prestigio y mucha plata, deje de invertir, no cree más empresas, venda todo, despida al personal y gaste todo lo ahorrado hasta que vuelva a ser pobre. Recién allí volverá a tener el respeto de sus conciudadanos. Digo yo.

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