(Publicado en la Estrella de Iquique, domingo 27 de junio de 2010)
No voy a hablar de la cuestión mundial, cuya salud no es buena. Los residentes del planeta con sus malos hábitos, perversas intenciones y pésimas decisiones, vivimos cada día con los nervios de punta. Guerras en proceso o preparándose, crisis financieras, calentamiento global, delincuencia, terrorismo, mafias de la droga, en fin un panorama desalentador. Por eso, la otra cuestión mundial, la que se desarrolla en Sudáfrica, es un verdadero bálsamo necesario e importante en esto momentos.
Habría por esto que agradecer al país organizador. Por lo mismo fue bastante inadecuado haber eliminado al anfitrión. Me pareció de pésimo gusto. Esto podría tener dos efectos. El primero, que asista menos gente a los estadios, lo que es muy malo. Lo segundo, es que ya no se escucharán tanto las vuvuzelas, lo que es muy bueno. Al respecto, tengo una excelente idea de lo que los sudafricanos pueden hacer con estas cornetas. Lamentablemente no lo puedo decir en público.
Pero en fin, con sus pros y contra este mundial nos ha hecho olvidar mucho de lo malo.
Y a propósito de lo malo, seamos sinceros, este mundial como expresión de fútbol ha estado ahí no más. Con buena voluntad le pondría nota cuatro. Ni buen fútbol, ni estrellas, ni nada espectacular. Podría concluir que hasta lo avanzado del campeonato, ha sido un mundial como la waka. Salvo excepciones por cierto y Chile es un ejemplo.
Pero los que saben, dentro de los que no me incluyo, dicen que el verdadero mundial comienza en los octavos de final. Lo previo habría sido casi un entrenamiento, calculadora, mucha especulación, sin mostrar todo. Salvo los chicos como Chile, que se la jugaron desde el minuto uno. Los llamados grandes –algunos ya en casa - deberían aparecer en la segunda vuelta.
En esa, se supone que todos querrán ganar. Tengo serias dudas. De lo que no tengo dudas es que el único equipo que siempre juega a ganar es la Fifa. Creo que al fútbol le da poca pelota y su interés está en el negocio de la publicidad, las trasmisiones, las apuestas y el merchandising.
Como datos freak del Mundial menciono la presencia de la Bachelet (le gusta mucho el fútbol y también Bielsa) de Bam Bam como comentarista, de autoridades del gobierno que andan con permiso sin goce de sueldo (solo pueden tener otros goces pero no pecuniarios), de la hinchada chilena, proveniente de todo el país y del resto del mundo, muchos de Europa (curioso porque en la zona euro la cosa está como la vuvuzela).
Un párrafo final para la roja de todos. Heroico, sobresaliente. Con lo logrado se inicia un antes y un después. Lo mejor en medio siglo. Con Bielsa (ya se estará pensando en nacionalizarlo o talvez canonizarlo) se inicia el año 0 del fútbol nacional. Un nuevo amanecer. Viva Chile…miéchica. Digo yo.
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