Según las estadísticas – elaboradas con datos duros de mis propias fuentes de información y por tanto de dudosa confiabilidad - puedo asegurar que casi en un 85 % las chilenas no son rubias. A pesar de que en una vista panorámica nacional se vean muchas cabelleras blondas, “no todo lo que brilla es oro”. Desde luego que necesariamente debo hacer una precisión: hay rubias naturales y rubias no naturales. Hay originales y copias. En esto del pelo femenino, también están los productos “alternativos”.
Sabido es por todos, que tras el paso de los años, las respetables
representantes del género femenino tienen la tendencia y sienten las ganas, de quitarle años a la vida y optan
voluntariamente por derivar hacia una cabellera “menos oscura” que su color de cabello
original-joven para pasar a un tono tirando a rubio. El objetivo es evitar lucir
algunos tonitos blanquecinos indiscretos que empiezan a aflorar con los años de
experiencia vital. Esto hace que la
población femenina de Chile desde los 35 ó 40 años de edad, en una gran
mayoría, comience casi súbitamente a ponerse rubia. Consecuente con lo
anterior, se puede inferir que las chilenas de esa edad hacia arriba, construye la muestra de
la población de mujeres mayoritariamente rubias, de tonos rubios, o tirando
para rubias. Si se pusiera toda la población de chilenas adultas en un gráfico
de torta, solo veríamos un pedacito muy
pequeño de pelitos negros.
Pero lo de rubia, morena, trigueña o güerita
como dirían en el Caribe, también tiene
otra connotación. El tema más peludo valga la coincidencia, se sostiene en la creencia popular que asocia la histórica relación “rubia con tonta”.
Los Caballeros las Prefieren Rubias fue
una película musical estadounidense de 1953, interpretada por la famosa Marilyn
Monroe y su reconocimiento mundial en el papel de la rubia superficial. Consecuentemente,
se ha popularizado la creencia de que las rubias son tontas y esto ha quedado
grabado en el inconsciente colectivo. Lo
curioso es que si se dice que las rubias son tontas ¿por qué las morenas se tiñen?
Pero que sea negro, castaño, colorín o rubio
finalmente da lo mismo, lo importante es que nunca aparezcan las indeseables raíces
blancas. Otro detalle no despreciable a la hora de las precisiones es el color de las cejas. ¿Debe ser igual al
cabello? Puede no coincidir. Finalmente la pregunta del millón. ¿Michelle o
Evelyn? ¿Estarán certificadas como rubias? ¿Serán tontas? ¿Pasarían la prueba
de la blancura? ¿Tendremos en la Moneda una rubia natural o una pirateada?
Lo que sí puedo asegurar es que cuando una
mujer es rubia natural, es rubia por todas partes. Digo yo.
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