Cursillo express
Hace años escribí sobre ciertos hábitos sociales que no me gustaban para nada. Había cosas que para alguien como yo, tolerante y liberal - pero enchapado a la antigua- me costaba aceptar. Posiblemente porque no las entendía o porque su lógica me sobrepasaba. Me parecían prácticas antisociales deplorables y que aún no las asimilo a cabalidad. De las más antiguas solo recordaré: comer en el cine, poner música a todo volumen (en vehículos o playa) y mascar chicles hasta en misa. De las nuevas, abomino los tatuajes, los piercing, la audifonomanía, el lenguaje y la escritura en las redes sociales, las tribus urbanas, la comida chatarra y las paredes rayadas. Entre varias otras. Pero lo grave es que ahora sumé una nueva aversión.
La llamo “la maldición del Power Point”. Cada vez que veo que se hacen los preparativos para una presentación con Power Point, siento ganas de escaparme. Desde que se empezó a utilizar este instrumento, la calidad de los seminarios, exposiciones, charlas y similares se fue a pique. Murieron los buenos expositores, los oradores calificados, los participantes entretenidos y los que sabían y lo demostraban con sus propios méritos.
Pero, hagamos justicia, el culpable no es el software sino el expositor. Con una presentación en Power Point, un pendrive, más un data, un notebook, un control inalámbrico , un telón o una pared no muy oscura, cualquiera puede hacer una disertación de lo que le pidan. En Google hay cientos de formatos y temas de todo lo que pueda imaginar. El usuario puede adaptarlos a su pinta para toda situación y auditorio. Pero el resultado, ese es otro cuento. Para ser honesto, la mayoría son “reguleques” tirando para malitos. En mérito a ello haré mi primera buena obra del año. Entregaré aquí - sin más costo que el precio del diario( un poco más caro por ser domingo) un cursillo full express para expositores inexpertos:
a) Siga la regla del 5 x 5. No más de cinco líneas, ni más de cinco palabras por línea en cada slide.
b) En lo posible no use distractores: movimientos, entradas, sonidos o fotos.
c) Si usa fotos o dibujos, “que hablen por si solos”.
d) Verifique el contraste del color entre texto y fondo.
e) Pruebe el diseño in situ. Siempre en el PC se verá mejor que en la presentación real.
f) Use letra mayor a tamaño 36. Jamás cursiva, ni combinación de familias de letras diferentes. Nunca toda la escritura en letra imprenta y siempre en un solo color.
g). El texto es solo un ayuda memoria, el “torpedo”. No es la explicación misma. Leer es pecado mortal.
h) La tarea del expositor es esa: exponer. Ahí está su éxito. Lo único importante es lo que diga. No lo que lea. Es su hora de la verdad (que ojalá sea menos de una hora).
Finalmente algunos bonus tracks: Nunca le dé la espalda al auditorio. Ni siquiera de perfil. Su presentación no debe superar la tolerancia del trasero de la audiencia en sus sillas. No sea autorreferente, su historia y conocidos no interesan. Vaya directo al grano. Demuestre que sabe, hable bien y no use lenguaje coloquial. Agregue una pizca de humor. Esto es lo que los expertos sugieren más lo que yo le agregué de mi cosecha. Digo yo.
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