sábado, julio 12, 2014

SELFIES

Publicado por diario El Longino de Iquique el domingo 23 de marzo de 2014
 
Está súper de moda esto de auto fotografiarse. Lo está haciendo mucha gente y en todo el mundo. Incluso se han sumado  a esta verdadera epidemia  personas muy serias, formales y  respetables, algunas  que incluso son “las  que conducen los destinos del mundo” o parte de él.  En efecto, al más breve descuido protocolar,  Barack Obama,  Angela Merkel , o el  mismísimo Papa Francisco I, sacan sus propios móviles , ponen su mejor sonrisa y se hacen un click, con un par de desconocidos al lado.  Y ya nadie se sorprende.  
El año pasado nació la moda de autorretratarse  y parece que  llegó para quedarse y multiplicarse  pues la inventaron los gringos y estos son muy hábiles descubriendo las virtudes comerciales  de las debilidades humanas, en este caso del insaciable ego,  transformándolas en necesidades críticas,  luego en productos, servicios y marcas.  Partieron por ponerle un nombre comercial  - que por supuesto ya está registrado en todo el mundo – la llamaron selfie . Un término anglosajón  a partir del prefijo self que se traduciría como “uno mismo”.    Las facilidades y la calidad de los teléfonos móviles con sus cada vez mejores y sofisticadas cámaras fotográficas permitieron la inmediata masificación. No hay que cargarle  toda la culpa al difunto Steve Job de la epidemia, pero más de alguna responsabilidad  tuvo al crear teléfonos inteligentes  para gente… supuestamente inteligente.    
Lo interesante de la moda del selfie no es la epidemia ególatra que recorre el mundo, sino lo que hay detrás del hábito. La pregunta que surge para los compatriotas es ¿se salió definitivamente del closet el homo sapiens  chileno y ahora se muestra cada vez más cómo es, con sus virtudes y defectos,   gustos y  preferencias?     Si fuera así, bien por ello, porque hasta  hace poco  nos calificaban de ser  bastante acomplejados, vergonzosos, tímidos, que teníamos una forma lastimera de hablar, que usábamos en exceso los diminutivos ( tecito, cafecito, pancito, empanadita , asadito, …) y que habíamos patentado el  ¡oiga jefe!  como la forma habitual de llamar al mozo en un restorán.    
Ser parte de una selfie posiblemente sea también  el deseo no asumido del hombre chileno versión 2014. Llegar a ser un best seller  pero en  versión fotografía,  esto es un best seen,  el más visto. Esta nueva imagen del chileno liberado ya está instalada y nos permite hacer a lo menos dos observaciones. La primera,  que también somos  ególatras cosa que no sabíamos y lo segundo, que se ha perdido el sentido del anonimato algo que tantos siglos mantuvimos  siendo  muchas veces catalogados de acomplejados.
Lo bueno del selfie para los chilenos es que esto nos puede servir para elevar nuestro ego bueno,  ese que nos hace querernos positivamente, auto valorarnos, sentirnos capaces, perder los miedos, atrevernos, hacernos cargo de nosotros y escribir y vivir nuestro libreto.   
Maslow , en su famosa pirámide de las necesidades del hombre coloca en la cúspide  la autorrealización, la trascendencia. Hacer las cosas que estimamos necesarias para nosotros mismos y que no son logros materiales. Satisfacer necesidades que no tienen otro propósito que hacernos sentir muy bien por nosotros mismos y querernos. Cumplir el sueño, el caprichito de artista. El selfie nos da esa oportunidad, vivir el minuto de gloria al lado de un famoso.
Ya estamos en la OCDE y seremos en esta década -si nada falla- un país del primer mundo. Hace años nos tildaban de acomplejados, indecisos,  irresponsables, informales, mal hablados,  sacadores de vuelta,  impuntuales y dejados. Había gente, no me van a creer  estimado lector,   que incluso sacaba el Permiso de Circulación…… el último día. Sí, sí, lo hacía. Pero hemos cambiado  y ahora ya nos merecemos una foto. Aunque sea una selfie, digo yo.

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