Publicado en La Estrella de Iquique enero 2010
Según el horóscopo chino, el año 2010 será fabuloso porque estará regido por el Tigre (salvo para Tiger Wood al que le irá como la Mona, por aquel asunto del hoyo 19, donde jugaba sin permiso de su mujer).
Lo que más me gusta del signo, es que el Tigre es un animal orientado al logro, al éxito, al resultado. Esto lo considero muy positivo porque en mi opinión, el éxito produce adicción. Cuando alguien se acostumbra a triunfar y a ser exitoso, nunca jamás querrá volver a la mediocridad. Avizoro entonces que tendremos un año fabuloso. El viento sopla a favor y parece que finalmente se alinearon los astros. No por nada hace menos de un mes fuimos incorporados como miembros titulares de la OCDE, el exclusivo club de los países que juegan en las ligas mayores.
Podríamos concluir entonces que el futuro que se nos viene, es favorable para el país. Pero…siempre hay un pero, no todo dependerá de las naturales habilidades del Tigre, por muy diestro, ágil y poderoso que sea. Lo fundamental, en mi opinión, podría depender de la muñeca del domador.
Esto obliga necesariamente a analizar - también bajo el mismo horóscopo - cuál es el animal que hay dentro de cada presidenciable y conforme a ello, visualizar el futuro que puedan construir para nosotros.
En este horóscopo, el signo regente varía según el año de nacimiento de cada presidenciable. Lo que no cambia, es que ambos son un par de animales (aclaro que los doce signos son bestias).
En nuestro caso, uno de los animales, es un Gallo el que responde al nombre de Tatán. El otro animal es un Perro y en casa le dicen Lalo. Hechas las presentaciones, surgen dos preguntas clave. ¿Cuál de estos dos animales podría hacerlo mejor gobernando el país? ¿Cuál de estas dos bestias podría influir más y mejor en nuestro futuro?
Algunas características de ambas especies y su comportamiento habitual podrían darnos pistas. Escaneemos a la primera bestia. Tatán es un gallo, pero no es un gallo cualquiera, sino uno de esos de pelea. Chiquitito pero peleador, de pico corto y fuerte, altivo, de colita parada y que no conoce la rendición. A un gallo como este no le sacan fácilmente la cresta. Se sabe ganador y luce con orgullo sus coloridas plumas. Siempre está aleteando y moviéndose en el centro del gallinero. Es apasionado, todo lo que acomete lo hace con cuerpo y alma. Protege a sus gallinas de cualquier peligro o amenaza. Cierra las puertas con tranca y le cargan las giratorias, donde pudieran entrar y salir los delincuentes. Es un gallo bueno para el canto y muy madrugador. Duerme poco y a las 6 de la mañana está despertando a medio mundo. Le encanta volar y cada vez que puede lo hace. Le gusta ver las cosas desde lo alto. Por la posición de los ojos, observa lo que pasa en la derecha e izquierda simultáneamente.
Por su parte el Perro Lalo, es una especie de raza casera, de clase media. No es para nada un quiltro pues tiene ascendencia Suiza. De pelaje rebelde, un poco “tieso de mechas”, es un animal pacífico, nada de rosquero y bueno para la pestaña. Es el típico perro de compañía, educadito. Se le puede llevar a cualquier parte y no molesta, incluso a misas (católicas y evangélicas). Lalo es una especie que con el tiempo ha cambiado, antes era mucho más tieso, fome, y pavo. Ahora es chascón, canchero, gracioso, baila, mueve la colita y perrea. Tiene buen olfato y mete la nariz donde puede. No es muy ágil corriendo pero le gusta ganar, aunque sea por nariz. Es muy querendón de su ama quien lo cuida y protege. Está siempre con todas sus vacunas al día.
Con estos datos, estimado lector, usted dispone de toda la información necesaria para decidir cuál de estos dos animales preferiría para que dirigiera los destinos de Chile. No quiero que me culpe a mí o a los chinos, si después de un tiempo se está haciendo la pregunta ¿cómo fui tan bestia para votar por el animal equivocado?
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