domingo, enero 30, 2011

Preguntas de verano


(Publicado en La Estrella de Iquique el domingo 23 de enero de 2011)
A Sócrates, el filósofo griego, se le atribuye la autoría de la mayéutica, técnica que consiste en interrogar a una persona para hacerla llegar al conocimiento no conceptualizado. Existe la idea que la verdad está oculta en la mente de cada ser humano. La técnica implica preguntar al interlocutor acerca de algo y luego debatir la respuesta. El debate lleva al interrogado a un nuevo concepto desarrollado a partir del anterior y así sucesivamente hasta descubrir las diversas verdades que están ocultas en la mente humana. Por eso es que en la vida lo que más uno debe tener son preguntas y no respuestas. Tener respuestas implica saberlo todo y ni Google puede darse ese lujito. Se dice que ni Dios conoce el libreto definitivo. Al crear el mundo fue probando y probando y cuando veía que lo que hacía era bueno, seguía con la obra siguiente (Génesis 1.4)
Usted se preguntará y valga la redundancia ¿por qué esto de las preguntas? Bueno, resulta que todas las semanas me hago una trascendental ¿y de qué miéchica escribo esta semana? Y no es por falta de temas, porque siempre hay varios, el problema es elegirlo bien y especialmente escribirlo bien, para que los lectores no reclamen. Pero con frecuencia, estoy apurado o falto de inspiración y no atino. Otras veces, como ahora y a causa del verano, las vacaciones y cierto relajo natural, quisiera no pensar mucho y escribir de un solo round y hacer un aporte a estas fechas estivales, cuando los lectores me imagino no quieren leer sobre temas “espesos” como son los políticos, económicos, bélicos, o de los desastres naturales que nunca faltan en el mundo, sino algo que gratifique y ojalá les saque una sonrisa.
Este es un período en que muchas personas están de vacaciones, pasean van a la playa, se juntan con amigos, se relajan (si pueden, con la casa llena de visitas de verano) se levantan más tarde y se acuestan también más tarde. Con una rutina totalmente diferente a la que llevan durante el año. Consecuente con ello, decidí hacer una contribución al relax veraniego, con un pequeño juego. Les someteré a algunas preguntas ingeniosas que seguramente nunca se las habían hecho. El objetivo es que los lectores no solo lean esta crónica, sino que también piensen. Porque, aun cuando estén de vacaciones, no es malo seguir usando las neuronas para no perder el training. Las preguntas son las siguientes: ¿Un parto en la calle podría considerarse que es un alumbrado público? Si un abogado enloquece ¿pierde el juicio? ¿Por qué se utilizan agujas esterilizadas para administrar una inyección letal? ¿Por qué usan cascos los pilotos kamikaze? ¿Hasta dónde se tienen que lavar la cara los pelados? ¿Por qué las mujeres abren la boca para pintarse las pestañas? ¿Se puede estornudar con los ojos abiertos? ¿Ha conocido alguna vez a un adivino, vidente, tarotista o alguien con similar oficio que se haya ganado la lotería? ¿Existe la comida para gatos con sabor a ratón? ¿Por qué los aviones no están hechos del mismo material que la caja negra? ¿No le parece raro que "todo junto" se escriba separado y "separado" todo junto? ¿Por qué Cavancha comienza con “c” y termina con “t”? ¿Por qué habrá gente tan, pero tan… ocurrente? Digo yo.

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