A pesar que las diversas cosmogonías en su mayoría coinciden en que el inicio de todo pudo ser un caos generado tras la pérdida del equilibrio divino, los humanos parece que no nos resignamos a aceptar que estamos, estuvimos y estaremos permanentemente en un big bang (el uso de minúsculas es deliberado, para consignar que se trata de pequeñas explosiones destructivas, pero insignificantes para acabar con la humnidad) que pone a prueba la capacidad de sobrevivencia del hombre.
Cuentan que cuando Dios terminó de construir todo, le gustó lo que había hecho y se durmió contento de su obra. Cuentan también, que no hace muchos años despertó y no le gustó nada lo que el hombre había hecho y lo que estaba haciendo con su más querida y perfecta construcción. Se molestó mucho, pero finalmente con su infinita sabiduría, perdonó al hombre, advirtiéndole que no siguiera haciendo lo que hacía.
Pero el hombre no cambió su proceder.
Y Dios ha despertado otra vez(o a lo menos ha entreabierto los ojos) y se ha vuelto a enojar por lo que ha visto. Y ha manifestado su enojo, con algunos actos de la naturaleza, que es su forma más visible para nosotros, como tsunamis, terremotos, huracanes o inundaciones. Es para que recordemos quién es el que manda y que nadie tiene derecho a destruir su obra.
Y no solo eso, también ha dejado de intervenir en la acción de los hombres. Les ha quitado el freno de sus pasiones, para que afloren los males internos. Para que apareciera la bestialidad del terrorismo, la drogadicción, la insensatez. El caos social y humano. Puede ser éste el mensaje de fondo del gran constructor del universo. Para que apreciemos la diferencia entre un mundo coherente y sano y un mundo enfermo e inseguro.
1 comentario:
Estimado Patricio: A pesar de que como dice la presentación de tu blog, no considerarás las opiniones que te hagan, he decidido revelarme ante tal declaración y hacer uno igual, pues con el hecho de que la leas con interés, estaré satisfecho y contento.
Es grato saber que estás en la blogosfera, con tus siempre atinados, suspicaces y deliciosos escritos acerca de lo que suscede a nuestro alrrededor.
Quizás Dios esté realmente enojado con lo que sucede hoy en el mundo. Pero sin duda,Dios es una gran arquitecto, un gran constructor y cuando abrió sus ojos depués de su descanzo, pudo apreciar que no se equivocó en poner también en este mundo convulsionado a hombres libres y buenos para que en en algo aporten a su reconstrucción.
Hagamos fuerza para que así sea.
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