Sin intentar meterme - porque no
se - en la Neurociencia o en la Biología
y además con cero rigor científico, diría que la inteligencia es una capacidad exclusiva del homo sapiens (del
latín homo, hombre y sapiens, sabio). Este primate homínido (carnívoro y
herbívoro a la vez) desarrolla la
inteligencia desde su concepción, proceso que no se detiene sino hasta entrada
su vejez tras lo cual empieza a declinar. Pero en su vida activa, incrementa permanentemente
esta habilidad que está muy asociada al hacerse preguntas. Se ha llegado a
concluir que formularse preguntas es fundamental para el desarrollo del cerebro
y por lo tanto de la inteligencia. Por eso los niños chicos son tan
preguntones. Y los viejos también, pero a estos últimos, porque se les olvida. Lo grave es cuando tempranamente
se nos agotan las preguntas y solo tenemos respuestas. Ahí nos ponemos tozudos
y sabelotodo. “Momento preciso para dedicarse a la política” (…no me pude
resistir a incluir esta conclusión personal).
Lo que planteó el gobierno a través del ministro del Interior fue muy relevante. Y todo se desencadenó a partir de una escalada de sucesos del
tipo “terrorista” que aceleraron las acciones para un combate contra un enemigo
sin rostro. Para enfrentarlo, las
autoridades instruyeron hacer dos cosas: a) Poner a la gente en cubierta para una arenga motivacional
y b) Impartir un curso sobre Inteligencia para todos los chilenos. El curso-
taller enseñará a cómo usar bien la inteligencia, cómo pensar con inteligencia
y cómo tomar decisiones inteligentes. El proceso formativo contará con
franquicia Sence.
Son estupendas noticias. Volver a
tener y a usar la inteligencia evitará el bulling a Chile y los chilenos evitaremos
sentirnos como los más tontos del barrio. Valoro y apoyo la iniciativa
ministerial y desde ya me pongo a disposición pues quiero recuperar mi imagen. Pero
antes, quisiera formular públicamente algunas preguntas inquietantes para mí. ¿Cómo
no nos dimos cuenta antes, que no teníamos inteligencia o la usábamos tan mal? ¿Cómo
pasamos tantos años sin inteligencia o
con niveles mínimos y sin embargo logramos colarnos en la OCDE? ¿Cómo logramos
ser el país con el mayor número de convenios de libre comercio del mundo? ¿Cómo
fuimos capaces de pasar de un régimen militar de 20 años a una democracia plena
mediante elecciones? ¿Cómo somos o hemos sido capaces de ser líderes mundiales en
exportación de frutas, vinos o salmones? Tengo varias preguntas más, éstas son
solo un ejemplo.
Yo tengo mi particular
explicación. Creo que alguien inventó alguna martingala, una cuchufleta propia de la viveza criolla, pero sin duda
que nuestros éxitos país son el trabajo serio y profesional de muchos empresarios y trabajadores que aman a Chile
por sobre todas las cosas y las hacen bien. Personas que han puesto no solo la
inteligencia sino también el corazón.
Lo que más me molesta del Chile sin
inteligencia es que me incluye. Así, como un habitante más del país, hice mi
contribución de desinteligencia a la
sumatoria país. Pero, como dice el refrán, “mal de muchos consuelo de tontos”,
este drama no lo vivo solo nica, porque
aquí los faltos de inteligencia somos “todos los chilenos”, incluidos los que
viven en el extranjero. Digo yo.
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