miércoles, noviembre 05, 2014

Pájaros de mal agüero

Cada vez creo más en las ventajas de la selección (no como el ministro de Educación). Por eso estoy dejando fuera de mi vida - en la medida de lo posible - a la gente negativa, pesimista,  fome,  lesa  y actualmente a  toda esa cáfila de pitonisos, profetas del Apocalipsis y agoreros de pacotilla que en los últimos tiempos se han ensañado con Iquique  vaticinando,  no uno,  sino varios terremotos que no dejarán parado nada… pero nada,  de nuestra querida ciudad.  ¿Qué se habrán creído estos pájaros de mal agüero?  Con qué derecho y tan sueltos de cuerpo se arrogan la autoridad para predecir “científicamente”  que se viene un terremoto del tipo película de Hollywood.    
A esos pajarracos propongo declararlos personas non gratas  y  negarles el acceso a la ciudad.  Y en el caso de que esto no sea posible - a causa del estado de derecho o los derechos humanos -  no darles tribuna en ningún medio de comunicación local. Y si las declaraciones las hicieran desde una fuente cita en otras latitudes, desenchufarlos, apagarlos o simplemente prestarles oídos sordos.  O sea, cortarles  todas las fuentes comunicaciones derechamente; por ejemplo,  no invitarlos a las radios, no hacerles entrevistas, apagarles las cámaras de la televisión, en fin, dejarlos off side de los mass media.  
Si alguien cree que esto podría ser un boicot comunicacional  y atentatorio a los derechos humanos, tiene toda la razón. Sería un acto deliberado. La razón es porque creo que si a estos pájaros de mal agüero no se les presta ropa,  caen en un anonimato y rápidamente morirían en el olvido.  De esto estoy convencido pues la culpa no la tiene el chancho,  sino del que le da el afrecho. Y los medios son en este caso, los que alimentan al chancho o a los chanchos, porque andan varios. Por eso, a lo menos en este diario, seremos consecuentes y a estos pajarracos desde ahora les tiramos la cadena porque nadie puede saber con anticipación y asegurar cuándo ocurrirá un terremoto de gran magnitud. Tampoco tienen derecho a asustar a la población con información pseudo científica y menos asegurar que lo que ocurrió hace millones de años tenga necesariamente que repetirse ahora. A lo mejor faltan solo unos 2 millones de años no más. ¿Qué sentido tiene asustarnos con tanta anticipación?
Decía, al inicio de esta crónica, que a mí me gusta la gente positiva. Por eso es que abomino de los negativos y pesimistas, porque aportan cero. Para deshacerme de ellos, aplico precisamente la tabla del Cero. Sus opiniones, lo que digan o lo que piensan lo multiplico por el aporte que me hacen,  o sea “cero”. Me explico: Idea, pensamiento o actitud negativa multiplicada por Cero es igual a Cero. Y de la gente  fome tampoco me es difícil deshacerme. Basta con no reírme ni siquiera sonreírme con lo que dicen. Se aburren y se van a hinchar a otro lado.
A la gente lesa  me más complicado  eliminarla ya que casi todo lo que se les dice no lo entienden.  Con ellos a  veces  funciona el viejo truco aquel de “dile al tonto que es bueno pa´l hacha y te  tendrá leña pa´ todo el invierno”. Acá se le podría decir: Puchas que eres bueno y rápido para caminar. ¿Cuánto te demorarías en ir y volver unas dos veces al Marinero Desconocido?  
Volviendo de nuevo al inicio de esta crónica, que cada vez estoy más proclive a la selección.  A mí desde siempre me ha gustado elegir mi ropa, la comida, los vinos, las corbatas, las mujeres y los amigos.  Por eso discrepo con el ministro Eyzaguirre que quiere eliminar la selección.  Me parece un error, sin selección  no podríamos siquiera haber ido al mundial de Brasil. Digo yo.       

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