Con el nombre Agosto, se rindió homenaje
al emperador romano Augusto. Un mes de 30 días al que el emperador Pompilio le
quitó un día y posteriormente Julio
César le añadió dos. Así aparecieron por decisión imperial, las 48 horas adicionales de Agosto, período que llegó a ser de alto riesgo
para los “veteranos de guerra” actuales esto es,
los modelitos humanos armados en fechas cercanas al término de la II
Guerra Mundial.
En Agosto del 98 publiqué
una columna en un diario local donde ayudaba a aumentar el tiraje los domingos y
hacerle ganar unas moneditas extras
a don Agustín. Recordaré algunas ideas que expresé allí, por seguir vigentes aún cuando más viejas.
Pero en realidad los más afectados con
la llegada de Agosto son los ancianos, la llamada tercera edad. En rigor en este
mes se abre la temporada de “caza de
viejos”. Período de alto riesgo para los humanos que exceden las seis décadas o
más de vida, modelitos que cada vez en
más número, circulan por los caminos de nuestra
loca geografía.
El
riesgo es mayor donde las condiciones
climáticas ponen en peligro la sobrevivencia de estos modelitos antiguos. Santiago
es un ejemplo típico. Para mi gusto el
peor lugar de Chile para estar (no digo vivir). Es muy difícil para la tercera edad soportar el frío, la
lluvia, el precio de los remedios, las amanecidas para conseguir atención en
los hospitales y principalmente, la falta de algo tan básico: oxígeno.
Por eso los
viejitos con CI iniciado en 4, 5 y hasta
6 están con restricción. Dependiendo de la revisión técnica, podría ser solo el
mes de los gatos pero en otros casos, también el mes del mar, de los santos, de los volantines y hasta en el mes
de María.
En
Iquique los fríos no son extremos, aunque he sentido harto este mes. No creo
que sea la edad, solo fallas esporádicas del termostato. Pero hay mucho de
psicológico. Hasta el lenguaje influye. Antes nos despedíamos con un chao
o un adiós, ahora se dice: cuídate. Surgen
preguntas capciosas: mira el carnet. Sugerencias:
este mes mejor que no salgas de noche. Preocupación:
esa tos es muy sospechosa. Te noto pálido.
Cuando
se pone viejo el cacharro, hay que aceptar que se producirán dificultades de
arranque, bajo rendimiento, problemas en el tubo de escape, fallas en el encendido
(lento y esporádico) pérdidas de energía, suspensión trasera caída, suspensión
delantera por los suelos, poca lubricación y crujidera en el chasis. Hay que recordar
también que para estos modelitos, todas las garantías están vencidas, así que
no hay que exceder los límites de velocidad. Los modelitos “antiguos”, suelen
caminar lentamente por la vida. Se recomienda viajar a velocidad de crucero sin
forzar la máquina. Al equipo hay que ponerlo en movimiento lentamente por las
mañanas y nunca exigirlo de noche. Ni menos tratar de hacerlo partir en frío. A
los modelitos antiguos hay que tratarlos con cariño no solo en agosto, pues son
piezas de colección. Digo yo.
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