Posiblemente el emisor de estas
frases “para el bronce”, como la última del ministro de Educación, cuando habló
de sacarle los patines a los estudiantes que van rápido, lo que haya querido hacer fuera demostrar el
dominio en algún tipo de inteligencia abstracta. Esto es, mediante la alegoría implícita en la frase, expresar
una idea de una manera especial y a la vez con un alcance profundo, yendo a la
médula misma de un asunto. En su interior, el emisor desea que además de fundamentar muy bien
lo que quiso decir, genere un reconocimiento de lo astuto, inteligente y gracioso que es. Hay una expresión que de alguna manera refleja
esa intención, “sino no puedes ser profundo,
a lo menos se confuso”. Es muy probable que la gente crea que esto es
una extraña forma de inteligencia.
El paso dos de este proceso comunicacional
es que a partir del momento en que la frase se pone en los medios, comienza el fuego cruzado. Por un lado están los
que tratan de dar explicaciones y por otro, los que meten el dedo en la llaga y mantienen
el tema siempre vigente para sacarle ventajas. En este escenario, los que más
pierden son los ciudadanos,
especialmente los de a pié, incluida la señora Juanita, que entienden muy poco
el “sentido de humor” de los emisores de tan sui generis frases. Especialmente si son proferidas por ministros
de estado, jefes de partidos políticos, ex Presidentes de la República,
autoridades religiosas o dirigentes gremiales. La gente común y corriente - que
es la gran mayoría- no entiende por qué sus líderes “hablan tan enredado y en
clave”. Por qué simplemente no dicen las cosas como son. ¿Cuál es el motivo
para generar oscuridad donde debiera haber mucha luz?
Yo tengo mi personal explicación, por ejemplo, en cuanto a los programas de gobierno en las reformas
fundamentales. El detalle nadie lo conoce. En esto, recién hay que entrar a
picar. Hay que comenzar a leer la desprestigiada y a veces odiada letra chica.
Lo que verdaderamente se quiere hacer pero que nunca se dijo claramente que se
haría. ¿Estrategia para no perder electores? Posiblemente. Y es en esta fase cuando aparecen los detallitos
que hacen que las cosas se parezcan, pero que no sean iguales. Y de este tipo de “trucos”,
siempre están llenos los programas electorales.
Los
ciudadanos al elegir a las máximas autoridades políticas, les entregamos un mandato
para que hagan lo mejor para todos. Pero no es un cheque en blanco para que lo
giren en lo que quieran. Por eso cuando el Ministro de Educación habla de
quitarle los patines al estudiante que corre más y mejor para que lo alcance el
que anda a “pata pelá”, no es una frase desafortunada, sino una muy mala
interpretación del mandato ciudadano. Digo yo, que nunca aprendí a usar patines porque nunca los tuve
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