sábado, noviembre 22, 2014

Tirón de orejas

Publicado por diario El Longino de Iquique el domingo 9 de noviembre de 2014
Por lo que le dijo a la prensa, la presidenta Bachelet no está contenta con su equipo gerencial, ni tampoco con los resultados  de las últimas encuestas. Aparentemente todo se enredó entre otras causas por los sucesos ocurridos en las últimas semanas donde abundaron los  dimes y diretes entre los miembros de las colectividades que la acompañan en el gobierno. Se subieron de tono diciéndose cosas políticamente incorrectas.  Si a eso se suman los indicadores económicos que tampoco han sido buenos y el traspié del embajador PC  que se arrancó con los tarros con sus nada diplomáticas declaraciones, se conformó un cuadro que  dejó molesta a la primera mandataria. Eso explica el tirón de orejas que les dio a sus colaboradores principales, llamándoles a trabajar más,  hacer bien las tareas y difundirlas mejor.
Si bien es cierto que las atribuciones “gerenciales” que tiene la CEO de la Nación, para llamar la atención a sus dependientes cuando no hacen las cosas con diligencia, calidad y oportunidad son absolutamente indiscutibles, muchos piensan (especialmente los detractores) que tras 8 meses de gobierno, el equipo ya debiera estar más afiatado,  alcanzando velocidad de crucero y con las velas desplegadas. Y esto desde luego que no es solo para el gobierno central, sino para cada rincón de la República donde el gobierno y sus respectivas autoridades deben estar empapados de la misma visión  y objetivos. Hay que trabajar más les dijo. Y hacerlo bien…eso lo agrego yo.
Consecuente con ello, parece absolutamente justo y necesario lo que hizo la presidenta al darles un tirón de orejas a sus generales y me imagino que la idea es que estos sigan hacia abajo y recorran toda nuestra loca geografía. Porque es evidente que si bien los “fusibles” están en Santiago, lugar donde se detectan las fallas,  éstas  pueden estar repartidas democráticamente por todo el territorio nacional.
Como primera medida, esta llamada de atención me pareció adecuada. Lo que yo habría agregado eso sí y en casos puntuales, algunos coscorrones bien dados. Pero finalmente lo realizado me pareció que es una buena primera señal. Pero, si las cosas no se resuelven en términos de calidad, cantidad y velocidad, se podría pasar a una segunda fase, dentro de la cual el tirón de orejas  dado directa y públicamente al ineficaz e incompetente servidor público que amerite es bien venido.  Y si las cosas no mejoran y las encuestas muestran que se sigue de picada en la rodada, esto haría imprescindible pasar una fase mucho más  drástica.
Lo importante es que quienes van a ser servidores públicos de alto nivel sepan que siempre  tendrán una espada de Damocles  sobre sus cabezas.  Por cierto nunca para cortarles la cabeza físicamente sino simbólicamente. Con este alcance, las categorías de sanciones simbólicas, por vía ejemplar podrían ser :chirlito (golpe en la muñeca con dos dedos) , tirón de oreja, coscorrón, par de palmadas en el poto y  chuleta , que sería  similar a la palmada pero con  el píe (con zapato de minero en caso de reincidencia) . Esta última ya como recurso extreo e inequívocamente como despedida.
Adversarios políticos al gobierno con una fuerte moral Portaliana,  sugieren sancionar a las altas autoridades públicas ineficaces, en el bolsillo que es donde  más duele al margen del orgullo.  Hacerles descuentos en los sueldos (que no son “reguleques” sino  “re gueneques”). Y que vaya en aumento si se desaplican o atornillan al revés.  Me parece eficaz, pero el riesgo es que algunos podrían quedarse sin sueldo. Digo yo

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