(Publicado en la Estrella de Iquique el 2010)
Los que no somos de la generación de las TIC, sino migrantes desde la ignorancia 0.0 hasta el mundo digital 2.0, estamos en problemas. Cada día que pasa aprendemos más, pero sabemos mucho menos. Frente a este panorama poco auspicioso, solo quisiera tener la capacidad de asimilar lo máximo hasta el resto de mis días, pero “en la medida de lo posible” como decía don Pato Aylwin. No desearía tampoco colapsar en un vano intento de estar siempre al día. Yo creo que el hombre llega a un punto en que las neuronas se frenan y de ahí para adelante cuesta mucho avanzar.
Estoy por cierto hablando principalmente de los modelitos humanos fabricados en el siglo pasado, de esos con patente (léase Rut) inferior a 15 millones. Sobre ese guarismo, ya es una generación que no migra, sino un nativo digital. Nacido en un mundo que funciona de una forma diferente al resto. Cuando a alguien le pido su dirección para escribirle y me da el nombre de una calle y un número, de inmediato se en que mundo vive.
Esto ha creado dos generaciones que se entienden poco. Se aprecia bastante en la relación de las mamás con sus chiquillos. Ellas no entienden los códigos de los muchachos. Si un joven le dice que necesita una tarjeta de video, la mamá le pasará la tarjeta del Blockbuster. Si menciona que le llegó correo, ella pensará que algo raro le está pasando al perro, porque ya no le ladra al cartero.
Esto es lo natural. Pero lo que es una torpeza heavy, es cuando los migrantes caen ingenuamente en las trampas de las cadenas, los correos masivos, los saludos tiernuchos, las ayudas a causas de enfermos terminales, las oraciones salvadoras y cientos de cuentos que, se ha comprobado, son inventados por sujetos con domicilio conocido: las cárceles. Los inventan para apropiarse de las direcciones electrónicas.
Hace años tuve la mala ocurrencia de sumarme a algunas de esas cadenas a solicitud de amigos. Eso explica que ahora esté en muchas bases de datos porque cada día me llegan decenas de ofertas. Un día, un supuesto laboratorio Suizo me ofreció una droga milagrosa que podría hacerme crecer hasta cuatro centímetros cierta parte de mi anatomía. Luego un tipo de un rancho de Texas me ofreció caballares de rodeo. La semana pasada un correo local me ofreció pie de limón, de mango, kuchen, cachitos, alfajores, repollitos, roscas, empanadas y mucho más. Lo malo en este caso, es que quedaban a la vista unos 300 correos electrónicos de conocidos residentes iquiqueños los que estaban allí sin querer queriendo, atrapados en la red y disponibles para quien quisiera usarlos. ¿Quién cresta les dio mi correo?
Los nativos digitales ya están instalados tal como googlear, chatear o twittear que se volvieron verbos y también han entrado al juego y son peores. A diferencia de sus padres, que solían querer guardar en secreto la información, los nativos sufren de una suerte de colitis digital, expulsan todo lo que ingieren tan pronto lo reciben. Y para peor, estos nativos son escribas del nuevo mundo, capaces de crear los instrumentos o formas de comunicarse. Uno de estos es la ortografía, un código impenetrable para los adultos. Otro, los SMS que pueden teclear con una sola mano y a alta velocidad. O la manera de utilizar 10 ventanas abiertas y mantener 10 diálogos simultáneos. Los inmigrantes somos secuenciales. Terminamos una conversación completa con una persona antes de pasar a otra. En este mundo, el viejo blog, medio común entre migrantes, es un instrumento para compartir conocimientos intelectuales. Los nativos digitales prefieren compartir emociones. Me será doloroso adaptarme. Digo yo.
En esta Zona encontrarán mis apreciaciones sobre la vida diaria, la cotidianidad, con visión crítica, pero contructiva (así espero), con un humor a veces muy serio, centrado en el mundo pequeño de la ciudad donde vivo, pero con mirada global y sintiéndome parte del universo humano apreciando lo que ocurre. Me doy licencia para opinar de todo y especialmente de lo que no se. Si hay opiniones, las leeré con detención e interés, pero no puedo asegurar que las voy a considerar.
domingo, diciembre 19, 2010
¿Reajuste o desajuste?
(Publicado en la Estrella de Iquique el 19 de diciembre de 2010)
El asunto del reajuste de salarios en el sector público estuvo más peleado este año. Sin embargo esta “pelea” es bastante acotada. En primer lugar está en la agenda desde el año anterior. Todo está pauteado, incluso el ritual del “gallito”. El gobierno propone una cifra con datos duros (IPC, PIB, Productividad) y los trabajadores ponen la suya, una que pueda a lo menos recuperar la pérdida por inflación más un plus de mejora real. Con “tejo pasado” desde luego, para el muñequeo de los dirigentes y los políticos de coyuntura que siempre se suman. Mal que mal son como 400 mil empleados (léase votos).
Esa es una cara del asunto, ineludible pero previsible. Pero hay otra cara – esta es fea- que aparece si alguien hace la pregunta: ¿y merecerán un reajuste extraordinario? Este es un tema que nadie quiere enfrentar porque hiere sensibilidades y es políticamente incorrecto hasta pensarlo. Yo lo menciono aquí solo para que se tenga conciencia que también debe ser parte de la reflexión y el análisis.
Los empleados públicos no son precisamente el peor sector del país en términos de renta. Por el contrario, ganan un tercio más que el resto de los trabajadores. En los últimos 15 años los sueldos del sector privado aumentaron casi un 30% real. Los del sector fiscal un 21%. Pero el fisco ofrece sueldos menores que las empresas privadas, solamente en los segmentos profesionales. A los trabajadores sin calificación les paga por sobre el mercado.
Hoy tener educación secundaria es la nada misma. Sin un “cartón” que acredite que se sabe, solo se puede aspirar a un empleo precario, mal remunerado y “poco ético”. Salvo que, y aquí está la gran diferencia, tenga la suerte de trabajar para el Estado. En efecto, allí, muchas personas sin más calificación que la enseñanza media, pueden llegar a la cúspide de la jerarquía, dirigir grupos multi profesionales y contar con la autoridad para tomar decisiones de cómo, dónde y cuándo gastar los recursos de todos los chilenos. Según cifras de la Dirección de Presupuestos, en el Estado trabajan cerca de 1.500 directivos no profesionales, que tienen mando sobre más de 74 mil funcionarios con educación superior completa. Muchos con solo cuarto medio deben supervisar el trabajo de abogados, sociólogos e ingenieros.
Esta situación es una anomalía. No se condice con la preocupación por la formación del capital humano, ni la modernización del Estado. Se les echa la culpa a los políticos. A los que en los últimos años decidieron mejorar los sueldos de los grados más bajos de la administración pública, otorgando reajustes especiales, pero nunca fue pensado como mecanismo para traer a la mejor gente al Estado. Pienso que en la pelea actual, un punto porcentual más o uno menos, un bono más o uno menos, no resuelve el problema de fondo. Tal vez este reajuste incluso genere un desajuste. Digo yo.
El asunto del reajuste de salarios en el sector público estuvo más peleado este año. Sin embargo esta “pelea” es bastante acotada. En primer lugar está en la agenda desde el año anterior. Todo está pauteado, incluso el ritual del “gallito”. El gobierno propone una cifra con datos duros (IPC, PIB, Productividad) y los trabajadores ponen la suya, una que pueda a lo menos recuperar la pérdida por inflación más un plus de mejora real. Con “tejo pasado” desde luego, para el muñequeo de los dirigentes y los políticos de coyuntura que siempre se suman. Mal que mal son como 400 mil empleados (léase votos).
Esa es una cara del asunto, ineludible pero previsible. Pero hay otra cara – esta es fea- que aparece si alguien hace la pregunta: ¿y merecerán un reajuste extraordinario? Este es un tema que nadie quiere enfrentar porque hiere sensibilidades y es políticamente incorrecto hasta pensarlo. Yo lo menciono aquí solo para que se tenga conciencia que también debe ser parte de la reflexión y el análisis.
Los empleados públicos no son precisamente el peor sector del país en términos de renta. Por el contrario, ganan un tercio más que el resto de los trabajadores. En los últimos 15 años los sueldos del sector privado aumentaron casi un 30% real. Los del sector fiscal un 21%. Pero el fisco ofrece sueldos menores que las empresas privadas, solamente en los segmentos profesionales. A los trabajadores sin calificación les paga por sobre el mercado.
Hoy tener educación secundaria es la nada misma. Sin un “cartón” que acredite que se sabe, solo se puede aspirar a un empleo precario, mal remunerado y “poco ético”. Salvo que, y aquí está la gran diferencia, tenga la suerte de trabajar para el Estado. En efecto, allí, muchas personas sin más calificación que la enseñanza media, pueden llegar a la cúspide de la jerarquía, dirigir grupos multi profesionales y contar con la autoridad para tomar decisiones de cómo, dónde y cuándo gastar los recursos de todos los chilenos. Según cifras de la Dirección de Presupuestos, en el Estado trabajan cerca de 1.500 directivos no profesionales, que tienen mando sobre más de 74 mil funcionarios con educación superior completa. Muchos con solo cuarto medio deben supervisar el trabajo de abogados, sociólogos e ingenieros.
Esta situación es una anomalía. No se condice con la preocupación por la formación del capital humano, ni la modernización del Estado. Se les echa la culpa a los políticos. A los que en los últimos años decidieron mejorar los sueldos de los grados más bajos de la administración pública, otorgando reajustes especiales, pero nunca fue pensado como mecanismo para traer a la mejor gente al Estado. Pienso que en la pelea actual, un punto porcentual más o uno menos, un bono más o uno menos, no resuelve el problema de fondo. Tal vez este reajuste incluso genere un desajuste. Digo yo.
El wikigate
(Publicado en la Estrella de Iquique el 13 de di.de 2010)
Ya no hay nada secreto. Hasta los espías están cesantes. Al menos los de la generación de la guerra fría del tipo James Bond. Con la actual tecnología el espionaje de esos tiempos es absurda. Los teléfonos móviles mandaron a los museos a los célebres teléfonos rojos que usaban los presidentes top, para asuntos urgentes y secretos. Hoy en cualquier momento Sarkozy llama a Obama y le pregunta ¿Cuándo vas a venir para la casa negrito?
Hoy todo está en la web. Desde cómo preparar un par de huevos fritos hasta la fabricación de una bomba molotov. Desde el Alfa a la Omega, sin saltarse ni una letra. Vivimos en la era de las comunicaciones en donde la información recorre en tiempo real la aldea global a toda velocidad. Lo que está pasando lo estás viendo, dice el eslogan de la CNN. Otro da noticias las 24 horas. Y por si no lo vio, repiten, repiten y repiten. Yo al final vi salir como a 3.333 mineros en Copiapó. A la Pampita y su baile acuático-erótico de la vedetón la he visto como 40 veces. No hay salud.
El wikigate que produjo Julian Assange al destapar algo la nueva Caja de Pandora puso al aire miles de cables de agencias diplomáticas y de la inteligencia norteamericana, dejando en evidencia que ya no hay seguridad ni para “pelar” tranquilo como lo hacía mi abuela con otras veteranas. Esos eran tiempos más seguros, no como ahora. Me cuenta un amigo que ya no puede ir tranquilo ni a un motel porque pueden estar grabando. Y como en esos lugares piden carnet, es probable que no solo registren el número, día, hora de entrada y salida, sino también, el número de la patente y foto del auto. El cree que hay una potencial bomba de racimo en el sur de la ciudad. Algún día un hacker desquiciado aprieta play y sube todo a las redes sociales.
Se sostiene que la información pertenece a todos y debe fluir nítida, transparente y sin tapujos. Los ciudadanos tienen derecho a saber lo que hacen y dicen las autoridades y los referentes públicos que toman decisiones que pueden afectarle. Esto justificaría la desclasificación de ciertos datos. Pero ¿y mis derechos humanos, como diría Segovia?
Y el riesgo mayor viene con la Internet que nos puso en vitrina. Pero esto se veía venir. La ropa sucia ventilándose en el ciber espacio. Las fotos indebidas, el bullying escolar, las fiestecitas institucionales o las capacitaciones fuera del radio urbano. Y ahora tras este wikigate del sueco y una vez que los secretos de estado ya sean el pan de cada día, caeremos irremediablemente en los cahuines domésticos. Enterarnos del mundillo farandúlico.
La desclasificación sin embargo tiene algo bueno. Saber de inmediato lo “secreto”. Solo la historia nos revela lo que habría dicho O´Higgins de Carrera, Hitler de Mussolini o Miguel Grau de Arturo Prat. Haberlo sabido en su propio tiempo, si que habría tenido gracia. Digo yo.
Ya no hay nada secreto. Hasta los espías están cesantes. Al menos los de la generación de la guerra fría del tipo James Bond. Con la actual tecnología el espionaje de esos tiempos es absurda. Los teléfonos móviles mandaron a los museos a los célebres teléfonos rojos que usaban los presidentes top, para asuntos urgentes y secretos. Hoy en cualquier momento Sarkozy llama a Obama y le pregunta ¿Cuándo vas a venir para la casa negrito?
Hoy todo está en la web. Desde cómo preparar un par de huevos fritos hasta la fabricación de una bomba molotov. Desde el Alfa a la Omega, sin saltarse ni una letra. Vivimos en la era de las comunicaciones en donde la información recorre en tiempo real la aldea global a toda velocidad. Lo que está pasando lo estás viendo, dice el eslogan de la CNN. Otro da noticias las 24 horas. Y por si no lo vio, repiten, repiten y repiten. Yo al final vi salir como a 3.333 mineros en Copiapó. A la Pampita y su baile acuático-erótico de la vedetón la he visto como 40 veces. No hay salud.
El wikigate que produjo Julian Assange al destapar algo la nueva Caja de Pandora puso al aire miles de cables de agencias diplomáticas y de la inteligencia norteamericana, dejando en evidencia que ya no hay seguridad ni para “pelar” tranquilo como lo hacía mi abuela con otras veteranas. Esos eran tiempos más seguros, no como ahora. Me cuenta un amigo que ya no puede ir tranquilo ni a un motel porque pueden estar grabando. Y como en esos lugares piden carnet, es probable que no solo registren el número, día, hora de entrada y salida, sino también, el número de la patente y foto del auto. El cree que hay una potencial bomba de racimo en el sur de la ciudad. Algún día un hacker desquiciado aprieta play y sube todo a las redes sociales.
Se sostiene que la información pertenece a todos y debe fluir nítida, transparente y sin tapujos. Los ciudadanos tienen derecho a saber lo que hacen y dicen las autoridades y los referentes públicos que toman decisiones que pueden afectarle. Esto justificaría la desclasificación de ciertos datos. Pero ¿y mis derechos humanos, como diría Segovia?
Y el riesgo mayor viene con la Internet que nos puso en vitrina. Pero esto se veía venir. La ropa sucia ventilándose en el ciber espacio. Las fotos indebidas, el bullying escolar, las fiestecitas institucionales o las capacitaciones fuera del radio urbano. Y ahora tras este wikigate del sueco y una vez que los secretos de estado ya sean el pan de cada día, caeremos irremediablemente en los cahuines domésticos. Enterarnos del mundillo farandúlico.
La desclasificación sin embargo tiene algo bueno. Saber de inmediato lo “secreto”. Solo la historia nos revela lo que habría dicho O´Higgins de Carrera, Hitler de Mussolini o Miguel Grau de Arturo Prat. Haberlo sabido en su propio tiempo, si que habría tenido gracia. Digo yo.
Analfabetos funcionales
(Publicado en la Estrella de Iquique el 3 de dic. de 2010)
Con suma urgencia ingresó al Congreso el proyecto de reforma educacional “revolucionario” del gobierno. Pero el tema que me interesa no es la ley propiamente tal sino una afirmación recurrente sobre los chilenos en materia educativa: somos analfabetos funcionales. ¿Y qué es esto? Se define como la imposibilidad de un individuo para utilizar su capacidad de lectura, escritura y cálculo de forma eficiente en las situaciones habituales de la vida.
Una persona analfabeta no sabe leer ni escribir. Un analfabeto funcional si sabe hacerlo, sin embargo no puede resolver tareas simples de la vida cotidiana como llenar un formulario, una solicitud de empleo, leer un artículo en un diario, consultar un diccionario, ni siquiera seguir las instrucciones básicas de cómo preparar una mamadera. Esto a su vez limita su interacción con las TICs, el uso de un PC con procesador de texto, navegar por la web o utilizar un teléfono móvil con pantalla touch.
Ser un chileno analfabeto funcional es muy grave y doloroso. Me resisto a aceptarlo y por eso hoy lo verificaré en complicidad con ustedes, mis lectores. Les solicito su colaboración. Lean concentrados y tranquilos el párrafo siguiente y luego, muy honestamente auto evalúense su nivel de comprensión. Use la nomenclatura L ó N/L (logrado o no logrado).
“La principal falla de la comprensión lectora, proviene de una indefinición del constructo percepción idiomática, contenido aleatorio del texto y asimilación. El humano rechaza las formas semánticas y confusas de la escritura, prefiriendo las expresiones con ideas que no limiten la imaginación y la mente pueda divagar libre y receptiva a los mensajes constructivistas. De esta forma, desde la infancia hasta la pubertad, el ser en formación va estructurando los gráficos que observa y los filtra con los paradigmas propios de la edad, lo que hace que tenga percepciones dicotómicas muchas veces ajenas a su propio entendimiento. Los especialistas – particularmente los daneses – lo llaman la rebeldía de la comprensión, una mezcla ingrata de mutismo e ignorancia semiótica o de la semiología como prefieren llamarla los anglosajones. Se trata entonces de responder al interrogante clásico y a la rigidez ortodoxa de las formas rituales de la escritura y descartar la abstracción del mundo que rodea al niño o al joven. Esto es una buena combinación entre el sujeto que entiende la grafía pero opta por la semántica. Siendo receptivo a la comprensión de lo que lee, se confunde en la triple variable espacio tiempo y contenido. Regresa desde el deadline hasta la patria paternal. Si proviene de una vertiente espiritual (formado en colegio religioso) o de corriente libertaria y especulativa (si estudió en colegio laico) el contexto lo obligará a optar por un clivaje de los formatos cognitivos o preferenciar el lenguaje hablado y no la escritura”.
Hasta aquí la prueba. Evalúese por favor y comuníquemelo por el blog. Si hubiera demasiados N/L, yo intercedería ante el director para que repitiera este mismo artículo los cuatro domingos que restan del año. Es solo para ayudar. Digo yo.
Con suma urgencia ingresó al Congreso el proyecto de reforma educacional “revolucionario” del gobierno. Pero el tema que me interesa no es la ley propiamente tal sino una afirmación recurrente sobre los chilenos en materia educativa: somos analfabetos funcionales. ¿Y qué es esto? Se define como la imposibilidad de un individuo para utilizar su capacidad de lectura, escritura y cálculo de forma eficiente en las situaciones habituales de la vida.
Una persona analfabeta no sabe leer ni escribir. Un analfabeto funcional si sabe hacerlo, sin embargo no puede resolver tareas simples de la vida cotidiana como llenar un formulario, una solicitud de empleo, leer un artículo en un diario, consultar un diccionario, ni siquiera seguir las instrucciones básicas de cómo preparar una mamadera. Esto a su vez limita su interacción con las TICs, el uso de un PC con procesador de texto, navegar por la web o utilizar un teléfono móvil con pantalla touch.
Ser un chileno analfabeto funcional es muy grave y doloroso. Me resisto a aceptarlo y por eso hoy lo verificaré en complicidad con ustedes, mis lectores. Les solicito su colaboración. Lean concentrados y tranquilos el párrafo siguiente y luego, muy honestamente auto evalúense su nivel de comprensión. Use la nomenclatura L ó N/L (logrado o no logrado).
“La principal falla de la comprensión lectora, proviene de una indefinición del constructo percepción idiomática, contenido aleatorio del texto y asimilación. El humano rechaza las formas semánticas y confusas de la escritura, prefiriendo las expresiones con ideas que no limiten la imaginación y la mente pueda divagar libre y receptiva a los mensajes constructivistas. De esta forma, desde la infancia hasta la pubertad, el ser en formación va estructurando los gráficos que observa y los filtra con los paradigmas propios de la edad, lo que hace que tenga percepciones dicotómicas muchas veces ajenas a su propio entendimiento. Los especialistas – particularmente los daneses – lo llaman la rebeldía de la comprensión, una mezcla ingrata de mutismo e ignorancia semiótica o de la semiología como prefieren llamarla los anglosajones. Se trata entonces de responder al interrogante clásico y a la rigidez ortodoxa de las formas rituales de la escritura y descartar la abstracción del mundo que rodea al niño o al joven. Esto es una buena combinación entre el sujeto que entiende la grafía pero opta por la semántica. Siendo receptivo a la comprensión de lo que lee, se confunde en la triple variable espacio tiempo y contenido. Regresa desde el deadline hasta la patria paternal. Si proviene de una vertiente espiritual (formado en colegio religioso) o de corriente libertaria y especulativa (si estudió en colegio laico) el contexto lo obligará a optar por un clivaje de los formatos cognitivos o preferenciar el lenguaje hablado y no la escritura”.
Hasta aquí la prueba. Evalúese por favor y comuníquemelo por el blog. Si hubiera demasiados N/L, yo intercedería ante el director para que repitiera este mismo artículo los cuatro domingos que restan del año. Es solo para ayudar. Digo yo.
Giro a la deré...
(Publicado en la Estrella de Iquique)
La “nueva derecha” fue el término que usó el ministro Hinzpeter, creando de inmediatocomentarios e interpretaciones sobre lo que debiera entenderse como la cara remozada que quiere lucir la acción gubernamental. Una forma de hacer las cosas que establezca una notoria diferencia con la derecha tradicional.
Pero, del dicho al hecho hay mucho trecho, dice el refrán. No es fácil creo yo, parir esta nueva creatura sin los dolores del parto. El modelo vigente, con dos visiones fundamentales donde la moral y la religión son los puntos críticos, es el teatro de operaciones donde competirían las fuerzas de la derecha tradicional y esta nueva versión. Se estima, por cierto, que una separación clara, expresa y profunda entre la política y la moral - que pareciera ser la tendencia de las derechas del siglo XXI - no acomodaría a una parte importante de la dirigencia política del gobierno.Al decir del controvertido columnista Carlos Peña, “en la derecha se anida esa contradicción fundamental, de un lado Sorman y del otro José María”.
GuySorman, el llamado gurú de la derecha moderna, invitado del gobierno, dijo, en todos los actos públicos donde expuso que “el único valor que debe ser implementado por los partidos de derecha es la responsabilidad individual”. Y también agregó que la derecha debe abandonar lo que hasta el momento la ha caracterizado: la autoridad y los valores católicos. Finalmente sentenció diciendo que “la derecha, necesita una revisión de las ideas que históricamente la han acompañado”.
Pero ¿porqué el gobierno tendría que hacerle caso a este controvertido pensador, calificado de antimarxista, antiecologista, proabortismo y ateo? Tal vez porque lo que propicia ha funcionado exitosamente. Lo hizo la derecha en Suecia y lo está haciendo el Primer Ministro inglés David Cameronquien además se apoya en la tesis de Richard Florida, que afirma que “la innovación y la creatividad se desarrollan en sociedades tolerantes, con amplias libertades y socialmente liberales”.
Respecto de este nuevo paradigma, es interesante reflexionar sobre cómo se podría articular una nueva derecha en Chile con dos almas aparentemente tan diferentes. Pero, si lo pudo hacer la Concertación, que logró sobrevivir bastante bien durante muchos años con una multi alma ¿por qué no lo podría hacer la Alianza con tan solo dos?
Más derecha o menos derecha, esa es la cuestión que el Presidente debe resolver. Izar las banderas de la izquierda, no renta - en el largo plazolos electores siempre preferirán el original y no la copia. El pie forzado entonces es aceptar los tips de Sorman: 1) Realismo, nada de utopías2) Soluciones sociales creativas. 3) Responsabilidad personal, que es el punto más discutible pues genera el duelo entre una tradición conservadora de raíz cristiana y una auténtica vocación libertaria. ¡Que tontera no! Nunca hay cómo darle el gusto a la gente.Digo yo.
La “nueva derecha” fue el término que usó el ministro Hinzpeter, creando de inmediatocomentarios e interpretaciones sobre lo que debiera entenderse como la cara remozada que quiere lucir la acción gubernamental. Una forma de hacer las cosas que establezca una notoria diferencia con la derecha tradicional.
Pero, del dicho al hecho hay mucho trecho, dice el refrán. No es fácil creo yo, parir esta nueva creatura sin los dolores del parto. El modelo vigente, con dos visiones fundamentales donde la moral y la religión son los puntos críticos, es el teatro de operaciones donde competirían las fuerzas de la derecha tradicional y esta nueva versión. Se estima, por cierto, que una separación clara, expresa y profunda entre la política y la moral - que pareciera ser la tendencia de las derechas del siglo XXI - no acomodaría a una parte importante de la dirigencia política del gobierno.Al decir del controvertido columnista Carlos Peña, “en la derecha se anida esa contradicción fundamental, de un lado Sorman y del otro José María”.
GuySorman, el llamado gurú de la derecha moderna, invitado del gobierno, dijo, en todos los actos públicos donde expuso que “el único valor que debe ser implementado por los partidos de derecha es la responsabilidad individual”. Y también agregó que la derecha debe abandonar lo que hasta el momento la ha caracterizado: la autoridad y los valores católicos. Finalmente sentenció diciendo que “la derecha, necesita una revisión de las ideas que históricamente la han acompañado”.
Pero ¿porqué el gobierno tendría que hacerle caso a este controvertido pensador, calificado de antimarxista, antiecologista, proabortismo y ateo? Tal vez porque lo que propicia ha funcionado exitosamente. Lo hizo la derecha en Suecia y lo está haciendo el Primer Ministro inglés David Cameronquien además se apoya en la tesis de Richard Florida, que afirma que “la innovación y la creatividad se desarrollan en sociedades tolerantes, con amplias libertades y socialmente liberales”.
Respecto de este nuevo paradigma, es interesante reflexionar sobre cómo se podría articular una nueva derecha en Chile con dos almas aparentemente tan diferentes. Pero, si lo pudo hacer la Concertación, que logró sobrevivir bastante bien durante muchos años con una multi alma ¿por qué no lo podría hacer la Alianza con tan solo dos?
Más derecha o menos derecha, esa es la cuestión que el Presidente debe resolver. Izar las banderas de la izquierda, no renta - en el largo plazolos electores siempre preferirán el original y no la copia. El pie forzado entonces es aceptar los tips de Sorman: 1) Realismo, nada de utopías2) Soluciones sociales creativas. 3) Responsabilidad personal, que es el punto más discutible pues genera el duelo entre una tradición conservadora de raíz cristiana y una auténtica vocación libertaria. ¡Que tontera no! Nunca hay cómo darle el gusto a la gente.Digo yo.
Temporada de viajes
Publicado en la Estrella de Iquique diciembre 2010)
Con la llegada de los buenos tiempos (atmosféricos) se activan las ganas de viajar, tanto para venir a la ciudad de Iquique como para salir de ella. Eso, obviamente por nuestra conocida cultura y vocación para el turismo. Y tan pronto se compone el tiempo, quien primero prepara las maletas es el sector público. Es el que oficialmente abre la temporada de viajes. No es extraño entonces enterarse por los medios que inician periplos urbi et orbi, consejeros, seremis, autoridades y más de algún suertudo invitado calificado.
Este tema lo trato solo porque a la mayoría de las personas les da mucha rabia que todos estos personeros viajen financiados con las platas del Estado. La de todos los chilenos. Dicho así suena fuerte, pero es una forma de decirlo pues los gastos de pasajes, estadía, viáticos y a veces hasta los “engañitos” que se llevan de regalo, se pagan con fondos públicos, extraídos de los impuestos y otros ingresos que genera el esfuerzo de muchos chilenos que se quedan en casa trabajando.
A mí en cambio,no me da rabia ni me molesta que viajen. Lo que me da es envidia. Y no es la llamada envidia sana. La mía no goza de buena salud.Porque, seamos honestos ¿a quién no le gustaría viajar por Europa, Asia o USA, con todo pagado y hasta con plata para el bolsillo? No será alto el viático, ni un hotel cinco estrellas donde hospeden, ni un vuelo en primera clase…¡pero es gratis!
Sin embargo, entiendo que por la Patria hay que sacrificarse y alguien tiene que hacer el trabajo duro. Separarse por semanas de la señora, marido o hijos, dormir sentado por muchas horas, soportar comidas extrañas, beber licores raros, recorrer lugares exóticos, escuchar idiomas a veces ininteligibles, tener reuniones con gente desconocida, salir de noche, en fin, muchos riesgos y dificultades para un viático tan chico.
Pero por estos sacrificios,acepto los viajes de mis hermanos chilenos. No gustoso, pero resignado. Incluso “pienso positivo” cada año con la Operación Renta o cuando el Fisco con precisión quirúrgica cada mes le corta la cola a mi sueldo. Pero lo entiendo, hay que hacer caja para estas misiones. Cuando la Patria les pide a un puñado de sus hijos que vayan por el mundo a aprender las cosas buenas para luego aplicarlas en Chile, nadie podría negarse a tan excelso honor. Porque no es en beneficio propio, es por la Patria, por todos sus hijos. ¡Que hermoso gesto, que patriotismo, que arrojo, que temple! Me encantaría tener una foto del último grupo viajero para mantenerlo como recuerdo inspirativo.
Sin embargo tengo un reparo. Del cometido poco o nada se llega a saber. Por eso sugiero pedir lo que los gringos llaman “accountability”, una relación completa, clara, transparente de la misión. Un informe público con un formato estándar que rinda cuenta de las platas y que evalúe técnicamente el resultado y la utilidad del viaje. Porque estamos claros que trabajo es trabajo y paseo es paso. Digo yo.
La argentinian way
Publicado en La Estrella de Iquique)
Cada país tiene una forma propia de enfrentar y resolver sus asuntos y circunstancias. Esto da carácter y refleja la personalidad y el estilo de una nación. Y cuando esa forma de ser y hacer es exitosa, el resto del mundo puede copiarla.
Hace años,la forma de hacer bien las cosas era a la japonesa. Nadie olvidará, creo el prestigio del “made in Japan”. Ellos nos traspasaron ideas y prácticas que el mundo occidental aplicó: el mejoramiento continuo (kaysen) la calidad total, el error cero, la pirámide invertida, la puntualidad y el respeto a los compromisos (sagrados,como el honor samurái).
Tras el exitoso rescate de los mineros, Chile se ganó el reconocimiento mundial y por eso se habla de la Chilean way. Hacer las cosas a la chilena pasó a ser sinónimo de excelencia. Nosotros sabemos que eso está un poquitín exagerado, pero si el cuento es bueno ¿para qué echarlo perder con la verdad? Además hacer bien o mal algo es muy subjetivo. A lo mejor solo se trata de diferentes interpretaciones.Por ejemplo, con la muerte de Néstor Kirchner nos hemos enterado de algunas formas de actuar de los vecinos que nos sorprenden. Una vez la Bolocco y Menem intentaron crear una Archi way, una mezcla argentina-chilena, pero todo terminó en divorcio.También con la mamá de Kirchner que era chilena se pensó que podría intentarse un estilo común. Pero fue para peor. Sus adversarios políticos le sacaban la madre (el origen) a cada rato. Esto hizo que nunca mirara con buenos ojos a los chilenos.
Es que somos muy diferentes. Y de muestra un botón: Bielsa. Un tipo, raro, desatinado, etc., en Argentina pasa piola, porque hay cientos iguales. En Chile resulta un caso raro. Un chileno haciendo lo mismo en Argentina, imposible. Pero de Bielsa hablaré otro día. Por ahora solo le diré hasta la vista baby.No me gusta como persona.
Concluyo que jamás podrían resolverse los problemas de Argentina a la manera chilena ni viceversa. Nosotros no entendemos sus códigos, los liderazgos populistas,ni las tantas caras del justicialismo.Para ellos era súper natural el rol del finado Kirchner.La jefa del gobierno es mi mujer, decía, “pero yo tomo todas las decisiones”. Dueño y señor de una poderosa billetera pública, zar de todos los programas sociales y una hábil muñeca para manejar los poderosos sindicatos. Y los argentinos felices, más preocupados del Dios Maradona.
Lo que viene es un misterio. Muerto el rey, la viuda va a tener que diseñar el plan B para sacar a los argentinos del pozo. No llores por mí Argentina, no podemos ir a rescatarlos. Ese quilombo no es nuestro, arréglense a su manera.Digo yo.
Cada país tiene una forma propia de enfrentar y resolver sus asuntos y circunstancias. Esto da carácter y refleja la personalidad y el estilo de una nación. Y cuando esa forma de ser y hacer es exitosa, el resto del mundo puede copiarla.
Hace años,la forma de hacer bien las cosas era a la japonesa. Nadie olvidará, creo el prestigio del “made in Japan”. Ellos nos traspasaron ideas y prácticas que el mundo occidental aplicó: el mejoramiento continuo (kaysen) la calidad total, el error cero, la pirámide invertida, la puntualidad y el respeto a los compromisos (sagrados,como el honor samurái).
Tras el exitoso rescate de los mineros, Chile se ganó el reconocimiento mundial y por eso se habla de la Chilean way. Hacer las cosas a la chilena pasó a ser sinónimo de excelencia. Nosotros sabemos que eso está un poquitín exagerado, pero si el cuento es bueno ¿para qué echarlo perder con la verdad? Además hacer bien o mal algo es muy subjetivo. A lo mejor solo se trata de diferentes interpretaciones.Por ejemplo, con la muerte de Néstor Kirchner nos hemos enterado de algunas formas de actuar de los vecinos que nos sorprenden. Una vez la Bolocco y Menem intentaron crear una Archi way, una mezcla argentina-chilena, pero todo terminó en divorcio.También con la mamá de Kirchner que era chilena se pensó que podría intentarse un estilo común. Pero fue para peor. Sus adversarios políticos le sacaban la madre (el origen) a cada rato. Esto hizo que nunca mirara con buenos ojos a los chilenos.
Es que somos muy diferentes. Y de muestra un botón: Bielsa. Un tipo, raro, desatinado, etc., en Argentina pasa piola, porque hay cientos iguales. En Chile resulta un caso raro. Un chileno haciendo lo mismo en Argentina, imposible. Pero de Bielsa hablaré otro día. Por ahora solo le diré hasta la vista baby.No me gusta como persona.
Concluyo que jamás podrían resolverse los problemas de Argentina a la manera chilena ni viceversa. Nosotros no entendemos sus códigos, los liderazgos populistas,ni las tantas caras del justicialismo.Para ellos era súper natural el rol del finado Kirchner.La jefa del gobierno es mi mujer, decía, “pero yo tomo todas las decisiones”. Dueño y señor de una poderosa billetera pública, zar de todos los programas sociales y una hábil muñeca para manejar los poderosos sindicatos. Y los argentinos felices, más preocupados del Dios Maradona.
Lo que viene es un misterio. Muerto el rey, la viuda va a tener que diseñar el plan B para sacar a los argentinos del pozo. No llores por mí Argentina, no podemos ir a rescatarlos. Ese quilombo no es nuestro, arréglense a su manera.Digo yo.
El Patriota
(Publicado por la Estrella de Iquique el domingo 12 de septiembre de 2010)
Como es habitual, septiembre me trae una cuota adicional de patriotismo. Suelo poner la bandera, ver películas nacionales, leer los suplementos que sobre episodios de la Historia de Chile publican los medios, e incluso, a veces hasta he ido a las ramadas a darme una vuelta. Pero aclaro que jamás he bailado. Mi nivel de patriotismo no ha sido tan alto como para esa osadía. Una eventual incursión en la danza nacional habría sido más que una grave ofensa a la Patria, un crimen de lesa humanidad.
Pero con motivo del Bicentenario, me propuse realizar más acciones patrióticas que en años anteriores y además que fueran las más representativas del amor que le tengo a mi país. ¿Cuál es, me pregunté, lo máximo que un chileno bien nacido haría por su Patria? Morir por ella concluí.
¡Chuata! Por cierto que en mi caso no estaba en disposición de morir por Chile en esta oportunidad y menos en tiempos de paz. Reconozco los muy simbólicos 200 años del dueño de casa, pero me pareció un exceso esto de morirme definitivamente. Entiendo que nada puede ser más patriótico que entregar la vida por la Patria. Bueno…también lo haría por la madre…y por los hijos.
A raíz de lo anterior hice consultas sobre lo que la gente entiende por patriotismo y ser o comportarse como un buen patriota. Las indagaciones me permitieron conocer el amplio alcance del concepto. Logré identificar varias acciones patrióticas que preferenciamos los chilenos y que las agrupé:
1.- El patriota clásico e ilustrado. Es el que respeta ante todo, el territorio, los símbolos patrios, las fuerzas armadas, los héroes históricos y la soberanía nacional. Agrega a lo anterior su admiración y respeto por los valores republicanos, el ordenamiento jurídico, la Constitución Política, las instituciones democráticas y el Estado de Derecho.
2.- Patriota Moderno. Es el chileno que ve con orgullo la Patria integrada a la globalización, liderando entre los países emergentes, miembro de la OCDE, respetado por su ubicación en los ranking de desarrollo socio económico del mundo, con la economía más abierta del planeta. Ama al Chile emergente. La presencia de la Bachelet y Piñera en la ONU le estremece. Por ese Chile se la juega. El del Futuro.
3.- Patriota folclórico, gastronómico, lúdico. Es el del chileno que en estas fechas expresa su patriotismo bailando cuecas, recorriendo las ramadas, tomando chicha, comiendo empanadas, mote con huesillos, jugando al trompo, elevando volantines (de papel, de plástico sería antipatriótico), etc., etc.
4. Patriota deportivo. Esto no tengo ni que explicarlo. El mundial de Sudáfrica aún está fresquito y todavía se escuchan las vuvuzelas. Donde juegue la roja ahí está el corazón del buen chileno. Esa Patria, es intocable. Sagrada.
¿Pero, qué es la Patria? ¿Un ordenamiento jurídico, una geografía, un sentimiento, un tricolor, un himno? Todas las anteriores, o un constructo personal. Cada cual con la Patria a su medida.
Un amigo que fue los 4 días a las fondas, bailó muchas cuecas, comió decenas de empanadas, metros de anticuchos y se tomó… hasta la presión. Raja de curado hasta el martes. En mi caso, tomé bebidas, no bailé cueca, comí ensaladas pollo y pecado. ¿Acaso es más patriota el curagüilla de mi compadre? Digo yo.
u
Como es habitual, septiembre me trae una cuota adicional de patriotismo. Suelo poner la bandera, ver películas nacionales, leer los suplementos que sobre episodios de la Historia de Chile publican los medios, e incluso, a veces hasta he ido a las ramadas a darme una vuelta. Pero aclaro que jamás he bailado. Mi nivel de patriotismo no ha sido tan alto como para esa osadía. Una eventual incursión en la danza nacional habría sido más que una grave ofensa a la Patria, un crimen de lesa humanidad.
Pero con motivo del Bicentenario, me propuse realizar más acciones patrióticas que en años anteriores y además que fueran las más representativas del amor que le tengo a mi país. ¿Cuál es, me pregunté, lo máximo que un chileno bien nacido haría por su Patria? Morir por ella concluí.
¡Chuata! Por cierto que en mi caso no estaba en disposición de morir por Chile en esta oportunidad y menos en tiempos de paz. Reconozco los muy simbólicos 200 años del dueño de casa, pero me pareció un exceso esto de morirme definitivamente. Entiendo que nada puede ser más patriótico que entregar la vida por la Patria. Bueno…también lo haría por la madre…y por los hijos.
A raíz de lo anterior hice consultas sobre lo que la gente entiende por patriotismo y ser o comportarse como un buen patriota. Las indagaciones me permitieron conocer el amplio alcance del concepto. Logré identificar varias acciones patrióticas que preferenciamos los chilenos y que las agrupé:
1.- El patriota clásico e ilustrado. Es el que respeta ante todo, el territorio, los símbolos patrios, las fuerzas armadas, los héroes históricos y la soberanía nacional. Agrega a lo anterior su admiración y respeto por los valores republicanos, el ordenamiento jurídico, la Constitución Política, las instituciones democráticas y el Estado de Derecho.
2.- Patriota Moderno. Es el chileno que ve con orgullo la Patria integrada a la globalización, liderando entre los países emergentes, miembro de la OCDE, respetado por su ubicación en los ranking de desarrollo socio económico del mundo, con la economía más abierta del planeta. Ama al Chile emergente. La presencia de la Bachelet y Piñera en la ONU le estremece. Por ese Chile se la juega. El del Futuro.
3.- Patriota folclórico, gastronómico, lúdico. Es el del chileno que en estas fechas expresa su patriotismo bailando cuecas, recorriendo las ramadas, tomando chicha, comiendo empanadas, mote con huesillos, jugando al trompo, elevando volantines (de papel, de plástico sería antipatriótico), etc., etc.
4. Patriota deportivo. Esto no tengo ni que explicarlo. El mundial de Sudáfrica aún está fresquito y todavía se escuchan las vuvuzelas. Donde juegue la roja ahí está el corazón del buen chileno. Esa Patria, es intocable. Sagrada.
¿Pero, qué es la Patria? ¿Un ordenamiento jurídico, una geografía, un sentimiento, un tricolor, un himno? Todas las anteriores, o un constructo personal. Cada cual con la Patria a su medida.
Un amigo que fue los 4 días a las fondas, bailó muchas cuecas, comió decenas de empanadas, metros de anticuchos y se tomó… hasta la presión. Raja de curado hasta el martes. En mi caso, tomé bebidas, no bailé cueca, comí ensaladas pollo y pecado. ¿Acaso es más patriota el curagüilla de mi compadre? Digo yo.
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domingo, noviembre 28, 2010
¡Seminario de mierda!
(Publicado en la Estrella de Iquique el domingo 28 de noviembre de 2010)
Fue publicado con el título " Seminario", no me explico la censura
Sorprendente es lo primero que se me ocurrió decir cuando me enteré del nombre del más importante encuentro empresarial de Chile (ENADE) cuyo organizador ICARE, cambió la tradicional costumbre de ponerle un nombre en latín a sus seminarios anuales como lo fueron el “Sine Qua Non de 2007, el Sursum Corda de 2008 o el Ducenti Anniversarium del 2009” y se decide por el chilenísimo “grito de guerra nacional” ¡Viva Chile Mierda!
Yo, que no peco de cartuchismo, confieso que me sorprendí. ¿Cómo era posible que la creme de la creme de los empresarios del país, exitosos, bien vestidos, educados, finos, pulcros al hablar y con calificados currículos dieran esa señal tan…confusa? Me sorprendió, reitero. A pesar de mi liberalismo y tolerancia, no puedo negar que me golpearon la cátedra. Sin embargo, con el correr de las semanas fui asimilando mejor el exabrupto empresarial y descubrí que la frase con la coprolalia incluida, tenía un contenido más profundo. Deseo compartir algunas de mis reflexiones: a) La frase invoca los valores patrios, la historia y el sentido nacional. b) La frase es aguerrida, tiene potencia, es épica, motivadora y puede sacar lo mejor de nosotros en momentos de flaqueza. c) La frase une y representa a todos los chilenos sin distinciones. d) La frase expresa sentimientos de alegría, de optimismo y de sanos anhelos. Le dejo la pega a mi vecino columnista del frente para que siga investigando el alcance de esta frase. Los sociólogos son expertos y entienden de estas cosas.
El evento tuvo además otras novedades. Durante el coffee break, que obviamente incluye café pero también té, jugos y agüitas perras, hubo un cambio trascendental. Fue reemplazado por ¡mote con huesillos! Y las infaltables galletitas que siempre acompañan, fueron cambiadas por ¡churros! Y lo mejor en cuanto a invitados, el más inolvidable no fue ningún panelista (incluido el presidente Piñera) sino un pordiosero, un indigente que se “coló” (autorizado por el ministro de Planificación) y que se paseó como Pedro por su casa (de Piedra), causando risas nerviosas, sorpresa, molestia, asco, displicencia y otras de las tantas manifestaciones del ser humano cuando se le acerca otro ser humano, pero que no es de su tribu, no habla su idioma, ni viste las ropas de la membresía. Y esa era la idea del Ministro Kast, mandarles un recordatorio a los empresarios. Decirles que a pesar de que estamos viviendo un “círculo virtuoso” en la economía y tenemos un futuro promisorio, la vida de quienes no tienen ningún privilegio ni oportunidades, es una tarea pendiente y urgente en nuestra sociedad. Y ese pordiosero, metido entre el jet set empresarial, el más exitoso de todos los tiempos -producen el 80% del PIB del país - estaba allí para recordárselos. Su presencia explicaba también el inicio de una campaña del gobierno para asumir el drama de quienes no tienen ni donde caerse muertos, esto es, que viven “en situación de calle”, un eufemismo menos patético.
No puedo negar que este seminario fue diferente y con grandes cambios. Propongo que sigan así, creativos, positivos y optimistas sin escuchar a quienes creen que no hay que irse al chancho con el optimismo. Esto me da una idea, sugiero para el ENADE 2011: ¡Vayámonos al chancho no más! Digo yo.
lunes, septiembre 20, 2010
Se hacen milagros. Llame ya
(Publicado en la Revista Puerto Mayor, edición de septiembre 2010)
La macroeconomía, es una rama de la Ciencia Económica que estudia los resultados a nivel agregado, es decir, en magnitudes que pueden abarcar continentes, grupos de países o amplias zonas geográficas. Y en este contexto suele hablarse de “milagro económico” cuando un país logra que sus indicadores de crecimiento o desarrollo, superen lo razonablemente esperado.
Más de alguna vez, la economía de este flaco y largo país, con una hermosa vista al mar, ha sido calificada como un milagro. Y como esto no es invento nuestro, sino de organismos internacionales calificados, habrá que creerles que efectivamente el milagro chileno si ha existido. Chile, entonces, sería un país de milagros o en vías de ser milagroso.
Aceptando esta visión y lo que nos pasa, podríamos conjeturar que en verdad en este país los milagros están por doquier. Me permitiré comentar algunos. Vivir con un sueldo mínimo es un milagro. Que una familia de clase media puede pagar la colegiatura de dos hijos universitarios, es un milagro. Que miles de mujeres sean jefas de hogar y mantengan viva esa institución de rango constitucional llamada familia, es un milagro. Que la Bachelet haya terminado con un 75% de aprobación a pesar del Transantiago, es un milagro. Que la selección chilena hubiera llegado a octavos de final en Sudáfrica, fue un milagro. Que al negro Piñera el choque no le hubiese salido ni por curado, es un milagro. Y así suma y sigue.
Mi madre hacía milagros con la poca y nada plata que le dejaba mi progenitor para “parar la olla”. Yo la encontraba milagrosa. Un día casi le prendo una vela a su foto. Esto me ha llevado siempre a diferenciar el milagro de los hombres del de las creencias religiosas. Los milagros humanos ocurren a cada raro. Los otros, es un milagro que ocurran. A algunos el milagro se les manifiesta en un logro ansiosamente esperado. ¡Mamá, mamá, encontré pega! Me contrataron en la minera. Milagro dirá la mamá porque está tan difícil. Agregará, gracias a Dios, o a la chinita o a San Expedito que hizo el milagrito¡ Es la natural y espontánea reacción de la mayoría de los creyentes.
Sin embargo, este milagro amerita una pequeña reflexión. Resulta que el muchacho de marras fue el mejor alumno de su promoción. Egresó de la universidad con distinción máxima. Fue ayudante de cátedra, hizo prácticas no remuneradas, sacrificó fiestas, viajes y paseos por el estudio. Pasó cientos de horas de trasnoche para agregar inglés a su currículo. En resumen, se sacó la cresta muchos años estudiando y preparando el “milagro”. Yo no creo en milagros, dependo de ellos. Pero en los milagros humanos que son el resultado de nuestro esfuerzo personal. La guinda del postre que premia el esfuerzo, el sacrificio y la dedicación.
Un milagro es por definición un evento extraordinario en donde se presume intervención divina. Lo ocurrido en la mina San José de Copiapó una vez verificado que los 33 mineros estaban vivos fue calificado inmediatamente de milagro, es decir, una intervención divina. Sin embargo rindo un tributo a los hombres, a esos cientos de trabajadores, expertos, técnicos e ingenieros que hicieron posible el milagro. Y un reconocimiento también a la inteligencia humana que construyó las herramientas y las tecnologías para el proceso que viene, el rescate.
Sin duda que nunca es malo contar con un poco de ayuda divina. Pero no podemos cargarle la mata al gran hacedor, algo debe aportar también el hombre. Hay que ayudarle a Dios para que haga los milagros que necesitamos. Digo yo.
El Plan B
(Artículo no publicado por la Estrella. No pasó el corte... por ordinario)
No deseo, en medio de estas fiestas, molestar a mis coterráneos, pero me veo obligado a hablar de un pecado bicentenario. Los chilenos somos muy poco previsores y casi nunca tenemos un Plan B para la contingencia. Siempre decimos “después veremos cómo lo arreglamos o, caminando se arregla la carga”.
Hacer un Plan B es un proceso creativo y de la inteligencia. No es azar, ya que debe tener el mismo o mejor resultado y satisfacción que el Plan A que es lo normal. Para entender bien esto, lo primero es saber que el Plan B siempre surge ante una emergencia, una crisis, cuando el Plan A colapsa. Daré un ejemplo que espero sea inolvidable.
Imagínese que a causa de los excesos alimentarios propios de estas gloriosas fechas patrias, incluida la ingesta excesiva de brebajes espirituosos o de fantasía, usted está - tras un ingreso urgente a un baño público- "haciendo sus necesidades". Y digamos también, que son de la clase 2 y en cantidades superiores a su normal promedio kilogramo/día, e incluso con otra consistencia. Explosiva y continua (intermitente tras la fase explosiva). Y justo , justo en ese preciso momento, se da cuenta con horror…que…¡No hay papel! Ha surgido la urgencia, la necesidad imperiosa de implementar un Plan B.
¡Houston, Houston, tenemos un problema! Hay que parir rápidamente una solución. A mí se me ocurren los siguientes planes que deseo compartir:
Plan B1. Sacrificar los calzoncillos. Total, andar a lo gringo unas horas no es grave.
Plan B2. Echarse los calcetines. Con una ventaja adicional pues son dos unidades. Una para la limpieza preliminar y la otra para un aseo prolijo. Si hay agua en el estanque del WC es lo óptimo.
Plan B3. Echar mano a un billete. Debe evaluarse no solo el costo sino también la eficacia. No es lo mismo usar un billete de luca, que de 5,10 ó 20 mil. No solo por el valor monetario, sino por la fabricación. Algunos son de papel y otros de polímeros, por lo tanto, con diferentes propiedades de absorción, adherencia, textura y suavidad.
Plan B4. Idem al anterior pero con un cheque. Por seguridad, extendido a nombre ficticio, nominativo, cruzado y borrado al portador, sin incluir Rut ni teléfono al reverso, con firma ilegible y por 000 pesos.
Plan B5. Lavarse con el agua del estanque. Tiene riesgos por la acrobacia implícita y depende del estado físico.
Plan B6. Similar al anterior pero ejecutado en la zona de lavamanos. Arriesga ser detenido asqueroso y por ofensas a la moral.
Plan B7. Variante de la anterior, aplicando a la zona sucia, el aire caliente del secador de manos. Esta maniobra requiere acrobacias y destrezas mayores. Además, hay una limitación adicional. Seca pero no limpia.
Como podrá apreciar estimado lector, usted puede imaginarse muchos otros planes B, todo depende de su creatividad.
Lo que me interesa que todos hayan quedado capacitados o a lo menos orientados en el diseño de Planes de Contingencia. Debo aclarar eso sí, que el ejemplo usado es válido solo para varones. Las damas son mucho más precavidas y jamás se verían expuestas a un bochorno similar. En sus carteras suelen haber artilugios para resolver cualquier emergencia. Digo yo.
La Música y Adam Smith
(Publicado en La Estrella de Iquique el 11 de septiembre de 2010)
El llamado padre de la Economía moderna, Adam Smith aportó mucho a lo que el mundo globalizado de hoy conoce muy bien: el mercado. Asimismo sugirió que el Estado no debía intervenir en las decisiones económicas del hombre. Una suerte de “mano invisible” se encargaría de regular todo. Las personas libremente demandan o consumen lo que quieren y pueden adquirir en un abanico inmenso de productos, marcas, precios, calidades y orígenes. Nadie les impone, les obliga, ni les sanciona por comprar, por elegir o desechar lo que deseen. Incluyendo por cierto, escuchar por radio, la música y los cantantes favoritos que quieran.
Hoy se discute en el parlamento un proyecto de ley que fija una cuota mínima obligatoria de 20% de música chilena que debe emitirse en las radios en su programación diaria. Opino que esto va en la dirección opuesta al mercado y a la libertad de los individuos de elegir. La norma señala también lo que debe entenderse por música nacional y música folklórica. Su objetivo, es estimular y promover la música chilena y de rebote, fomentar la folklórica. Realmente no creo que ocurra.
Además, esta ley tiene el germen de algo grave, que puede ser “la puntita no más” de una tendencia proteccionista. Podría aparecer un legislador progresista que cayera en la tentación de propiciar que se incluyeran también los productos nacionales. Hace algunos años unos empresarios muy creativos, inventaron la frase chovinista ¡Si es chileno es bueno! Peligrosos como monos con navaja.
Otro riesgo con esta nueva Ley de Música Chilena Obligatoria es que luego exigiera a cada negocio del país vender un porcentaje determinado de productos chilenos. Es más, hasta podría exigir que se incluyeran solamente aquellos de una lista preseleccionada y con alta identidad nacional. En ese caso, el mix de productos chilenos tendría que incluir lo más típico de lo nuestro, las “sandías caladas” nacionales como lo son las sustancias de Chillán, las gredas de Pomaire, el indio pícaro de Temuco, las longanizas de San Carlos, la mimbrería de Chimbarongo, el mote con huesillos, el sánguche de potito o la revista Condorito. Nosotros, desde acá, podríamos aportar el chumbeque del chino Koo, el limón de Pica y los alfajores de Matilla.
Un riesgo aún mayor sería que esto luego se ampliara a los libros. La vuelta a la Inquisición por vía legislativa. Que horror. Que esto pueda ocurrir en tiempos de amplia libertad y democracia es retrógrado, abusivo y pernicioso.
Uno de los autores del proyecto es el actor, cantante y diputado, Ramón Farías, que en mi opinión, como actor era muy malo, como cantante peor y como diputado…¡uf! Si lo juzgara por esta joyita legislativa, diría que desentona y que además no tiene dedos para el piano. Espero que su iniciativa, cuando pase al Senado, suene como arpa vieja. Digo yo.
El llamado padre de la Economía moderna, Adam Smith aportó mucho a lo que el mundo globalizado de hoy conoce muy bien: el mercado. Asimismo sugirió que el Estado no debía intervenir en las decisiones económicas del hombre. Una suerte de “mano invisible” se encargaría de regular todo. Las personas libremente demandan o consumen lo que quieren y pueden adquirir en un abanico inmenso de productos, marcas, precios, calidades y orígenes. Nadie les impone, les obliga, ni les sanciona por comprar, por elegir o desechar lo que deseen. Incluyendo por cierto, escuchar por radio, la música y los cantantes favoritos que quieran.
Hoy se discute en el parlamento un proyecto de ley que fija una cuota mínima obligatoria de 20% de música chilena que debe emitirse en las radios en su programación diaria. Opino que esto va en la dirección opuesta al mercado y a la libertad de los individuos de elegir. La norma señala también lo que debe entenderse por música nacional y música folklórica. Su objetivo, es estimular y promover la música chilena y de rebote, fomentar la folklórica. Realmente no creo que ocurra.
Además, esta ley tiene el germen de algo grave, que puede ser “la puntita no más” de una tendencia proteccionista. Podría aparecer un legislador progresista que cayera en la tentación de propiciar que se incluyeran también los productos nacionales. Hace algunos años unos empresarios muy creativos, inventaron la frase chovinista ¡Si es chileno es bueno! Peligrosos como monos con navaja.
Otro riesgo con esta nueva Ley de Música Chilena Obligatoria es que luego exigiera a cada negocio del país vender un porcentaje determinado de productos chilenos. Es más, hasta podría exigir que se incluyeran solamente aquellos de una lista preseleccionada y con alta identidad nacional. En ese caso, el mix de productos chilenos tendría que incluir lo más típico de lo nuestro, las “sandías caladas” nacionales como lo son las sustancias de Chillán, las gredas de Pomaire, el indio pícaro de Temuco, las longanizas de San Carlos, la mimbrería de Chimbarongo, el mote con huesillos, el sánguche de potito o la revista Condorito. Nosotros, desde acá, podríamos aportar el chumbeque del chino Koo, el limón de Pica y los alfajores de Matilla.
Un riesgo aún mayor sería que esto luego se ampliara a los libros. La vuelta a la Inquisición por vía legislativa. Que horror. Que esto pueda ocurrir en tiempos de amplia libertad y democracia es retrógrado, abusivo y pernicioso.
Uno de los autores del proyecto es el actor, cantante y diputado, Ramón Farías, que en mi opinión, como actor era muy malo, como cantante peor y como diputado…¡uf! Si lo juzgara por esta joyita legislativa, diría que desentona y que además no tiene dedos para el piano. Espero que su iniciativa, cuando pase al Senado, suene como arpa vieja. Digo yo.
Salvemos al Planeta
(Publicado en La Estrella de Iquique, septiembre 2010)
Me opongo a sumarme a las corrientes ecologistas y defensoras a ultranza de las especies que habitan la Tierra y principalmente a aquellos que quieren salvar el planeta. Soy un convencido de que el Planeta se salva solo. Se cuida solo, como los ricos. Voy a explicar mi razonamiento y espero que quienes me lean puedan comprender mi lógica irrebatible.
Resulta que nuestro planeta ha estado aquí por aproximadamente unos 4.500 millones de años. Pueden ser más o pueden ser menos, no tiene importancia. No voy a discutir detalles. Si lo estiman, los lectores pueden libremente castigar la cifra en unos 10 millones de años. Quedaríamos entonces en 4.490 millones de años.
Si se le compara con la edad del planeta, el hombre ha estado una cantidad miserable de años aquí, en su supuesto afán perversamente destructivo. Son entre 40 y 50 mil años de la era vulgar, contando solamente desde que ya adquirió formas “decentes”, esto es, el evolucionado y ya aceptable homo sapiens. Del australopithecus de hace 4 millones de años mejor ni hablemos porque poca pinta de humano tenía, estaba más emparentado con los mamíferos primates de hace 7 millones de años. Todo este despliegue de datos solo pretende poner las cosas en su lugar. El destructivo y amenazador hombre moderno, está en este viejo planeta y en esta escala, hace solo… diez minutos. Pero sin embargo ya es capaz de ponerlo en riesgo y a todas sus especies.
Esta es una arrogancia, el planeta se terminará cuando lo decida. Lo que en verdad ocurre es que el hombre está más preocupado de si mismo que del estado de salud del planeta. El hombre tiene miedo porque se está auto eliminando y a la pasada todo lo que viene con él. La sociedad humana y por cierto las especies. Pero lo que el hombre moderno parece no percibir es que el planeta es autónomo y le bastaría pegarse un simple sacudón o enfriarse o calentarse o inundarse, tan solo un mes y medio (o para ser más bíblico, 40 días y 40 noches) para zafarse del odioso humano, y seguir vivito y coleando por otros 4 mil millones de años más.
El discurso no es entonces salvemos al planeta –que se salvará solo, como ya dije - sino salvemos al hombre (a las mujeres también) y no lo hagamos enojar. Nosotros como especie desapareceremos igual, a lo menos con las formas actuales. Tal como ocurrió con el 90% de las especies que han existido en el planeta que ya se extinguieron. Por cierto que los humanos no tuvimos nada que ver con esas extinciones. Lo hizo el planeta. No fue a causa del perverso ser humano. Cuando apareció el homo sapiens, todas esas miles de especies ya se habían ido.
Pero la preocupación por las especies vivas del planeta, sin duda es una muestra de razonable sensibilidad por el resto de las especies en un mundo tan hostil. Salvemos a las ballenas, salvemos a los pingüinos, salvemos a los pandas, los gusanos, las plantas, etc. etc. ¿Para qué, podría plantear un insensible? Si el propio planeta hace los ajustes. De hecho se calcula que todos los días se extinguen 25 especies. A lo mejor ayer pisé un bicho que era el último que quedaba en el planeta.
Por “siaca”, aclaro que no soy tan insensible frente a la preocupación humana por las especies y el planeta, por lo cual debo confesar que esta crónica está inspirada en las ideas, reflexiones y sin duda la “lógica irrebatible”- según sus propias palabras- del comediante norteamericano George Carlin, muerto en 2008, que de manera genial, analizaba las temáticas del mundo. Véanlo en Youtube, no solo para discrepar con sus planteamientos sino que principalmente para pensar en cómo rebatirle su lógica. Son de antología el sueño americano, la religión, las empresas. Lo óptimo es verlo y escucharlo en inglés, aún que la versión en español es pasable. Claro que escuchar a un gringo decir ¡joder! y no el potente ¡fuck you! es como si te pegaras un martillazo y exclamaras ¡cáspita! Digo yo.
Me opongo a sumarme a las corrientes ecologistas y defensoras a ultranza de las especies que habitan la Tierra y principalmente a aquellos que quieren salvar el planeta. Soy un convencido de que el Planeta se salva solo. Se cuida solo, como los ricos. Voy a explicar mi razonamiento y espero que quienes me lean puedan comprender mi lógica irrebatible.
Resulta que nuestro planeta ha estado aquí por aproximadamente unos 4.500 millones de años. Pueden ser más o pueden ser menos, no tiene importancia. No voy a discutir detalles. Si lo estiman, los lectores pueden libremente castigar la cifra en unos 10 millones de años. Quedaríamos entonces en 4.490 millones de años.
Si se le compara con la edad del planeta, el hombre ha estado una cantidad miserable de años aquí, en su supuesto afán perversamente destructivo. Son entre 40 y 50 mil años de la era vulgar, contando solamente desde que ya adquirió formas “decentes”, esto es, el evolucionado y ya aceptable homo sapiens. Del australopithecus de hace 4 millones de años mejor ni hablemos porque poca pinta de humano tenía, estaba más emparentado con los mamíferos primates de hace 7 millones de años. Todo este despliegue de datos solo pretende poner las cosas en su lugar. El destructivo y amenazador hombre moderno, está en este viejo planeta y en esta escala, hace solo… diez minutos. Pero sin embargo ya es capaz de ponerlo en riesgo y a todas sus especies.
Esta es una arrogancia, el planeta se terminará cuando lo decida. Lo que en verdad ocurre es que el hombre está más preocupado de si mismo que del estado de salud del planeta. El hombre tiene miedo porque se está auto eliminando y a la pasada todo lo que viene con él. La sociedad humana y por cierto las especies. Pero lo que el hombre moderno parece no percibir es que el planeta es autónomo y le bastaría pegarse un simple sacudón o enfriarse o calentarse o inundarse, tan solo un mes y medio (o para ser más bíblico, 40 días y 40 noches) para zafarse del odioso humano, y seguir vivito y coleando por otros 4 mil millones de años más.
El discurso no es entonces salvemos al planeta –que se salvará solo, como ya dije - sino salvemos al hombre (a las mujeres también) y no lo hagamos enojar. Nosotros como especie desapareceremos igual, a lo menos con las formas actuales. Tal como ocurrió con el 90% de las especies que han existido en el planeta que ya se extinguieron. Por cierto que los humanos no tuvimos nada que ver con esas extinciones. Lo hizo el planeta. No fue a causa del perverso ser humano. Cuando apareció el homo sapiens, todas esas miles de especies ya se habían ido.
Pero la preocupación por las especies vivas del planeta, sin duda es una muestra de razonable sensibilidad por el resto de las especies en un mundo tan hostil. Salvemos a las ballenas, salvemos a los pingüinos, salvemos a los pandas, los gusanos, las plantas, etc. etc. ¿Para qué, podría plantear un insensible? Si el propio planeta hace los ajustes. De hecho se calcula que todos los días se extinguen 25 especies. A lo mejor ayer pisé un bicho que era el último que quedaba en el planeta.
Por “siaca”, aclaro que no soy tan insensible frente a la preocupación humana por las especies y el planeta, por lo cual debo confesar que esta crónica está inspirada en las ideas, reflexiones y sin duda la “lógica irrebatible”- según sus propias palabras- del comediante norteamericano George Carlin, muerto en 2008, que de manera genial, analizaba las temáticas del mundo. Véanlo en Youtube, no solo para discrepar con sus planteamientos sino que principalmente para pensar en cómo rebatirle su lógica. Son de antología el sueño americano, la religión, las empresas. Lo óptimo es verlo y escucharlo en inglés, aún que la versión en español es pasable. Claro que escuchar a un gringo decir ¡joder! y no el potente ¡fuck you! es como si te pegaras un martillazo y exclamaras ¡cáspita! Digo yo.
Diga 33
Es el número atómico del arsénico. Es el código telefónico de Francia. En medicina y para aprovechar las erres de su pronunciación, se usa en la auscultación de las vibraciones vocales trasmitidas. Es el conocido, “diga treinta y tres”.
El 33 es un número maestro y representa el ideal del amor en su más pura expresión, esto es, no sólo a las personas de su entorno, sino el que abarca a todos los seres humanos. El amor que significa entrega, sacrificio y compasión. El amor que genera los más altos ideales y que no vacila en sacrificar todo lo material o personal para defender sus sueños y ofrecerlos a sus semejantes. El 33 nos habla del equilibrio de las cualidades morales y espirituales y de hecho, la paz que emana de su persona atrae especialmente a los angustiados o desorientados.
Esto es lo que un poco dice del 33 la ciencia de la numerología. O sea, este numerito, tiene su cuento. Y ahora en Chile se ha transformado en un number one.
Hoy el número 33 es el que la lleva. Está de moda. A pocas horas de conocerse la noticia de que los mineros de Copiapó estaban vivos, apareció en poleras, llaveros, gorros y otros tantos artículos de merchandising. Pero la verdad de la milanesa es que este número siempre ha dado que hablar. Desde el “diga treinta y tres” de los médicos antiguos (esos que incluso hacían domicilio) hasta aquello de “la edad de Cristo”. Algo extraño porque pareciera que Jesús, siempre hubiese tenido solamente 33 años. También antiguas escuelas filosóficas como la masonería, marcan con el 33 el grado máximo al cual pueden ascender sus maestros, siendo éste, el nivel top one de la Orden.
Por todo esto, creo que el 33 es un número especial y es probablemente aún tiene mucho que dar. Por ejemplo, podría instituirse como el número de la suerte de los mineros. Ya tienen a San Lorenzo su propio patrono ¿por qué no tener también un numerito propio? Miles serán sin duda los números 33 que se van a vender en los juegos de azar desde aquí hasta la navidad. Pero sigo. Si jugamos un poco con los números del suceso minero podemos sorprendernos. Fíjese en lo siguiente: fecha del hallazgo 22 (el día) + 8 (el mes) + 2010 (el año). Raya para la suma 33 ¡Bingo! Todo esto sin considerar que el domingo 22 se cumplía la semana 33 del año. Y una última curiosidad, el ministro de minería, el proyect manager del proceso de búsqueda se llama Laurence, es decir Lorenzo. Curioso. Ya muchos hablan de milagros.
Como dijo el sociólogo y columnista Eugenio Tironi, ya se pueden ir desarmando los tinglados que se levantaban por todo Chile para celebrar el Bicentenario. Con lo ocurrido el domingo pasado, la celebración surgida en todo el país, de manera natural, espontánea, alegre y sin intereses, fue en verdad la más precisa y exacta forma de recibir el aniversario de los dos siglos de la patria libre.
La Virgen de los Treinta y Tres es la santa patrona de Uruguay. Si no hubiera sido así, no cabe duda que ya estaría instalada en un cerro de Copiapó. ¿Será posible gestionar un préstamo de uso del nombre? La idea no es mala, solo que hay que mejorarla. Digo yo.
El 33 es un número maestro y representa el ideal del amor en su más pura expresión, esto es, no sólo a las personas de su entorno, sino el que abarca a todos los seres humanos. El amor que significa entrega, sacrificio y compasión. El amor que genera los más altos ideales y que no vacila en sacrificar todo lo material o personal para defender sus sueños y ofrecerlos a sus semejantes. El 33 nos habla del equilibrio de las cualidades morales y espirituales y de hecho, la paz que emana de su persona atrae especialmente a los angustiados o desorientados.
Esto es lo que un poco dice del 33 la ciencia de la numerología. O sea, este numerito, tiene su cuento. Y ahora en Chile se ha transformado en un number one.
Hoy el número 33 es el que la lleva. Está de moda. A pocas horas de conocerse la noticia de que los mineros de Copiapó estaban vivos, apareció en poleras, llaveros, gorros y otros tantos artículos de merchandising. Pero la verdad de la milanesa es que este número siempre ha dado que hablar. Desde el “diga treinta y tres” de los médicos antiguos (esos que incluso hacían domicilio) hasta aquello de “la edad de Cristo”. Algo extraño porque pareciera que Jesús, siempre hubiese tenido solamente 33 años. También antiguas escuelas filosóficas como la masonería, marcan con el 33 el grado máximo al cual pueden ascender sus maestros, siendo éste, el nivel top one de la Orden.
Por todo esto, creo que el 33 es un número especial y es probablemente aún tiene mucho que dar. Por ejemplo, podría instituirse como el número de la suerte de los mineros. Ya tienen a San Lorenzo su propio patrono ¿por qué no tener también un numerito propio? Miles serán sin duda los números 33 que se van a vender en los juegos de azar desde aquí hasta la navidad. Pero sigo. Si jugamos un poco con los números del suceso minero podemos sorprendernos. Fíjese en lo siguiente: fecha del hallazgo 22 (el día) + 8 (el mes) + 2010 (el año). Raya para la suma 33 ¡Bingo! Todo esto sin considerar que el domingo 22 se cumplía la semana 33 del año. Y una última curiosidad, el ministro de minería, el proyect manager del proceso de búsqueda se llama Laurence, es decir Lorenzo. Curioso. Ya muchos hablan de milagros.
Como dijo el sociólogo y columnista Eugenio Tironi, ya se pueden ir desarmando los tinglados que se levantaban por todo Chile para celebrar el Bicentenario. Con lo ocurrido el domingo pasado, la celebración surgida en todo el país, de manera natural, espontánea, alegre y sin intereses, fue en verdad la más precisa y exacta forma de recibir el aniversario de los dos siglos de la patria libre.
La Virgen de los Treinta y Tres es la santa patrona de Uruguay. Si no hubiera sido así, no cabe duda que ya estaría instalada en un cerro de Copiapó. ¿Será posible gestionar un préstamo de uso del nombre? La idea no es mala, solo que hay que mejorarla. Digo yo.
domingo, agosto 22, 2010
La tontera de la semana
(Publicado en la Estrella de Iquique, domingo 22 de agosto de 2010)
Nota a mis lectores del blog: La dirección del diario títuló este artículo como "Desarrollo", por causa que desconozco)
¿Cuánto obliga un instructivo del tipo Intendencia de Coquimbo? Me refiero al documento interno de esa autoridad sobre situaciones o conductas de sus subordinados, que incluye aspectos no directamente relacionados con los deberes y obligaciones del cargo.
Por los posibles efectos en su aplicación, estimo que hay que aclararlo ahora y para no arriesgarse a que algún insensato pueda tentarse a repetir una estulticia similar.
Esta, que califico de la tontera de la semana, no puede pasar colada. La Contraloría debería rayar la cancha y decir si es una recomendación o una exigencia y si su incumplimiento amerita sanción. Mi espíritu libertario me obliga a pedir que todas las reminiscencias inquisitorias sean desterradas de la faz de la tierra.
El instructivo de marras en uno de sus párrafos dice: “Los funcionarios y las personas contratadas bajo la modalidad de honorarios, deberán utilizar chaqueta institucional, la cual podrá ser complementada con pantalones de tela, cotelé, algodón, gabardina o algún material similar, quedando prohibido tanto los días viernes como los demás días de la semana, la utilización de jeans, pantalones de buzo, short, zapatillas y poleras sin cuello". ¡Qué genialidad!
Lo primero es que mete en el mismo saco a los “funcionarios y a los “honorarios”. Todo el mundo sabe que el régimen contractual de estos últimos es diferente. Un documento así podría servirles para demostrar dependencia y subordinación y exigir otro tipo de contrato. Y de paso arremeter contra el Estado que como empleador, es el mayor infractor laboral del país. Pero ese es otro cuento.
La segunda frivolidad es cuando define el tipo de tela de los pantalones. Nada dice de las faldas, pero en fin. Ofrece pocas opciones. Pero lo peor es que excluye al jeans. La prenda ícono de los tiempos modernos. Si el jet set masculino lo luce con orgullo y elegancia en todas las alfombras roja del mundo por algo será. ¿Puede un funcionario público de Coquimbo vetar al jeans, el pantalón líder del planeta y confeccionado con la mundialmente y afamada tela, Demin? La otra torpeza es que prohíbe también los short. ¿Acaso los funcionarios (y honorarios) iban en short los días viernes “cashual”?
La tontera de marca mayor es cuando instruye, en el caso de las mujeres a “que no utilicen faldas demasiado cortas, ni calzas y poleras con pabilos o strapless”. Es decir, nada de mostrar los hombros ni la espalda.
Finalmente tres bonnus tracks: 1. Dejar de fumar en la puerta del edificio porque eso da una pésima imagen. 2. En el casino, “abstenerse de preparar alimentos cuyos olores sean fuertes". 3. Dar un uso correcto a los insumos de trabajo. El sitio más visitado en las horas de oficina era www.lun.cl.
Pero el seremi de gobierno de esa región cree que el instructivo está bien. ¡Joder! ¿Quién le dio atribuciones para instruir-obligar-sugerir que las chiquillas coquimbanas no usen mini falda? ¿Creerá que se pueden poner casquivanas? Sugiero revisar el sistema de selección de la Alta Dirección Pública, en la variable: sentido común.
Por suerte primó la cordura. El instructivo será cambiado. Todos los consultados, gobierno y oposición calificaron el documento como una torpeza. Miren que querer suprimir el strapless. ¿Y después seguir con el colaless? Que ni se les ocurra poner las manos ahí. Eso sería meterse en profundidades. Digo yo.
Nota a mis lectores del blog: La dirección del diario títuló este artículo como "Desarrollo", por causa que desconozco)
¿Cuánto obliga un instructivo del tipo Intendencia de Coquimbo? Me refiero al documento interno de esa autoridad sobre situaciones o conductas de sus subordinados, que incluye aspectos no directamente relacionados con los deberes y obligaciones del cargo.
Por los posibles efectos en su aplicación, estimo que hay que aclararlo ahora y para no arriesgarse a que algún insensato pueda tentarse a repetir una estulticia similar.
Esta, que califico de la tontera de la semana, no puede pasar colada. La Contraloría debería rayar la cancha y decir si es una recomendación o una exigencia y si su incumplimiento amerita sanción. Mi espíritu libertario me obliga a pedir que todas las reminiscencias inquisitorias sean desterradas de la faz de la tierra.
El instructivo de marras en uno de sus párrafos dice: “Los funcionarios y las personas contratadas bajo la modalidad de honorarios, deberán utilizar chaqueta institucional, la cual podrá ser complementada con pantalones de tela, cotelé, algodón, gabardina o algún material similar, quedando prohibido tanto los días viernes como los demás días de la semana, la utilización de jeans, pantalones de buzo, short, zapatillas y poleras sin cuello". ¡Qué genialidad!
Lo primero es que mete en el mismo saco a los “funcionarios y a los “honorarios”. Todo el mundo sabe que el régimen contractual de estos últimos es diferente. Un documento así podría servirles para demostrar dependencia y subordinación y exigir otro tipo de contrato. Y de paso arremeter contra el Estado que como empleador, es el mayor infractor laboral del país. Pero ese es otro cuento.
La segunda frivolidad es cuando define el tipo de tela de los pantalones. Nada dice de las faldas, pero en fin. Ofrece pocas opciones. Pero lo peor es que excluye al jeans. La prenda ícono de los tiempos modernos. Si el jet set masculino lo luce con orgullo y elegancia en todas las alfombras roja del mundo por algo será. ¿Puede un funcionario público de Coquimbo vetar al jeans, el pantalón líder del planeta y confeccionado con la mundialmente y afamada tela, Demin? La otra torpeza es que prohíbe también los short. ¿Acaso los funcionarios (y honorarios) iban en short los días viernes “cashual”?
La tontera de marca mayor es cuando instruye, en el caso de las mujeres a “que no utilicen faldas demasiado cortas, ni calzas y poleras con pabilos o strapless”. Es decir, nada de mostrar los hombros ni la espalda.
Finalmente tres bonnus tracks: 1. Dejar de fumar en la puerta del edificio porque eso da una pésima imagen. 2. En el casino, “abstenerse de preparar alimentos cuyos olores sean fuertes". 3. Dar un uso correcto a los insumos de trabajo. El sitio más visitado en las horas de oficina era www.lun.cl.
Pero el seremi de gobierno de esa región cree que el instructivo está bien. ¡Joder! ¿Quién le dio atribuciones para instruir-obligar-sugerir que las chiquillas coquimbanas no usen mini falda? ¿Creerá que se pueden poner casquivanas? Sugiero revisar el sistema de selección de la Alta Dirección Pública, en la variable: sentido común.
Por suerte primó la cordura. El instructivo será cambiado. Todos los consultados, gobierno y oposición calificaron el documento como una torpeza. Miren que querer suprimir el strapless. ¿Y después seguir con el colaless? Que ni se les ocurra poner las manos ahí. Eso sería meterse en profundidades. Digo yo.
miércoles, agosto 18, 2010
La huella de la Vaca
(Publicado en la Estrella de Iquique el domingo 15 de agosto de 2010)
No comentaré un libro titulado “La Vaca” pero recomiendo leerlo.
No, en esta oportunidad a la vaca la usaré para culparla por ser uno de los animales más contaminadores del planeta. Si algo hay que hacer por ayudar a la Tierra, pensemos en las vacas.
Como se sabe, el planeta está muy caliente por el efecto invernadero y los culpables están identificados. Son las grandes industrias de los países desarrollados. Nosotros recién estamos haciendo la previa como emergentes, pero podríamos ser desarrollados el 2018. Ahí tendremos la membresía del selecto club con licencia para destruir el planeta. Un poquito que sea. Espero que no ocurra, porque pienso que jamás seremos una potencia industrial. Yo veo a Chile más por el lado del offshoring de servicios, exportando inteligencia.
Nuestra forma de vida deja una huella y es el resultado del auto que tenemos, la gasolina que usamos, la decisión de tomar colectivo o andar en bicicleta, de ir a comprar el pan en un todo terreno o hacerlo caminando y también de lo que comemos. Estos comportamientos dejan una marca. Se llama la huella de carbono. Es como la estela de humo de los tubos de escape. Mientras caminamos plácidos por la vida vamos echando gases desde niños. Entre más modernos y más ricos seamos, más gases emitimos. Hay datos duros que aseguran que la gente rica tira más gases que los pobres a la atmósfera. Especialmente porque come más carne de vaca.
La media mundial de esta huella es de 5 toneladas de CO2 por persona al año. Estados Unidos está sobre 20 y Chile en el promedio mundial. Los expertos dicen que lo óptimo es llegar a 2 per cápita para asegurar que el aumento de la temperatura media del planeta no supere los 2 grados Celsius, evitando las consecuencias más graves del cambio climático.
Argentina nos duplica y no solo porque tenga una actividad industrial mucho más amplia y diversificada que la nuestra, sino porque ese país está lleno de vacas. En efecto, las vacas son uno de los mayores emisores de CO2 debido a los gases y flatulencias que producen al digerir el pasto en sus múltiples estómagos. Como consecuencia, la carne de vacuno es el alimento más contaminante del planeta.
Nuestra misión como ciudadanos civilizados y concientes debiera ser reducir la huella de carbono sacando la carne de nuestras mesas. Podríamos partir por suprimir esa institución nacional del asado. No es el carbón de la parrilla el contaminante principal, sino ese trozo de carne proveniente de vacas poco recatadas que lanzaron al aire miles de kilogramos de gases CO2 mientras pastaban plácidas e inconcientes del daño que hacían.
Hay que dejar de comer carne de vacuno. Se que me odiarán los dueños de carnicerías, de las parrilladas, de los supermercados y sus ofertas de hamburguesas, los Mac Donalds o los vendedores de anticuchos. Y no es todo, también eliminaría de la dieta, las lentejas, los porotos y todos aquellos alimentos cuyo proceso digestivo favorezca la emisión de gases, más aún si son incontrolables y perturbadores. Colaboremos con el planeta, no seamos tan vacas. Digo yo.
lunes, agosto 09, 2010
El doble Cien
(Publicado en la Estrella de Iquique el 8 de agosto de 2010)
Desde la antigüedad las sociedades han hecho celebraciones para recordar fechas especiales. Una de ellas es el cumpleaños de la Patria. Este evento suele tener significado mayor cuando se cumplen diez, cincuenta, cien o doscientos años.
Nosotros en septiembre haremos la gran celebración de los dos siglos de vida. Una nación jovencita tal como la mayoría de las vecinas. Los partos libertarios de aquellos tiempos en esta América morena fueron muy seguidos.
Las autoridades se encargan de organizar las celebraciones. La ciudadanía se deja querer (además de que no se le pregunta lo que le gustaría) y espera el programa para disfrutarlo. Yo pienso que las propuestas van a ir por cuatro caminos: 1. Las fiestas propiamente tales. Son las típicas celebraciones diciocheras, esto es, ramadas, chicha, empanadas, anticuchos, guasos, chinas, rodeo, palos ensebados, carreras de ensacados y todo lo que se ha estado haciendo por tradición durante los últimos dos siglos. Y para que el goce sea sin apuro, el parlamento regalará un par de días festivos adicionales. 2.- Los cortes de cinta. También siguiendo la tradición (sin descartar la rentabilidad política necesaria para evitar que las encuestas arrojen datos no deseados), se debieran incluir todo tipo de inauguraciones de servicios útiles para la ciudadanía. Para que la ciudad funcione bien y sea amable con sus residentes. Si bien son obras que deben hacerse siempre, ahora se juntan para que el moñito del regalo a la ciudad sea más grande y salga bien en la foto. Aquí debieran estar las ceremonias de inauguración de semáforos, reparación de hoyos (hay 437 plenamente identificados, pero un amigo me asegura que son 1.705). También podrían ser puestas en servicio instalaciones de uso comunitario, plazas de juegos, centros deportivos, áreas verdes, etc. 3.- Las obras monumentales. Aquí debieran estar presentes obras cototudas. No tengo pistas de si las haya. Talvez por falta de presupuesto o tiempo no se hicieron. Lo del tiempo no debiera ser la excusa ya que hace doscientos años ya se sabía que esta fiesta venía. Me imagino que solo las grandes ciudades (grandes en sentido cuantitativo) tendrán la posibilidad de inaugurar obras en esta categoría. 4.- El arte y la cultura. Esta puede ser la parte más entretenida. Me encantaría que hubiera cine arte, teatro, conciertos de todo tipo, exposiciones, ediciones especiales de diarios y revistas, bandas juveniles, humor, mimos y mucha cosa pública en las calles con gente vestida a la usanza de la época colonial. La ocasión es propicia para que vuelvan los bustos de Giordano Bruno y Pablo Neruda desaparecidos hace años del frontis de la UNAP. También el del llamado médico de los pobres Juan Marque.
Para nuestro bicentenario iquiqueño (en rigor debiera ser el 2079, pero ese es otro cuento) yo pediría un gran regalo: veredas y áreas verdes de país miembro de la OCDE. Digo yo.
lunes, agosto 02, 2010
Diccionario Corrupto
Publicado en la Estrella de Iquique el 11 de junio de 2010)
Seguramente usted esté familiarizado con términos como arreglarse los bigotes, hacer la vista gorda, irse a la cochiguagua, cortar la cola, hacer cantar la rana y muchísimas otras expresiones que son parte del léxico que usamos para referirnos en general a hechos corruptos.
La semana pasada, la entidad Chile Transparente, tras un año de trabajo puso en el mercado el Diccionario del Corrupto de la Lengua. Una recopilación de cien expresiones sobre el tema y que apunta a evitar prácticas deshonestas y a fortalecer una cultura basada en la transparencia. Es un llamado a reprobar socialmente los pitutos, arreglines, chanchullos, pecadillos y tantas otras chuecuras que finalmente causan un gran daño a la sociedad. Es una invitación a revisar críticamente si la pillería es un elemento constitutivo de la cultura nacional.
Ahí estimado lector, usted podrá encontrar toda la nomenclatura de la corrupción que busque o que necesite. Que necesite para conocer su significado, aplicación y circunstancias, se entiende, no para practicarla, sino para evitarla.
Esta obra cuasi-literaria hay que leerla con seriedad y con cierto grado de complicidad. Porque, seamos honestos ¿quién alguna vez en su vida no cometió un acto corrupto? ¿Quién no hizo alguna vez una cuchufleta en el dominó o no acusó su “renuncio” en la brisca? ¿Quién no presentó en el colegio un “falsificativo? ¿Quién no tiró una licencia médica trucha? El que esté libre de pecados que lance la primera piedra. No le parece sintomático que en la misa dominical de las 12 haya filas tan largas de feligreses pidiendo la expiación de sus pecadillos. El índice de pecados per cápita debe ser muy alto en esta ciudad. ¡Vade retro Satanás!
A veces pienso que las manzanas que enviamos con nuestros niños a las tías del jardín desde una temprana edad, podrían estar incubando el germen de una futura conducta corrupta ¿Será la manzana el símbolo inocente e iniciático de esta nueva forma de conseguir las cosas en la vida?
Espero que el diccionario no se corrompa y derive en un Manual. Sería pernicioso que llegara a ser texto de consulta para ganar experticia en corrupción. Pero no quiero ser pesimista, el diccionario debiera ayudar a evitar que en nuestro lenguaje aparezcan estos términos y principalmente no sean acciones en las cuales participemos. Por eso, recomendaría alejarse de inmediato de las personas que en su pega mencionen conceptos como: sobresueldo, pituto, santos en la corte, favor político, paleteada, vista gorda, aceitar la máquina, chancho que no da manteca, solo los pajaritos cantan por amor. O las inocentes preguntas: ¿Cómo voy ahí? ¿Y si lo cargamos a caja chica? ¿Va a necesitar la boleta?
Si está rodeado de personas que se expresan así, apriete cachete. Lo mejor es la verdad, nada de santos tapados, viva la transparencia. A mi me encanta la transparencia, especialmente si es en lencería. En eso soy incorruptible. Digo yo
domingo, agosto 01, 2010
El cuento del hot dog
(Artículo no publicado el domingo 1 de agosto de 2010 en La Estrella de Iquique)
Había una vez un perro callejero llamado Clinton que solía hurguetear alrededor de un conocido restaurante en busca de comida para poner algo en sus escuálidas tripas. A veces encontraba trozos de pescado, restos de pollo, patas de jaibas, pulpo, arroz chaufa y wantanes con salsa de tamarindo. Su vida era una mezcla de hambre y pobreza. Todo lo que tenía era “el equipaje del perro”. Para peor, la autoridad había declarado que su vagancia era un peligro para la sociedad.
Un día -de doloroso recuerdo- y mientras buscaba entre las basuras del restaurante algo para sobrevivir, vio a la Mimí otra vez. La perrita del negocio que desde la distancia siempre lo había mirado con desprecio. Pero esa vez notó algo especial. El Clinton sabía que esa beldad de pelo suave, paladar negro, colita parada, baño semanal y con todas sus vacunas al día, era un manjar imposible. Sin embargo, la sabia naturaleza hizo su tarea y ese día con el sol del oriente en el cenit, el sensible olfato del Clinton - calibrado para oler de lejos cualquier cosa comible – recibió los aromas íntimos de la Mimí, que ya estaba en edad de merecer y que para su infortunio, esa tarde estaba en el clímax de su celo.
La carne es débil y Paris bien vale una misa, filosofó el Clinton y oyendo el mandato divino de perpetuar la especie, desvainó, y con su arma en ristre y antes que Mimí dijera ni guau, ya estaba a lo perrito portándose como animal.
Así estaban, olvidando raza, estirpe y condición, cuando apareció el dueño del estipendio de comidas y amo de la señorita, quien al ver a su mascota regalona, cubierta por un pulgoso quiltro del último quintil, entró en extrema cólera intentando separarlos de esa unión injuriosa y obscena. Pero los amantes rehusaban tomar caminos independientes.
Ante esto, el iracundo amo, buscó el filoso cuchillo que en la cocina blandía con la destreza de cirujano plástico y se abalanzó sobre los canes logrando destrabarlos. Luego, cogiendo al aterrado Clinton lo llevó al patio para hacer santa justicia sobre una piedra plana - donde solía golpear los locos- para limpiar en esa ara el honor mancillado de Mimí que hasta minutos antes no la habían picado ni las pulgas. El Clinton ya delirante de pavor recordó lo que había oído sobre el debido proceso y la presunción de inocencia, pero su “suegro” no creía en la justicia humana sino en aquello de “por donde pecas pagas”. Y cegado por la ira… zaz… con un certero corte, dejó al Clinton sin su apéndice reproductor. Privado de parte de su equipaje”.
Antes de contar el final, compartiré algunos alcances: El Clinton era inocente. La culpable fue la naturaleza. La Mimí también era inocente, sus movimientos de cola fueron instintivos. Lo censurable sería su actitud. ¿Qué explica que una perrita ABC1quiera sexo con un pulgoso perro C2? Pero el final es feliz.
“El Clinton recuperó la salud. Está bastante bien, medio raro para orinar pero es superable. La Mimí vive con él en una parcela de Alto Hospicio y sus seis cachorros. El victimario fue puesto a la sombra unos días y obligado a entregar alimento de por vida a la familia del Clinton. También debe ir durante 56 semanas a la comisaría del cuadrante a ver La Dama y el Vagabundo”. Un final de película. Digo yo.
jueves, julio 15, 2010
Se acabó la luna de miel
(Publicado en la Estrella de Iquique, domingo 11 de julio de 2010)
Con el término del Mundial el planeta vuelve a orbitar con normalidad. A la normalidad de sus crisis, de sus guerras agendadas o de su estulticia in extremis con la madre natura. Pero en verdad nunca estuvo fuera de norma, solo tuvimos la sensación de haber estado las ultimas semanas, como en una sedante burbuja.
Hoy finalmente, todo se habrá consumado. Esto es bíblico. Mañana empezaremos a olvidar este campeonato exótico no solo por el continente y país organizador, sino por las curiosidades ocurridas tanto en lo deportivo como en lo extra deportivo.
Cómo olvidar las bulliciosas vuvuzelas, la pelota Javulani (supuesta culpable de tantos goles raros) al pulpo Paul y sus aciertos, los comentarios filosóficos de Zamorano, el safari de la ex presidenta, il giro piú piccolo de Italia, el au revoir de Francia, la trompada de Alí a Argentina, el show de Maradona, la garra charrúa, los penales estilo Caszely, los “horrores” referiles, el recibimiento de héroes a la roja de todos, con medallas bicentenario incluidas, el juego sucio de Bielsa en la Moneda, la genialidad de Kramer. Recuerdos inolvidables y otros, francamente para olvidar, como el festín del entrenador de Alemania comiéndose sus “loros” ante el mundo. Claro que, como decía mi abuela, en gustos no hay nada escrito.
Pero ahora viene la dura realidad. La luna de miel en Chile se acabó. El remanso post terremoto y Mundial, es pasado. Ahora comienza el otro partido de la competencia interna entre el gobierno y la oposición. El pito sonará pronto. Con un posible medio tiempo de descanso para el bicentenario. Pero de ahí para adelante, “afírmate cabrito que vamos a galopiar”. Seguro habrá penales y juego brusco. La oposición querrá darse el gustito y le sacará lustre a los chuteadores, porque patadas habrán. El gobierno a tu turno, preparará una defensa tipo cerrojo suizo. Con el foul del royalty ya se vio como viene la mano.
Los políticos, los gremios, el gobierno, la oposición, todos los actores en sus puestos, estudiando al rival, revisando la cancha, reordenándose, blindando a sus figuras, definiendo estrategias, nombrando a los capitanes, sacando cuentas. Los gremios por su parte, cuan severos hinchas, en lista de espera para tirarse con todo si el resultado del encuentro no les gusta. En la galera, las barras bravas, mirando las reaparecidas del juego sucio, como en los mejores tiempos del MOP-Gate.
Con este mundial aprendí mucho y además saqué estas conclusiones: Que Zamorano no debe ir por ningún motivo al Mundial de Brasil. Que las vuvuzelas hinchan partes sensibles de la anatomía masculina. Que una reina no puede meterse en los camarines sin avisar porque la imagen hay que cuidarla (si no, pregúntenle a Piñera). Que se abre un nicho para el mercado de los pulpos (merchandising, publicidad, pronósticos del tiempo, etc.). Que en un Mundial, el fútbol de verdad comienza en octavos de final, y Que seguimos siendo malos para la pelota. Digo yo.
sábado, junio 26, 2010
La cuestión mundial
(Publicado en la Estrella de Iquique, domingo 27 de junio de 2010)
No voy a hablar de la cuestión mundial, cuya salud no es buena. Los residentes del planeta con sus malos hábitos, perversas intenciones y pésimas decisiones, vivimos cada día con los nervios de punta. Guerras en proceso o preparándose, crisis financieras, calentamiento global, delincuencia, terrorismo, mafias de la droga, en fin un panorama desalentador. Por eso, la otra cuestión mundial, la que se desarrolla en Sudáfrica, es un verdadero bálsamo necesario e importante en esto momentos.
Habría por esto que agradecer al país organizador. Por lo mismo fue bastante inadecuado haber eliminado al anfitrión. Me pareció de pésimo gusto. Esto podría tener dos efectos. El primero, que asista menos gente a los estadios, lo que es muy malo. Lo segundo, es que ya no se escucharán tanto las vuvuzelas, lo que es muy bueno. Al respecto, tengo una excelente idea de lo que los sudafricanos pueden hacer con estas cornetas. Lamentablemente no lo puedo decir en público.
Pero en fin, con sus pros y contra este mundial nos ha hecho olvidar mucho de lo malo.
Y a propósito de lo malo, seamos sinceros, este mundial como expresión de fútbol ha estado ahí no más. Con buena voluntad le pondría nota cuatro. Ni buen fútbol, ni estrellas, ni nada espectacular. Podría concluir que hasta lo avanzado del campeonato, ha sido un mundial como la waka. Salvo excepciones por cierto y Chile es un ejemplo.
Pero los que saben, dentro de los que no me incluyo, dicen que el verdadero mundial comienza en los octavos de final. Lo previo habría sido casi un entrenamiento, calculadora, mucha especulación, sin mostrar todo. Salvo los chicos como Chile, que se la jugaron desde el minuto uno. Los llamados grandes –algunos ya en casa - deberían aparecer en la segunda vuelta.
En esa, se supone que todos querrán ganar. Tengo serias dudas. De lo que no tengo dudas es que el único equipo que siempre juega a ganar es la Fifa. Creo que al fútbol le da poca pelota y su interés está en el negocio de la publicidad, las trasmisiones, las apuestas y el merchandising.
Como datos freak del Mundial menciono la presencia de la Bachelet (le gusta mucho el fútbol y también Bielsa) de Bam Bam como comentarista, de autoridades del gobierno que andan con permiso sin goce de sueldo (solo pueden tener otros goces pero no pecuniarios), de la hinchada chilena, proveniente de todo el país y del resto del mundo, muchos de Europa (curioso porque en la zona euro la cosa está como la vuvuzela).
Un párrafo final para la roja de todos. Heroico, sobresaliente. Con lo logrado se inicia un antes y un después. Lo mejor en medio siglo. Con Bielsa (ya se estará pensando en nacionalizarlo o talvez canonizarlo) se inicia el año 0 del fútbol nacional. Un nuevo amanecer. Viva Chile…miéchica. Digo yo.
No voy a hablar de la cuestión mundial, cuya salud no es buena. Los residentes del planeta con sus malos hábitos, perversas intenciones y pésimas decisiones, vivimos cada día con los nervios de punta. Guerras en proceso o preparándose, crisis financieras, calentamiento global, delincuencia, terrorismo, mafias de la droga, en fin un panorama desalentador. Por eso, la otra cuestión mundial, la que se desarrolla en Sudáfrica, es un verdadero bálsamo necesario e importante en esto momentos.
Habría por esto que agradecer al país organizador. Por lo mismo fue bastante inadecuado haber eliminado al anfitrión. Me pareció de pésimo gusto. Esto podría tener dos efectos. El primero, que asista menos gente a los estadios, lo que es muy malo. Lo segundo, es que ya no se escucharán tanto las vuvuzelas, lo que es muy bueno. Al respecto, tengo una excelente idea de lo que los sudafricanos pueden hacer con estas cornetas. Lamentablemente no lo puedo decir en público.
Pero en fin, con sus pros y contra este mundial nos ha hecho olvidar mucho de lo malo.
Y a propósito de lo malo, seamos sinceros, este mundial como expresión de fútbol ha estado ahí no más. Con buena voluntad le pondría nota cuatro. Ni buen fútbol, ni estrellas, ni nada espectacular. Podría concluir que hasta lo avanzado del campeonato, ha sido un mundial como la waka. Salvo excepciones por cierto y Chile es un ejemplo.
Pero los que saben, dentro de los que no me incluyo, dicen que el verdadero mundial comienza en los octavos de final. Lo previo habría sido casi un entrenamiento, calculadora, mucha especulación, sin mostrar todo. Salvo los chicos como Chile, que se la jugaron desde el minuto uno. Los llamados grandes –algunos ya en casa - deberían aparecer en la segunda vuelta.
En esa, se supone que todos querrán ganar. Tengo serias dudas. De lo que no tengo dudas es que el único equipo que siempre juega a ganar es la Fifa. Creo que al fútbol le da poca pelota y su interés está en el negocio de la publicidad, las trasmisiones, las apuestas y el merchandising.
Como datos freak del Mundial menciono la presencia de la Bachelet (le gusta mucho el fútbol y también Bielsa) de Bam Bam como comentarista, de autoridades del gobierno que andan con permiso sin goce de sueldo (solo pueden tener otros goces pero no pecuniarios), de la hinchada chilena, proveniente de todo el país y del resto del mundo, muchos de Europa (curioso porque en la zona euro la cosa está como la vuvuzela).
Un párrafo final para la roja de todos. Heroico, sobresaliente. Con lo logrado se inicia un antes y un después. Lo mejor en medio siglo. Con Bielsa (ya se estará pensando en nacionalizarlo o talvez canonizarlo) se inicia el año 0 del fútbol nacional. Un nuevo amanecer. Viva Chile…miéchica. Digo yo.
jueves, junio 24, 2010
A mi vecino
(Publicado en la Estrella de Iquique el 20 de junio de 2010)
Hoy me levanté con la idea de hacerle preguntas de fútbol a mi vecino del frente. No al que vive frente a mi casa, sino al que tiene domicilio conocido desde años en la página del frente. A Bernardo Guerrero, un tipo que sabe un montón de muchas cosas y si no las sabe…las investiga.
¡Vecinooooo! No me oye, debe ser porque siempre está mirando para la izquierda, le gusta mirar para ese lado. Pero bueno, la idea era pedirle que explicara desde la perspectiva de su profesión, este fenómeno social conocido, entre tantos nombres, como “la pasión del fútbol”. A mí lo de pasión desde ya me suena medio freudiano, es como cuando alguien se declara “amante de la música”. Lo que quisiera saber, entre otras, es si el amor y la pasión de las masas fanatizadas por el fútbol es todo lo que justifica su comportamiento. También saber qué es lo que realmente aman y disfrutan: la filosofía intrínseca del juego y su desarrollo; los cuerpos atléticos y viriles de los jugadores; el éxtasis del triunfo, la agonía de la derrota o la insulsez del empate.
Aclaro que mi vecino está calificado para opinar porque en esto tiene doble militancia. Por un lado es sociólogo (por lo tanto puede explicar el comportamiento de las masas futbolizadas); y por otro, como “buen iquiqueño” lleva la camiseta celeste del Municipal como segunda piel y el estadio y sus fans son como su hogar familiar.
Necesitaría que me explicara lo que hay detrás del peloteo mundial que estamos viviendo, que a mi modesto entender, excede con holgura lo estrictamente deportivo. Se estarían buscando otros satisfactores, teniendo al fútbol como excusa. Cuál sería el deseo oculto de estas tribus urbanas pintarrajeadas, disfrazadas y ahora corneteras (sopladores de la vuvuzela sudafricana) Me gustaría saber qué son y que expresan estos comportamientos. Nacionalismo, chauvinismo, supremacía deportiva, egos supranacionales, rankings de alegría, felicidad ciudadana, competencia de cánticos. ¿Qué busca la masa viajera hoy sentada en la galería de un estadio sudafricano. Simple diversión, turismo en un país exótico, aprovechar un crédito barato, el tipo de cambio favorable, una escapada de casa, darse el gustito de sus vidas, juntarse con sus amigotes?
¿Será ésta una terapia planetaria necesaria para la sanidad global? Con el Mundial todos se olvidan del mundo. A la hora de nuestro fútbol, oficinas, colegios, universidades, empresas, gobierno, todos están “metidos” en el fútbol. Parece una epidemia sin vacuna conocida que dejará varios países muertos o a lo menos heridos. Claro que en 24 meses más comenzarán las eliminatorias del próximo mundial. Para otra chance.
Fútbol, fútbol. ¿Una fiesta, un deporte, un sucedáneo de la guerra convencional, una pasión loca por una amante díscola? ¿Qué cresta es todo esto Berny? Si me lees aclárame esto, porque de fútbol solo sé que nada sé. Digo yo.
Hoy me levanté con la idea de hacerle preguntas de fútbol a mi vecino del frente. No al que vive frente a mi casa, sino al que tiene domicilio conocido desde años en la página del frente. A Bernardo Guerrero, un tipo que sabe un montón de muchas cosas y si no las sabe…las investiga.
¡Vecinooooo! No me oye, debe ser porque siempre está mirando para la izquierda, le gusta mirar para ese lado. Pero bueno, la idea era pedirle que explicara desde la perspectiva de su profesión, este fenómeno social conocido, entre tantos nombres, como “la pasión del fútbol”. A mí lo de pasión desde ya me suena medio freudiano, es como cuando alguien se declara “amante de la música”. Lo que quisiera saber, entre otras, es si el amor y la pasión de las masas fanatizadas por el fútbol es todo lo que justifica su comportamiento. También saber qué es lo que realmente aman y disfrutan: la filosofía intrínseca del juego y su desarrollo; los cuerpos atléticos y viriles de los jugadores; el éxtasis del triunfo, la agonía de la derrota o la insulsez del empate.
Aclaro que mi vecino está calificado para opinar porque en esto tiene doble militancia. Por un lado es sociólogo (por lo tanto puede explicar el comportamiento de las masas futbolizadas); y por otro, como “buen iquiqueño” lleva la camiseta celeste del Municipal como segunda piel y el estadio y sus fans son como su hogar familiar.
Necesitaría que me explicara lo que hay detrás del peloteo mundial que estamos viviendo, que a mi modesto entender, excede con holgura lo estrictamente deportivo. Se estarían buscando otros satisfactores, teniendo al fútbol como excusa. Cuál sería el deseo oculto de estas tribus urbanas pintarrajeadas, disfrazadas y ahora corneteras (sopladores de la vuvuzela sudafricana) Me gustaría saber qué son y que expresan estos comportamientos. Nacionalismo, chauvinismo, supremacía deportiva, egos supranacionales, rankings de alegría, felicidad ciudadana, competencia de cánticos. ¿Qué busca la masa viajera hoy sentada en la galería de un estadio sudafricano. Simple diversión, turismo en un país exótico, aprovechar un crédito barato, el tipo de cambio favorable, una escapada de casa, darse el gustito de sus vidas, juntarse con sus amigotes?
¿Será ésta una terapia planetaria necesaria para la sanidad global? Con el Mundial todos se olvidan del mundo. A la hora de nuestro fútbol, oficinas, colegios, universidades, empresas, gobierno, todos están “metidos” en el fútbol. Parece una epidemia sin vacuna conocida que dejará varios países muertos o a lo menos heridos. Claro que en 24 meses más comenzarán las eliminatorias del próximo mundial. Para otra chance.
Fútbol, fútbol. ¿Una fiesta, un deporte, un sucedáneo de la guerra convencional, una pasión loca por una amante díscola? ¿Qué cresta es todo esto Berny? Si me lees aclárame esto, porque de fútbol solo sé que nada sé. Digo yo.
¡Waka Waka!
(Publicado en la Estrella de Iquique el 6 de junio de 2010)
Ya no puedo eludir más el tema, salvo que quiera convertirme en un sujeto atípico y repudiable, por no prestar atención a lo que el mundo tiene en el primer lugar de sus preocupaciones. No es por cierto la crítica situación de la Euro Zona, ni la franja de Gaza o el petróleo derramado en el golfo de México. Esas son menudencias, pequeñeces del diario vivir. La verdadera noticia, la que la lleva ahora y que permanecerá por más de un mes en la cartelera planetaria, es el Campeonato Mundial de Fútbol.
Confieso que había estado eludiendo el tema por varias razones. Una de ellas es porque no soy muy aficionado a este deporte. En verdad esta es una forma de decirlo, un eufemismo para no contar que cuando niño era malito para este juego y que nunca me invitaban por segunda vez. Además porque no leo no escucho ni veo muchas noticias o comentarios de fútbol, salvo ver contados partidos europeos. Tampoco voy a los estadios. Y básicamente, porque pensé que durante las próximas seis semanas habría mucho tiempo para referirse a este peloteo multinacional.
Pero reculé a tiempo al percatarme que le estaba faltando el respeto nada menos que a la FIFA, la institución administradora y dueña de toda la industria del futbol profesional del orbe. Ninguna pelota del mundo se mueve, ni un solo árbitro hace sonar su pito, ni ningún medio publica aviso alguno del evento, sin que la entidad autorice. A ello le agrego un dato no menor, la entidad maneja un negocio que es cinco veces el PIB de nuestro país. Aquí apliqué el sabio consejo: “si el enemigo es más, súmate al enemigo”.
Para evitar opiniones maliciosas, pero especialmente por el peso específico de la Fifa , entré al tema y espero decir algo que pueda ser diferente a lo que miles de periodistas, comentaristas y profesionales afines, no hayan dicho o vayan a decir. Espero que no se note demasiado que de fútbol se muy poco. No creo que le pueda meter goles a nadie, pero seguro que haré más de algún foul.
Para comenzar diré que el campeonato se juega en Sudáfrica y que para llegar hasta allá hay que gastarse, en el caso de los chilenos, a los menos cinco guatones por nuca. Salvo por cierto que se tenga la cuevita de mi amigo Julián que se ganó dos pasajes all inclusive. Otra cosa que también hay que saber, es que todos los partidos se jugarán con una pelota nueva (siempre son nuevas, dirá usted) pero no es eso, sino que se trata de un modelo que por material y características de fabricación, es más resbaladiza, más jabonosa, más loca y díscola. Esto se le ocurrió a la Fifa, obviamente, porque quiere que los scores sean más abultados y que se viva la emoción de los goles. Y tiene lógica, porque ir al continente africano, gastarse una porrada de millones, volar un día completo y después ver partidos que terminen cero a cero, es frustrante. Espero que con estas crónicas mis lectores vayan aprendiendo más de este deporte y sus vericuetos. Por mi parte estoy seguro que finalmente entenderé por qué cuando un jugador le pega a otro una cachetadita, este cae como fulminado por un rayo, es retirado casi en estado catatónico de la cancha, desde donde se levanta en un par de segundos completamente recuperado. Con este mundial sin duda que aprenderemos mucho de fútbol. ¡Waka waka la pirinaca! Digo yo.
Nos robaron el libreto
(Publicado en La Estrella de Iquique el domingo 28 de mayo de 2010)
Muchos pensaban que la frase “una nueva forma de gobierno” de la publicidad de Piñera era un eslogan más en un universo de muchas promesas que los candidatos suelen hacer en períodos de elecciones. Profundo y craso error. Era cierto. El terremoto había impedido dar a conocer el programa pero el 21 de mayo el gobernante rayó la cancha, trazó la línea de su mandato, explicó el plan y un conjunto de ideas que dejaron asombrados a muchos conciudadanos. Especialmente a la oposición.
“Al término de esta década, Chile habrá superado la pobreza y será un país desarrollado”. Así comenzó la cuenta a la Nación. A su término, todo el país pudo ver sonrisas, escuchar aplausos y expresiones de buenos augurios, pero también, las caras de incredulidad, pánico, confusión, incertidumbre y posiblemente ganas de ir, con suma urgencia a las casitas, a connotadas figuras de la oposición. No podían creer lo que oían. El asombro no se les pasó rápido. Algunos próceres como Escalona y otros conocidos nuestros, después de varios días, todavía seguían atontados con los anuncios, lo que explicaría las frases para el bronce que expresaron. Esto me recordó aquello de: “si no puedes ser inteligente, a lo menos se confuso”.
Si los gringos tuvieron su “jueves negro” el 24 de octubre de 1929, cuando comenzó la caída de la Bolsa de Nueva York y con ella el crack y la Gran Depresión, la oposición tuvo su “viernes negro” el 21 de mayo. Sin embargo para la gran mayoría, el macizo discurso generó una sensación de optimismo que recorrió el territorio nacional. Por fin algo concreto y no meras promesas. Y lo más importante, creíble, con énfasis en la gestión, en el hacer bien.
Con esta propuesta a la oposición les sonó la alarma. Sienten que les robaron el libreto, sus ideas o que le tomaron las banderas del progresismo. El ultra derechista Hermógenes Pérez de Arce en su blog identifica a Piñera como el IV presidente demócrata cristiano. Los más audaces, hablan del quinto gobierno de la Concertación. Otros reiteran que será el gobierno de los empresarios. Pero Piñera insiste, será el gobierno de todos, con todos y para todos y especialmente de los pobres y de la clase media.
Ahora comenzarán las peleas por ganarse el centro político. El espacio donde el presidente puso sus banderas. Esto implica que la oposición deberá rearticularse porque el adversario es diferente, tiene una visión diferente, cuenta con gente diferente y el país es diferente. Un espacio donde hasta los comunistas pueden participar. Estos están contentos con esta nueva forma de gobernar. Podrían lograr resultados que ni en el gobierno de Allende soñaron cumplir.
Es desafiante y motivador un mensaje que dice que Chile al término de la década habrá derrotado a la pobreza y será un país desarrollado. Me parece más aterrizado que los eslogan de campañas pasadas que nos decían “Crecer con Igualdad, La Alegría ya Viene, Estoy Contigo, Gana la Gente”. Mucho ruido y pocas nueces. Exceso de parafernalia política. Espero que la nueva oposición se porte a la altura y sus integrantes piensen en Chile más que en sus intereses políticos y electoralistas. Digo yo.
Muchos pensaban que la frase “una nueva forma de gobierno” de la publicidad de Piñera era un eslogan más en un universo de muchas promesas que los candidatos suelen hacer en períodos de elecciones. Profundo y craso error. Era cierto. El terremoto había impedido dar a conocer el programa pero el 21 de mayo el gobernante rayó la cancha, trazó la línea de su mandato, explicó el plan y un conjunto de ideas que dejaron asombrados a muchos conciudadanos. Especialmente a la oposición.
“Al término de esta década, Chile habrá superado la pobreza y será un país desarrollado”. Así comenzó la cuenta a la Nación. A su término, todo el país pudo ver sonrisas, escuchar aplausos y expresiones de buenos augurios, pero también, las caras de incredulidad, pánico, confusión, incertidumbre y posiblemente ganas de ir, con suma urgencia a las casitas, a connotadas figuras de la oposición. No podían creer lo que oían. El asombro no se les pasó rápido. Algunos próceres como Escalona y otros conocidos nuestros, después de varios días, todavía seguían atontados con los anuncios, lo que explicaría las frases para el bronce que expresaron. Esto me recordó aquello de: “si no puedes ser inteligente, a lo menos se confuso”.
Si los gringos tuvieron su “jueves negro” el 24 de octubre de 1929, cuando comenzó la caída de la Bolsa de Nueva York y con ella el crack y la Gran Depresión, la oposición tuvo su “viernes negro” el 21 de mayo. Sin embargo para la gran mayoría, el macizo discurso generó una sensación de optimismo que recorrió el territorio nacional. Por fin algo concreto y no meras promesas. Y lo más importante, creíble, con énfasis en la gestión, en el hacer bien.
Con esta propuesta a la oposición les sonó la alarma. Sienten que les robaron el libreto, sus ideas o que le tomaron las banderas del progresismo. El ultra derechista Hermógenes Pérez de Arce en su blog identifica a Piñera como el IV presidente demócrata cristiano. Los más audaces, hablan del quinto gobierno de la Concertación. Otros reiteran que será el gobierno de los empresarios. Pero Piñera insiste, será el gobierno de todos, con todos y para todos y especialmente de los pobres y de la clase media.
Ahora comenzarán las peleas por ganarse el centro político. El espacio donde el presidente puso sus banderas. Esto implica que la oposición deberá rearticularse porque el adversario es diferente, tiene una visión diferente, cuenta con gente diferente y el país es diferente. Un espacio donde hasta los comunistas pueden participar. Estos están contentos con esta nueva forma de gobernar. Podrían lograr resultados que ni en el gobierno de Allende soñaron cumplir.
Es desafiante y motivador un mensaje que dice que Chile al término de la década habrá derrotado a la pobreza y será un país desarrollado. Me parece más aterrizado que los eslogan de campañas pasadas que nos decían “Crecer con Igualdad, La Alegría ya Viene, Estoy Contigo, Gana la Gente”. Mucho ruido y pocas nueces. Exceso de parafernalia política. Espero que la nueva oposición se porte a la altura y sus integrantes piensen en Chile más que en sus intereses políticos y electoralistas. Digo yo.
miércoles, mayo 26, 2010
Los "quedaos"
(Publicado el 24 de mayo de 2010)
Algunos conocidos, no digo amigos porque desde que dejé de tener cargos importantes la mayoría de ellos me sacó de sus redes, me han dicho que nunca se habrían imaginado que en el gobierno del cambio, iban a haber tan pocos cambios.
Por eso, varios me han recitado un cuento como este: “Esperé 20 años para el cambio y todo está igual, incluso dejaron al mismo jefe, un sujeto que hasta el día anterior a la segunda vuelta, hacía sus máximos esfuerzos para evitar que Piñera llegara a la Moneda”.
Estos conocidos míos consideran que hay demasiados tipos y tipas “quedaos” que debieron haberse ido. A muchos les ha sorprendido este new deal. Lo concreto es que existe una legión no despreciable de opositores al gobierno, que sigue estando donde siempre estuvo, haciendo lo mismo y ganando lo mismo. Bueno, en esto último hay una diferencia, muchos de ellos ahora ganan más porque antes de terminar el período, un mecenas caritativo y visionario les arregló la renta, los subió de grado, los pasó a la planta o los hizo hacerse dirigente para asegurarse con el fuero sindical. Y todo, sin moverse del escritorio, ni de partido. Es lo que me dicen.
Este nuevo trato luce innovador y solidario, pero ingenuo, frustrante y políticamente incorrecto, según mis informantes. No es lógico tener en la propia casa quintacolumnistas que en cualquier momento puedan tener una recaída ideológica y poner minas antipersonales en el dormitorio. Agregan.
Reflexionando sobre lo que me contaron, creo haber descubierto las reasons why, las causas del porqué quedaron tantos opositores metidos en el gobierno, Esas razones serían las siguientes: 1. A varios, por la urgencia, hubo simplemente que dejarlos porque tenían la experiencia, la capacidad y los conocimientos. 2. El mercado local no fue muy pródigo para proveer de inteligencias esclarecidas para los reemplazos 3. Varios se apernaron legal y oportunamente copando las plazas económicamente más atractivas. 4. Otros integran equipos formados hace muchos años o están en un área estratégica (donde está la chequera o el soporte administrativo crítico) lo que los transforma en los dueños de la pelota.
Anoche me dormí muy preocupado pensando cómo solucionar esto y tuve un sueño. Me contrataban para asesorar al gobierno local para resolver cada una de las situaciones planteadas. Después de un profundo y concienzudo análisis hice, en el mismo orden, las siguientes sugerencias:
1. Evaluarlos, el tiempo trascurrido ya es suficiente como para saber si son los indicados. Dejar solo a los más competentes, leales, trabajadores, eficientes y con Inteligencia Emocional.
2. No buscar más en el mercado local. El pie forzado de lo regional, es un cuento perverso.
3. Crear una “huesera” y mandarlos allí por un tiempo prudente.
4. Deshacer el nudo, cambiar de uno en uno a los que trancan el juego. Poner jugadores nuevos.
5.- Bonus tracks. Como el Presidente Piñera exige resultados y no explicaciones, pedir al tiro más lucas para sueldos porque va a ser necesario formar una planta paralela. Y desde luego, solicitar también fondos adicionales para pagar los honorarios de algún asesor senior. Digo yo.
Algunos conocidos, no digo amigos porque desde que dejé de tener cargos importantes la mayoría de ellos me sacó de sus redes, me han dicho que nunca se habrían imaginado que en el gobierno del cambio, iban a haber tan pocos cambios.
Por eso, varios me han recitado un cuento como este: “Esperé 20 años para el cambio y todo está igual, incluso dejaron al mismo jefe, un sujeto que hasta el día anterior a la segunda vuelta, hacía sus máximos esfuerzos para evitar que Piñera llegara a la Moneda”.
Estos conocidos míos consideran que hay demasiados tipos y tipas “quedaos” que debieron haberse ido. A muchos les ha sorprendido este new deal. Lo concreto es que existe una legión no despreciable de opositores al gobierno, que sigue estando donde siempre estuvo, haciendo lo mismo y ganando lo mismo. Bueno, en esto último hay una diferencia, muchos de ellos ahora ganan más porque antes de terminar el período, un mecenas caritativo y visionario les arregló la renta, los subió de grado, los pasó a la planta o los hizo hacerse dirigente para asegurarse con el fuero sindical. Y todo, sin moverse del escritorio, ni de partido. Es lo que me dicen.
Este nuevo trato luce innovador y solidario, pero ingenuo, frustrante y políticamente incorrecto, según mis informantes. No es lógico tener en la propia casa quintacolumnistas que en cualquier momento puedan tener una recaída ideológica y poner minas antipersonales en el dormitorio. Agregan.
Reflexionando sobre lo que me contaron, creo haber descubierto las reasons why, las causas del porqué quedaron tantos opositores metidos en el gobierno, Esas razones serían las siguientes: 1. A varios, por la urgencia, hubo simplemente que dejarlos porque tenían la experiencia, la capacidad y los conocimientos. 2. El mercado local no fue muy pródigo para proveer de inteligencias esclarecidas para los reemplazos 3. Varios se apernaron legal y oportunamente copando las plazas económicamente más atractivas. 4. Otros integran equipos formados hace muchos años o están en un área estratégica (donde está la chequera o el soporte administrativo crítico) lo que los transforma en los dueños de la pelota.
Anoche me dormí muy preocupado pensando cómo solucionar esto y tuve un sueño. Me contrataban para asesorar al gobierno local para resolver cada una de las situaciones planteadas. Después de un profundo y concienzudo análisis hice, en el mismo orden, las siguientes sugerencias:
1. Evaluarlos, el tiempo trascurrido ya es suficiente como para saber si son los indicados. Dejar solo a los más competentes, leales, trabajadores, eficientes y con Inteligencia Emocional.
2. No buscar más en el mercado local. El pie forzado de lo regional, es un cuento perverso.
3. Crear una “huesera” y mandarlos allí por un tiempo prudente.
4. Deshacer el nudo, cambiar de uno en uno a los que trancan el juego. Poner jugadores nuevos.
5.- Bonus tracks. Como el Presidente Piñera exige resultados y no explicaciones, pedir al tiro más lucas para sueldos porque va a ser necesario formar una planta paralela. Y desde luego, solicitar también fondos adicionales para pagar los honorarios de algún asesor senior. Digo yo.
Lo bueno y lo malo de ser rico
(Publicado en La Estrella de Iquique el 9 de mayo de 2010)
¿Le han dicho alguna vez…rico o rica? Si así hubiera sido, estoy seguro que se habrá sentido muy bien, porque no podría haber nada malo en ser rico. Por el contrario, pienso que debe ser muy bueno. A mi me encantaría serlo. Un día a lo menos. Solo para salir de la curiosidad. Me imagino que debe producirse una sensación placentera, tranquilizadora, de optimismo, de seguridad. Se debe ver el mundo de otro tono, posiblemente color de rosa.
Pero en fin, como se que trabajando nunca llegaré a estar en el ranking de la revista Forbes, seguiré intentando con los juegos de azar cada semana. A lo mejor algún día la diosa fortuna golpea mi puerta. Por eso estoy saliendo poco. No quiero no estar si es que llega.
Curiosamente mucha gente es contraria a los ricos y mira mal la riqueza. Yo considero bueno que haya muchos ricos en el mundo y ojala la mayoría estuviera en Chile. Encuentro excelente que cada día pueda haber más gente rica o que sean cada vez más ricas. Y en un sentido más amplio, me encanta comer rico, beber rico, tener amigos ricos y especialmente, amigas ricas.
Lo que me molesta es la pobreza, que haya gente pobre. La riqueza no tiene nada de malo. Y aquí es cuando la gente se confunde y al sentirse pobre, esto abomina de los ricos.
Pero el quid del asunto no está en la riqueza propiamente tal, sino en el comportamiento de los ricos. La riqueza empobrece, suele decirse, pues cuando el ser humano la alcanza, comienza a cambiar… “para peor”. Se pone abusivo, indulgente, despreciativo, orgulloso, poco solidario y esa conducta, como no puede manifestarla con sus pares (otros ricos como él) las emprende con los más humildes. Y esa es la imagen que de los ricos tienen los pobres.
Al parecer el rico, al igual que Jano el dios de la mitología romana, tiene dos caras. La fea, truculenta y deshumanizada ya descrita y la buena, aquella que muestra cuando crea empresas, invierte, da trabajo y practica la caridad sin ostentación ni publicidad.
Un aspecto complicado de la riqueza es determinar su límite inferior (el superior no existiría) ¿Cuánto hay que tener o ganar para ser considerado rico? ¿Habrá que tener un patrimonio mínimo de un palo verde? ¿Ingresos mensuales de 30, 50, 80 millones de pesos?
Pienso que la odiosidad contra el rico es cuando es demasiado rico. Si es un rico “normal” no habría problema. Pero si es muy rico, es imperdonable. Es lo que le pasa a Piñera. Sus detractores (especialmente los políticos) le pueden soportar muchas cosas, menos que sea Tatán rico. Si tuviera solo un 10% de su fortuna, se quedarían tranquilos y no le darían bola. El drama del presidente es entonces ser muy rico, demasiado rico, casi exquisito.
Así las cosas, hay que hacerse rico pero moderadamente. Cuando vea que le está yendo muy bien y está ganado mercado, prestigio y mucha plata, deje de invertir, no cree más empresas, venda todo, despida al personal y gaste todo lo ahorrado hasta que vuelva a ser pobre. Recién allí volverá a tener el respeto de sus conciudadanos. Digo yo.
Du yu espic inglis?
(Publicado en La Estrella de Iquique el 16 de mayo de 2010)
Con la globalización, los habitantes del planeta casi sin darnos cuenta hemos estado participando en un curso intensivo de inglés, el idioma elegido para las comunicaciones en la aldea global. La práctica de esta lengua, llegada principalmente desde el mundo de la tecnología, las comunicaciones, los negocios y las ciencias, también se nos metió a los chilenos por todos los vericuetos del diario vivir.
El resultado no es malo. La gran mayoría ya hemos superado el nivel Tarzán Básico I con el que egresamos de la enseñanza media. Ahora, sin mucha dificultad, ya podemos salir del reiterativo bread and butter y pedir algo más sabroso y casi con acento oxfordiano, en el Kentucky Fried Chickens.
Lo bueno es que esta capacitación está siendo impartida de manera subliminal, indolora, sin tests periódicos ni teachers hincha balls. Hemos ido aprendiendo leyendo los diarios, viendo la televisión, usando Internet, pidiendo algún bocadillo en las plazas de comida, comprando equipos electrónicos en los malls, o jugando play station.
El presente hace un mix del idioma nativo con este nuevo Esperanto lo que las nuevas generaciones ya lo han hecho suyo, como algo natural. Es parte de la llamada modernidad,en la cual hay que estar up day en todo momento.
Lo interesante es la forma como se ha ido haciendo el reemplazo a partir del nombre de las cosas. Yo tengo recuerdos que abarcan desde la época en que las insignias se empezaron a llamar pins y las calcomanías stickers, hasta hoy en que los homosexuales son gays, las comidas frías lunchs y las pruebas de TV, cine o radio, castings.
Con la modernidad, murieron los monitos animados y aparecieron los comics. Los posters reemplazaron a los afiches. Los empresarios hacen business, management, downzising, benchmarking, balanced score card, empowerment y muchas veces sin saber exactamente que cresta son estas cosas. Una amiga estaba convencida que había tomado un simple curso de gimnasia, sin saber que en realidad era “aerobic and step”. Las cosas, dichas en otro idioma, nos suenan mucho mejor. ¿O acaso no suena más rico un brunch que un tentempié? Además nos hemos puesto snob.
En nuestra vida diaria sacamos tickets, compramos compacs, comemos sandwichs, vamos al pub, a los affter hours, los save off de las grandes tiendas de los malls y en el caso local, tenemos nuestra propia Free Zone. Y para el fin de semana, jeepeo off road, camping, footing, squash o pint ball.
Los cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres y de paso han mejorado nuestro aspecto. Las damas dejaron hace año de usan medias, sino panties y nosotros cambiamos los calzoncillos, por slips o boxer. Y como hay que prepararse, los masters están de moda y los Ph.D muy apreciados (especialmente si son de Harvard) porque la competencia es heavy y quien no esté calificado, difícil es que llegue a ser exitoso si no domina el management profesional para ascender hasta ser el CEO de un holding.
Y en el trabajo de oficina, los papers, el brainstorming, el benchmarking, el downsigzing, el head hunter o el balance score card. En los colegios, la vieja y agresiva “peladilla” da paso al bulling, la lucha en los patios pasó a ser full contac y la huelga puede terminar siendo un sitting. Y en las comunicaciones, partiendo por los mass media, todo es on line, el ya antiguo mail da a paso al Twitter y el PC convencional al IPAD 3G de Apple. El jet set preocupado del liftings, las top-models, los productos light, las apariciones en los show, en los reality y en los spots. Y así nos pasamos haciendo zapping hasta dar con una sitcom atractiva como Friends o un talk show.
Tengo montones de palabras más, algunas muy heavy, incluso dirty words. Los interesados me pueden postear al blog, o hacerme un ring. Face Book no tengo porque no quiero que me ataque un hacker. Bye. bye.
Con la globalización, los habitantes del planeta casi sin darnos cuenta hemos estado participando en un curso intensivo de inglés, el idioma elegido para las comunicaciones en la aldea global. La práctica de esta lengua, llegada principalmente desde el mundo de la tecnología, las comunicaciones, los negocios y las ciencias, también se nos metió a los chilenos por todos los vericuetos del diario vivir.
El resultado no es malo. La gran mayoría ya hemos superado el nivel Tarzán Básico I con el que egresamos de la enseñanza media. Ahora, sin mucha dificultad, ya podemos salir del reiterativo bread and butter y pedir algo más sabroso y casi con acento oxfordiano, en el Kentucky Fried Chickens.
Lo bueno es que esta capacitación está siendo impartida de manera subliminal, indolora, sin tests periódicos ni teachers hincha balls. Hemos ido aprendiendo leyendo los diarios, viendo la televisión, usando Internet, pidiendo algún bocadillo en las plazas de comida, comprando equipos electrónicos en los malls, o jugando play station.
El presente hace un mix del idioma nativo con este nuevo Esperanto lo que las nuevas generaciones ya lo han hecho suyo, como algo natural. Es parte de la llamada modernidad,en la cual hay que estar up day en todo momento.
Lo interesante es la forma como se ha ido haciendo el reemplazo a partir del nombre de las cosas. Yo tengo recuerdos que abarcan desde la época en que las insignias se empezaron a llamar pins y las calcomanías stickers, hasta hoy en que los homosexuales son gays, las comidas frías lunchs y las pruebas de TV, cine o radio, castings.
Con la modernidad, murieron los monitos animados y aparecieron los comics. Los posters reemplazaron a los afiches. Los empresarios hacen business, management, downzising, benchmarking, balanced score card, empowerment y muchas veces sin saber exactamente que cresta son estas cosas. Una amiga estaba convencida que había tomado un simple curso de gimnasia, sin saber que en realidad era “aerobic and step”. Las cosas, dichas en otro idioma, nos suenan mucho mejor. ¿O acaso no suena más rico un brunch que un tentempié? Además nos hemos puesto snob.
En nuestra vida diaria sacamos tickets, compramos compacs, comemos sandwichs, vamos al pub, a los affter hours, los save off de las grandes tiendas de los malls y en el caso local, tenemos nuestra propia Free Zone. Y para el fin de semana, jeepeo off road, camping, footing, squash o pint ball.
Los cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres y de paso han mejorado nuestro aspecto. Las damas dejaron hace año de usan medias, sino panties y nosotros cambiamos los calzoncillos, por slips o boxer. Y como hay que prepararse, los masters están de moda y los Ph.D muy apreciados (especialmente si son de Harvard) porque la competencia es heavy y quien no esté calificado, difícil es que llegue a ser exitoso si no domina el management profesional para ascender hasta ser el CEO de un holding.
Y en el trabajo de oficina, los papers, el brainstorming, el benchmarking, el downsigzing, el head hunter o el balance score card. En los colegios, la vieja y agresiva “peladilla” da paso al bulling, la lucha en los patios pasó a ser full contac y la huelga puede terminar siendo un sitting. Y en las comunicaciones, partiendo por los mass media, todo es on line, el ya antiguo mail da a paso al Twitter y el PC convencional al IPAD 3G de Apple. El jet set preocupado del liftings, las top-models, los productos light, las apariciones en los show, en los reality y en los spots. Y así nos pasamos haciendo zapping hasta dar con una sitcom atractiva como Friends o un talk show.
Tengo montones de palabras más, algunas muy heavy, incluso dirty words. Los interesados me pueden postear al blog, o hacerme un ring. Face Book no tengo porque no quiero que me ataque un hacker. Bye. bye.
miércoles, abril 28, 2010
¿Quo vadis 2009?
(Publicado en revista Puerto Mayor-2009)
Si solo nos guiáramos por las señales económicas y financieras que provienen de todos los rincones del planeta, no cabe duda que muchos decidirían encerrarse en sus casas durante todo el 2009 y asomar levemente la cabeza para otear el ambiente por allá por el otoño del 2010. Algunos - los más pesimistas seguramente - saldrían solo para cumplir con los deberes cívicos de diciembre del bicentenario (del bamba porque el verdadero es el del 2018).
Así están las cosas de complicadas. No solo para los chilenos, que según nos dicen las autoridades, los políticos, los economistas y los garúes en diversas disciplinas, será bastante más suave que para el resto del mundo. ¿Irá a ser cierto? Que nos va a doler no hay duda pero aparentemente la magnitud del padecimiento será tolerable. Que Dios nos pille confesados.
Frente a un panorama adornado de pronósticos pesimistas hay a lo menos dos soluciones. La primera, seguir la recomendación de un político de viejo cuño que decía que hay cosas se solucionan solas y otras que no tienen solución. Esta sería una postura cómoda, egoísta y sin ganas de involucrarse en las soluciones. La otra fórmula es la de jugarse con alguna propuesta y llevarla a cabo sin claudicar. Esta ha sido la forma que en todo el mundo se está comenzando a aplicar. Las empresas, los gobiernos y las personas comunes y corrientes lo hacen. Todos están buscando la mejor forma de navegar en mar gruesa a partir…yo diría…desde que los cabros vuelvan a clases. Es decir, marzo. En ese mes pueden aparecer los primeros vientos arremolinados que anticipan la tormenta. Como dicen los huasos del sur “afirmarse bien que vamos a galopiar”.
Afortunadamente hay dos cosas favorables para los chilenos. La billetera del Estado está con fondos suficientes para atender este período de vacas flacas (por suerte nadie le hizo caso al senador Frei cuando dijo que había que gastarse los ahorros para no dejarle plata a un gobierno de la derecha). Por lo tanto, puede gastar hasta que le duela en obras de infraestructura, apoyo a las pequeñas y medianas empresas, en investigación y desarrollo y si es necesario, prescindir de algunos impuestos molestos para el desarrollo. Y lo segundo es - aunque esto no tenga mucho rigor técnico- que los tarotistas, videntes, brujos y oficios afines, coinciden en que a pesar de que el futuro inmediato será duro, por más o menos año y medio, después las cosas mejorarán una barbaridad y volverán las vacas a ponerse obesas, tetonas y productivas.
No obstante, lo más importante de todo, en mi opinión, es la conducta que adopte el hombre (y la mujer) para enfrentar esta situación de crisis. Al respecto sin embargo, cabe hacer una distinción. Una gran mayoría de los chilenos, la llamada “clase media” y “los pobres”, forman en conjunto algo así como del 95% de la población nacional y este inmenso segmento, tiene o ha tenido experiencia con las crisis económicas y sociales a lo largo de su vida. Es decir, son personas que tienen gran experticia en apretarse el cinturón, vivir endeudados, comer mal y poco, sufrir con la inflación, perder regularmente el empleo y en soportar los rigores más extremos que le afectan a causa de la macroeconomía, aún cuando su mundo real y verdadero es el de la microeconomía.
Frente a situaciones tan concretas y dramáticas es difícil dar recetas. Sin embargo, existe algo en el ser humano que lo hace especial y que en este caso creo que será fundamental. La actitud. Y particularmente la actitud positiva.
Mantener una actitud positiva, como forma de enfrentar la vida (lo bueno y lo malo) a lo largo de nuestra vida nos ayuda a llenarnos de energía positiva y a resolver los problemas que se nos presentan. Y esto también nos ayuda en nuestras relaciones con los demás. Y esta forma de comportarnos será particularmente esencial del 2009 al 2010
Con crisis o sin crisis la vida sigue. Lo importante es cómo la enfrentamos y qué hacemos para que el barco llegue a destino. Una buena actitud positiva hace posible que seamos exitosos en nuestras misiones. Nos da energía lograr los propósitos, hace crecer nuestro potencial. Hace que el viaje sea más agradable.
La experiencia que tengo me ha permitido reconocer en las personas con actitud positiva un conjunto de atributos dignos de copiar y que comparto con mis lectores:
• Creen en sí mismos
• Están dispuestos a ver lo mejor en los otros
• Ayudan a los demás
• Pueden ver oportunidades en todas partes y circunstancias
• Se enfocan en las soluciones y no en los problemas
• Son persistentes y se niegan al desánimo
• Asumen plena responsabilidad por sus pensamientos y acciones.
Ser positivo es una actitud que marca la diferencia. Es simplemente la capacidad de ver el vaso medio lleno cuando los demás lo ven medio vacío. Es, en verdad, una forma de vida que cambia nuestras vidas. Es lo que necesitaremos tan pronto termine el verano.
Si solo nos guiáramos por las señales económicas y financieras que provienen de todos los rincones del planeta, no cabe duda que muchos decidirían encerrarse en sus casas durante todo el 2009 y asomar levemente la cabeza para otear el ambiente por allá por el otoño del 2010. Algunos - los más pesimistas seguramente - saldrían solo para cumplir con los deberes cívicos de diciembre del bicentenario (del bamba porque el verdadero es el del 2018).
Así están las cosas de complicadas. No solo para los chilenos, que según nos dicen las autoridades, los políticos, los economistas y los garúes en diversas disciplinas, será bastante más suave que para el resto del mundo. ¿Irá a ser cierto? Que nos va a doler no hay duda pero aparentemente la magnitud del padecimiento será tolerable. Que Dios nos pille confesados.
Frente a un panorama adornado de pronósticos pesimistas hay a lo menos dos soluciones. La primera, seguir la recomendación de un político de viejo cuño que decía que hay cosas se solucionan solas y otras que no tienen solución. Esta sería una postura cómoda, egoísta y sin ganas de involucrarse en las soluciones. La otra fórmula es la de jugarse con alguna propuesta y llevarla a cabo sin claudicar. Esta ha sido la forma que en todo el mundo se está comenzando a aplicar. Las empresas, los gobiernos y las personas comunes y corrientes lo hacen. Todos están buscando la mejor forma de navegar en mar gruesa a partir…yo diría…desde que los cabros vuelvan a clases. Es decir, marzo. En ese mes pueden aparecer los primeros vientos arremolinados que anticipan la tormenta. Como dicen los huasos del sur “afirmarse bien que vamos a galopiar”.
Afortunadamente hay dos cosas favorables para los chilenos. La billetera del Estado está con fondos suficientes para atender este período de vacas flacas (por suerte nadie le hizo caso al senador Frei cuando dijo que había que gastarse los ahorros para no dejarle plata a un gobierno de la derecha). Por lo tanto, puede gastar hasta que le duela en obras de infraestructura, apoyo a las pequeñas y medianas empresas, en investigación y desarrollo y si es necesario, prescindir de algunos impuestos molestos para el desarrollo. Y lo segundo es - aunque esto no tenga mucho rigor técnico- que los tarotistas, videntes, brujos y oficios afines, coinciden en que a pesar de que el futuro inmediato será duro, por más o menos año y medio, después las cosas mejorarán una barbaridad y volverán las vacas a ponerse obesas, tetonas y productivas.
No obstante, lo más importante de todo, en mi opinión, es la conducta que adopte el hombre (y la mujer) para enfrentar esta situación de crisis. Al respecto sin embargo, cabe hacer una distinción. Una gran mayoría de los chilenos, la llamada “clase media” y “los pobres”, forman en conjunto algo así como del 95% de la población nacional y este inmenso segmento, tiene o ha tenido experiencia con las crisis económicas y sociales a lo largo de su vida. Es decir, son personas que tienen gran experticia en apretarse el cinturón, vivir endeudados, comer mal y poco, sufrir con la inflación, perder regularmente el empleo y en soportar los rigores más extremos que le afectan a causa de la macroeconomía, aún cuando su mundo real y verdadero es el de la microeconomía.
Frente a situaciones tan concretas y dramáticas es difícil dar recetas. Sin embargo, existe algo en el ser humano que lo hace especial y que en este caso creo que será fundamental. La actitud. Y particularmente la actitud positiva.
Mantener una actitud positiva, como forma de enfrentar la vida (lo bueno y lo malo) a lo largo de nuestra vida nos ayuda a llenarnos de energía positiva y a resolver los problemas que se nos presentan. Y esto también nos ayuda en nuestras relaciones con los demás. Y esta forma de comportarnos será particularmente esencial del 2009 al 2010
Con crisis o sin crisis la vida sigue. Lo importante es cómo la enfrentamos y qué hacemos para que el barco llegue a destino. Una buena actitud positiva hace posible que seamos exitosos en nuestras misiones. Nos da energía lograr los propósitos, hace crecer nuestro potencial. Hace que el viaje sea más agradable.
La experiencia que tengo me ha permitido reconocer en las personas con actitud positiva un conjunto de atributos dignos de copiar y que comparto con mis lectores:
• Creen en sí mismos
• Están dispuestos a ver lo mejor en los otros
• Ayudan a los demás
• Pueden ver oportunidades en todas partes y circunstancias
• Se enfocan en las soluciones y no en los problemas
• Son persistentes y se niegan al desánimo
• Asumen plena responsabilidad por sus pensamientos y acciones.
Ser positivo es una actitud que marca la diferencia. Es simplemente la capacidad de ver el vaso medio lleno cuando los demás lo ven medio vacío. Es, en verdad, una forma de vida que cambia nuestras vidas. Es lo que necesitaremos tan pronto termine el verano.
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